¿Se acuerdan de Luis Vega Pámanes? Bueno, si son de los que aportan su granito de arena al clásico “los mexicanos no tienen memoria”, no se preocupen, aquí se los recordamos y añadimos datos a su CV.
Hace unos días, el flamante presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco (sí, don Luis) fue noticia negativa al darse a conocer que, el pasado 29 de julio, habría intentado hacerle el paro a un par de presuntos criminales, quienes fueron detenidos por andar robando y asaltando a mano armada. Para esto, Vega Pámanes le hizo unas llamadas al jefe de la Policía: “conozco a ese señor”, ofreció como poderoso argumento.
“Lo que pasa es que yo conozco al señor. El señor ese es muy amigo de un grupo empresarial aquí”, alegó el magistrado… por pedido del ‘patrón’ de los detenidos, un buen hombre dedicado a la “compra y venta de vehículo”.
Aunque muchos pensarían que tal intervención revelaría alguna relación cercana entre Vega y los criminales (del tipo que su mente malpensada les ofrezca), el motivo del paro es más del tipo humano: al parecer, el del Supremo Tribunal ve en los delincuentes material para en un futuro próximo formar parte de la institución que él honorablemente preside. Por qué no… él mismo es una prueba viviente de tan radical cambio de vida.
Así es: los del Diario Reforma nomás tuvieron que rascarle tantito a los periódicos para toporse con que, en 1984, Vega Pámanes fue detenido por robo, asesinato y resistirse a la autoridad. El asunto fue así: el entonces estudiante robó un auto y con él atropelló a una persona, para más tarde resistirse a punta de pistola a ser arrestado… ahhh y ya detenido, confesó ser el autor de otros asaltos a transeúntes.
Confirmada la veracidad de los hechos descritos, también se recuerda que en aquel entonces Vega Pámanes era conocido como “El Caballo” y se detalla que el delito con el que ocupó espacio en los periódicos fue realizado junto con su pareja Gustavo Gómez “El Avo”: ambos agarraron a guamazos a un par de estudiantes y los despojaron de sus pertenencias. Luego, a punta de revólver calibre .32 quitaron su auto a un hombre y, durante su huida, arrollaron a dos mujeres, una de 52 y otra de 62 años. La primera murió, mientras que la otra resultó herida. Tras chocar con un poste, el par de criminales armó la balacera en contra de la policía y, bueno, todo acabó con la detención de ambos.
Aunque se desconoce el proceso al que fue sujeto Vega Pámanes, de haber estado en el bote, el buen “Caballo” sería la refutación a eso de que en la cárcel los criminales nomás aprenden más y “mejores” mañas. Vean hasta donde ha llegado ese que fuera criminal: decidió dejar atrás la vida delicuencial y, tras estudiarle y chambearle duro, llegó ni más ni menos que hasta la presidencia de la Suprema Corte de Justicia tapatía… Sí, seguro fue eso.