En 2018 se cumplen 7 años de un lamentable conflicto que ha dejado más de 350 mil personas muertas, entre fuerzas militares, rebeldes y civiles. Un sangriento conflicto que ha devastado ciudades, llevado la tragedia a miles de familias, constituido la que es, quizás, la crisis humanitaria más grande en la historia moderna, y, lo peor de todo, es que aún no se le ve fin: La Guerra Civil Siria.
¿Cómo comenzó?
Debido al hartazgo por la corrupción, las altas tasas de desempleo, así como la represión política vivida bajo el régimen del Presidente Bashar al-Assad (quien llegó al poder tras el fallecimiento de su padre Hafez al-Assad en 2000) e inspirados por la llamada “Primavera Árabe” en marzo de 2011 comenzaron las protestas en contra del gobierno, clamando por democracia.
En respuesta, el gobierno se lanzó a la ofensiva armada de aquellos que se le oponían; sin embargo, esto provocó un descontento nacional y que facciones contrarias se armaran con el propósito de defenderse y expulsar a las fuerzas estatales. Assad calificó la oposición a su régimen como “terrorismo impulsado por extranjeros” y juró “destruirlo”.
En mayo de 2011, Homs, una de los puntos más importantes de resistencia al régimen, es sitiado; sus habitantes, desde entonces, vieron restringido su acceso a servicios básicos así como bienes de consumo.
Grupos insurgentes
El comienzo de la insurgencia se da tras la formación en julio de 2011 del Ejercito Sirio Libre (FSA, por sus siglas en inglés), un grupo compuesto por ex miembros de la milicia, quienes buscaban tomar el poder. Tras esto, el gobierno recrudece sus ataques en contra de las ciudades rebeldes, en busca de objetivos de estas organizaciones.
En noviembre de 2011, mientras las fuerzas del FSA repelían los ataques en Homs, la ciudad fue bombardeada para dar entrada al ejercito sirio, lo que llevó a una fuerte confrontación en las calles. La resistencia en la llamada “Capital de la Revolución” hizo retroceder a los soldados de al-Assad .
Sin embargo, en 2012 el ejercito sirio incrementó su ofensiva. Para el 14 de marzo, las tropas oficiales tomaron la ciudad de Idlib tras días de confrontación; para este momento la cifra de civiles muertos llegaba a 10 mil. Luego, el gobierno ordenó el uso de helicópteros de ataque en contra de los rebeldes.
A mediados de abril, las Naciones Unidas, representadas por Kofi Annan, lograron un acuerdo para el cese temporal al fuego.
Oficialmente una guerra civil
El 25 de mayo de 2012, durante el cese al fuego, en Taldou, una villa perteneciente a la región de Houla, 108 personas (49 niños, 34 mujeres y 25 hombres) fueron asesinados. Las Naciones Unidas después concluyeron que los perpetradores fueron fuerzas militares oficiales y grupos paramilitares leales al gobierno de Assad.
Luego de la Masacre de Houla, activistas sirios decían que estos ataques sucedían “bajo la supervisión de la ONU”; el FSA decidió terminar el cese al fuego, indicando que no podían “honrar el pacto si la seguridad de los civiles no estaba garantizada“. Así, el conflicto armado llegó a las ciudades más grandes de Siria, Damasco y Aleppo.
El 12 de junio de 2012, las Naciones Unidas declararon oficialmente que Siria se encontraba en guerra civil.
¿Por qué y quienes pelean?
Lo que inicialmente comenzó como una muestra de descontento civil con el régimen de Assad, gradualmente se fue convirtiendo en un conflicto armado alargado principalmente por el involucramiento de fuerzas y países con su propia agenda.
Ahora no sólo las fuerzas rebeldes luchan contra el gobierno, sino que se ha convertido en tierra fértil para el surgimiento y fortalecimiento de grupos radicales como el Estado Islámico (ISIS) y Al-Qaeda. Adicionalmente, países como Rusia, Irán, Irak y Afganistán han apoyado a las tropas de al-Assad con elementos de sus propios cuerpos militares, así como con armas.
Por otro lado, países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Arabia Saudita y Turquía entre otros, han ayudado a los grupos que ellos consideran rebeldes “moderados”
¿Y los civiles?
De acuerdo con la BBC, a 7 años del inicio de la guerra, ésta ha dado como resultado de 350 mil a 400 mil personas fallecidas. Además, 1.5 millones de personas con discapacidades permanentes, cifra que incluye a 86 mil que han perdido alguna extremidad.
Debido a los constantes enfrentamientos entre distintas facciones, los civiles se han visto obligados a huir de las zonas de conflicto, ya sea dentro o fuera del país, ocasionando la crisis humanitaria más grande de los últimos años. Alrededor de 6.1 millones de sirios han sido desplazados dentro del país, mientras que 5.6 millones han huido de este.
El fin de la guerra
A pesar de los múltiples intentos hechos por las Naciones Unidas y otros países, la guerra está lejos de terminar. Los distintos grupos involucrados se han encargado de que el fin de este conflicto no se vea cercano.
Bashar al-Assad se niega a negociar con la oposición, quienes demandan que deje el cargo para poder comenzar una transición pacífica. Rusia, por otro lado, ha sido acusada por otros países de constantemente desmantelar las pláticas de paz.
Mientras estos grupos se niegan a abandonar el poder o luchan por conseguirlo, familias enteras se han visto atrapadas en medio; mermadas de cosas tan básicas como alimento, niños y adultos se enfrentan diariamente a horrores inimaginables. ¿Qué opción les queda a estas personas? ¿Huir y enfrentar los peligros en el camino para llegar luego a enfrentar el rechazo y la falta de empatía o quedarse y contar las horas, días para que llegue un fin, el suyo o el de la guerra?