El día de ayer, el presidente Enrique Peña Nieto, dijo que el país está de mal humor, pero que hay avances; estas fueron sus palabras:
“Sé que a veces se puede decir, leyendo algunas notas, columnas y comentarios que recojo de aquí y de allá, que no hay buen humor, el ánimo está caído, hay mal ambiente, un mal humor social.”
Si en este momento nuestro presidente se pregunta justo eso, le haremos más sencilla la tarea de investigación y señalaremos 5 focos rojos que hay actualmente en México junto a breves ejemplos de cada uno; todo para que se pueda entender por qué la gente no está precisamente brincando de alegría.
Impunidad
Un claro ejemplo de que la justicia en nuestro país se encuentra deforme, es el caso Ayotzinapa. Desde hace casi dos años se ha pedido una respuesta creíble con respecto a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas.
Incluso con toda la polémica que generó la información que recientemente presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) -la cual de hecho, contiene evidencia en video que ponen en duda la supuesta “verdad histórica” de la PGR-, la respuesta del gobierno fue de algún modo indiferente.
No sólo no se llegó al fondo del caso, sino mediante acoso e intimidación, se deshicieron de la única ayuda externa para obtener una respuesta que dejara un poco más tranquilas a las familias y seres queridos de las víctimas de aquel trágico evento.
Crisis de derechos humanos
Qué mejor manera de referirnos a una evidente violación a los derechos humanos, que los artículos 189 y 190 de la #LeyTelecom. En estos, básicamente se sugiere que se permita al gobierno el acceso sin orden de un juez a nuestros datos personales.
El hecho de que las autoridades puedan monitorear nuestra ubicación o intervenir nuestras comunicaciones privadas “para facilitar investigaciones criminales”, no convierte al país en un lugar seguro para vivir, sino en uno con miedo a expresarse.
También podemos agregar que en México, la tortura es una práctica usual. Cuando el relator de la ONU, Juan Méndez, intentó dar seguimiento a su trabajo con respecto al tema por preocupación debido a lo ocurrido en el caso de los 43 estudiantes normalistas, el acceso al país se le fue negado por nuestro mismo gobierno.
Corrupción
Ya se había mencionado el resultado de los estudios del Índice de Percepción de la Corrupción, realizados en el año pasado, según estos, México es el país más corrupto de la OCDE. Ahí na’más.
¿Cómo puede ser eso posible? Es sencillo, sólo tenemos que hacer un poco de memoria y recordar casos como el de la Casa Blanca, Ayotzinapa, OHL, Oceanografía, todas las acusaciones en contra de ex gobernadores y el día a día que vivimos envueltos en casos de corrupción en todos sus ámbitos.
Inseguridad
Tan sólo tenemos que echar un vistazo a lo que ocurre ahora mismo en Acapulco. Tiroteos, asesinatos y otro tipo de despliegues de violencia por parte del crimen organizado, se dan muy a menudo en zonas turísticas.
Lo más frustrante es que cuando se quiere señalar este hecho preocupante, el gobierno del estado simplemente dice que “no pasa nada”. Si no han visto qué clase de respuestas da el gobernador de Guerrero cada vez que algo alarmante sucede, acá les dejamos un ejemplo.
Cabe aclarar que no es el único lugar del país que es inseguro, recientemente el Instituto para la Economía y la Paz presentó el Índice de Paz México 2016, donde vemos la triste realidad del país en este ámbito.
Pobreza
Como a veces no basta con mirar a los alrededores o navegar un poco en internet, debemos subrayar que México posee un índice de pobreza altísimo. Anteriormente, Cepal anunció que todos los países en América Latina se mantuvieron estables en su nivel de pobreza e indigencia, con excepción de México, donde se vio en aumento.
Lo malo es que todo esto cobra sentido cuando nos ponemos a pensar en todos los desvíos de recursos que ocurren en el país, junto a reformas que lejos de ayudarnos como es prometido, nos dan más en la torre.
Volvemos a recalcar que estos son sólo ejemplos recientes que sintetizan todo lo que la gente en México debe soportar constantemente. No sabemos hasta qué punto la ciudadanía pueda dar su brazo a torcer, pero de lo que sí estamos seguros, es que se va a necesitar mucho más que unas largas vacaciones para remediar el sentimiento con el que se vive diariamente en nuestra tierra querida.
