Esos de Disney saben su negocio. Si alguna vez te has paseado por uno de los 5 parques temáticos que tienen esparcidos por el mundo (dos en EEUU, uno en Europa y dos en Asia) sabrás que les importan muchísimo los detalles, casi a un nivel delirante. Tú te la pasaste muy bien, pero los empleados estaban atentos todo el tiempo a cualquier contratiempo. Para que veas lo obsesionados que están con los detalles, aquí te presentamos 8 secretos impresionantes:
1. ¿Tienes el autógrafo de Mickey?
No sé si saben, pero los monitos que se pasean por el parque son sólo botargas. Es decir, varias personas a lo largo del tiempo y en los cinco parques han encarnado a personajes como Mickey, Minnie, Donald, Pluto y Goofy. El caso es que si tú le pides un autógrafo a uno de estos monigotes necesariamente te darán uno distinto en Europa que en EEUU, ¿cierto? ¡Falso!, los trabajadores de los parques están tan locos que obligan a los que interpretan a los personajes de Disney a practicar los autógrafos una y otra vez con la idea de que absolutamente todos se vean iguales siempre, no importa dónde o cuándo lo pediste, siempre tendrás el mismo autógrafo de Mickey.
2. No es para todos
A lo mejor tu sueño es meterte en una botarga de Pluto (ajá) y andar saludando a todos los niños del parque. Pues lo sentimos mucho, pero no todos pueden cumplir con ese cometido. Verán, no se puede tener un Pluto chaparrito y otro día uno alto, ¿verdad? Por eso para poder interpretar a alguno de los personajes debes cumplir con ciertas características físicas muy específica. Por ejemplo, si quieres ser Alicia en el País de las Maravillas debes medir, exactamente, 1.57 m.
3. El secreto de ser botarga
Si yo fuera Mickey lo andaría diciendo a los cuatro vientos. Seguramente llevaría mi botarga a las fiestas y saldría en las fotos vomitando con la cabeza del ratón. Pero tristemente, los empleados reales no pueden hacer eso. En concreto, firman un contrato de privacidad que estipula claramente que no pueden hacer públicos asuntos del trabajo. Así que los héroes debajo de las cabezotas permanecen anónimos, no pueden subir fotos en Facebook de ellos mismos disfrazados, ni pueden andar por ahí diciendo que ellos son los cuerpos debajo de los personajes.
4. Sin lugar para los hipsters
Como sabrán, el buen Walt Disney tenía un bigotito simpaticón medio raro que le daba ese toque de distinción. Sin embargo, hasta hace un par de años los empleados de los parques tenían terminantemente prohibido tener ningún tipo de vello facial, así sea igual al de su jefazo. Adicionalmente, si tienes tatuajes visibles ya te la pellizcaste, no podrás trabajar como amiguito de los parques.
5. Todos somos Cenicienta
Es prácticamente imposible ver basura en alguno de los parques de Disney. Y no es porque no tengan visitantes maleducados, sino que cuentan con una obsesión insuperable por la limpieza. No sólo tienen hordas de empleados limpiando todo el tiempo, cada uno de los empleados del parque está obligado a levantar basura en cualquier momento. Por lo que es posible ver a Goofy levantando una lata de refresco o a la mismísima Cenicienta recordando sus años mozos.
6. Chichis para nadie
Uno de los trabajos más raros en los parques de Disney es el de “censurador de senos”. Como sabrán, hay algunos juegos en los parques que te toman la bonita foto cuando pasas por un lugar especialmente alocado. Así por ejemplo en el Splash Mountain de Florida. Sin embargo, mucha gente barbajana decidió que ese era un buen pretexto para andar enseñando sus miserias. Las autoridades del parque no podían dejar que la gente se exhibiera así, porque sus imágenes se reproducían en varios monitores alrededor del parque. Por eso contrataron a un tipo dedicado exclusivamente a censurarle los senos a aquellas que los muestran sin importarles sus defectos físicos o que haya niños presentes.
7. Señalar es de mala educación, niño
En muchas culturas señalar a una persona con el dedo es de gente sin educación. Por eso, todos los empleados de todo Disney tienen terminantemente prohibido dirigir sus deditos a cualquier punto del planeta. Así se cuidan las botargas de preservar la civilización y no caer en la barbarie y la vulgaridad.
8. El mundo al revéh
Cuando cae la noche en el parque de California los peculiares empleados del turno nocturno salen a pasear. Se trata de un ejército de gatos salvajes a los que se les permite rondar el parque y se les alimenta regularmente. El motivo es aterrador: están ahí para matar… ¡ratones! ¿Quién lo diría?
