Para muchos de nosotros la historia de Colosio pasó de noche. Sabemos de oídas de su asesinato en el 94, pero poco del significado de su candidatura presidencial.

El 23 de marzo de 1994, el candidato único del PRI a la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado con dos tiros durante un mitin político. Antes, Colosio había sugerido disminuir las atribuciones del presidente, aumentar la fuerza parlamentaria y transformar al partido.

Las investigación mereció la creación de una Subprocuraduría especial que entregó diversas versiones de los hechos tras ser encabezada por diferentes actores que ofrecieron conferencias con información contradictoria en torno al caso con hipótesis que iban desde el complot político hasta la del “asesino solitario”, en varias ocasiones señalada como absurda.

En el año 2000, el caso fue cerrado y la Subprocuraduría disuelta luego de encontrar a Mario Aburto Martínez como el homicida único. Durante el proceso, autoridades judiciales declararon improcedentes diversas versiones y evidencias por encontrarlas fabricadas.

 

Preparándose para el PRI

Luis Donaldo Colosio nació el 10 de febrero de 1950 en Magdalena de Kino, Sonora, en una familia de escasos recursos. Obtuvo becas que le permitieron estudiar economía en el Tecnológico de Monterrey y desarrollo regional en la Universidad de Pennsylvania.

A principios de 1968, ingresó al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, donde cursó la carrera de Economía. En enero de 1975, viajó a la ciudad de Pittsburg, Estados Unidos, para hacer la Maestría en Desarrollo Regional; sin embargo, cambió de universidad y se trasladó a la de Pennsylvania, porque allí tenían un mejor plan de estudios.

A principios de 1977, fue invitado a Viena, Austria, por el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados con la intención de incorporarse como investigador académico, donde realizó estudios de Doctorado en Economía Regional y Urbana.

De regreso a México, en 1979, ingresó como catedrático a la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, de la UNAM, a la Universidad Anáhuac y a El Colegio de México.

 

Problemas en la cúpula

En ese mismo año ingresó al PRI. Durante 1981 fue nombrado Subdirector de Análisis para la Planeación del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI en el Distrito Federal. En el sexenio de Miguel de la Madrid, Luis Donaldo Colosio fue designado como director General de Programación y Presupuesto Regional, donde dirigió los programas de desarrollo regional que llevaron adelante proyectos como PIDER y COPLAMAR, diseñados precisamente para aplicar recursos en zonas económicamente deprimidas.

En 1985, fue Diputado Federal y presidió la Cámara de Diputados de la LIII Legislatura. En octubre de 1987, fue designado Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional y al poco tiempo, fue coordinador de la Campaña Presidencial de Carlos Salinas de Gortari, posteriormente en 1988, se convirtió en senador por el estado de Sonora. Asumió la Presidencia del Comité Ejecutivo del PRI y para 1992 fue nombrado secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (posteriormente SEDESOL).

A raíz del alzamiento del EZLN y en medio de una terrible presión política y mediática, era cotidianamente asediado por los rumores de que se preparaba una candidatura alterna, la de Manuel Camacho Solís.

 

México sin Colosio

Colosio fue asesinado el 23 de marzo de 1994, en plena campaña electoral. Contaba con 44 años de edad y existía la seguridad de que estaba por ser presidente de México.

Como bien señala Agustín Basave en una breve semblanza, Luis Donaldo Colosio fue víctima de las perversidades del sistema, no fue un santo ni un funcionario perfecto: nada hubiera podido cambiar sin un cambia de un sociedad que participa en corruptelas y juzga ingenuos a los políticos ajenos a la perversión.

El doctor Basave también cree que la violencia que hoy padecemos se remonta a ese momento, el homicidio impune del entonces candidato del partido hegemónico y casi seguro presidente de la República. El episodio terminó de borrar los límites entre crimen organizado y política, abriendo la puerta al todo se vale.

El día de hoy, el presidente Enrique Peña Nieto recordó al priista en su cuenta de Twitter:

Luis Donaldo Colosio no hubiera podido ser el presidente que México necesitaba, porque no existían las circunstancias necesarias para el desarrollo de México y porque él no representaba en lo absoluto una alternativa al sistema que pretendía enfrentar, sino un síntoma.

Hoy, convertido en héroe y homenajeado por el PRI, Luis Donaldo nos recuerda aquella sentencia maquiavélica que recomienda que, para deshacerse de un enemigo estimado por el pueblo, lo mejor es hacerlo desaparecer para luego promover su canonización.

@plumasatomicas

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