Lo que necesitas saber:

Abraham Ángel fue un pintor mexicano que a pesar de haber muerto a los 19 años de edad, dejó varias pinturas que son hoy en día muy reconocidas.

¿Conocían a este artista? Si su respuesta es no, acá les queremos hablar un poquito de Abraham Ángel, un pintor que dicen se suicidó a los 19 años, pero que dejó en su paso por este mundo varias pinturas que aún a la fecha son reconocidas por críticos y conocedores del arte mexicano.

Sí, esto a propósito de que el Museo de Arte Moderno acaba de inaugurar la exposición “Abraham Ángel: Entre el asombro y la seducción”, la cual representa la primera gran revisión de su trabajo en más de 35 años.

Así es; se trata de una muestra que reúne la mayoría de las obras de este pintor mexicano, quien comenzó su carrera artística a los 16 años de edad y de quien les hablamos más aquí abajo.

5 pinturas de Abraham Ángel, el pintor mexicano que se suicidó a una corta edad

De acuerdo con la Secretaría de Cultura, aunque Abraham Ángel sólo llegó a trazar unas 20 pinturas durante toda su carrera artística, que terminó cuando aparentemente se suicidó a los 19 años de edad, con su estética vanguardista y algo desenfrenada consiguió que se le considerara como un referente en la llamada Escuela Mexicana de Pintura.

Pinturas de Abraham Ángel.
“Autorretrato” – Pintura de Abraham Ángel vía MUNAL.

Por esta razón, creímos que sería bueno presentarles algunas de sus obras que quizá no conocían, así como cinco datos sobre su vida personal y artística:

1- Hijo de una mujer sinaloense y un minero escocés

Según el Museo Nacional de Arte (MUNAL), Abraham Ángel Card Valdés nació el 7 de marzo de 1905, en El Oro, Estado de México. Él era el menor de cinco hijos de la pareja Lewis Edward Card, un minero escocés, y de una mujer sinaloense llamada  Francisca Valdez, hija de Rudecindo Valdés y Andrea Hernández, originarios de la Hacienda de los Reyes.

Pinturas de Abraham Ángel.
“La Familia” – Pintura de Abraham Ángel vía el Museo de Arte de Moderno (MAM).

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que su padre se desinteresara por su familia y los abandonara. Por esta razón, su madre decidió mudarse con sus cinco hijos al estado de Puebla.

Fue cuando Abraham Ángel tenía once años de edad que su mamá decidió trasladarse a la Ciudad de México con él y otros dos de sus hermanos, siendo el mayor el que tomaría el liderazgo de su familia.

2- La expulsión de su familia por el amor al arte

Justo después de su mudanza a la capital de México, durante su adolescencia, el interés por el arte y la pintura surgió en Abraham Ángel, poniéndose como meta estudiar en nada más y nada menos que la Academia de San Carlos.

Sin embargo, al anunciar su nueva pasión a su familia, su hermano mayor, estricto como el padre que los había abandonado, decidió oponerse, llegando a expulsarlo de la casa en que vivían.

Pinturas de Abraham Ángel.
Pintura de Abraham Ángel vía Museo Nacional de Arte, INBA Acervo constitutivo, 1982.

A cambio, el joven retiró sus dos apellidos y se hizo llamar solamente Abraham Ángel.

3- La relación con su maestro Manuel Rodríguez Lozano

Al poco tiempo de haber abandonado su casa, conoció al pintor Manuel Rodríguez Lozano, quien guió a Abraham Ángel para crear sus primeras pinturas, pero que también, se dice, fue por quien se suicidó a los 19 años de edad.

Pinturas de Abraham Ángel.
“El cadete” – Pintura de Abraham Ángel vía la Secretaría de Cultura.

Por la gran atracción que sintieron el uno por el otro, comenzaron a vivir juntos. Era tanta la admiración que tenía Lozano por Ángel, que llegó a decir que era el mejor pintor del continente americano en ese entonces.

4- ¿Por qué dicen que se suicidó?

De acuerdo con el MUNAL, todo comenzó cuando Manuel Rodríguez Lozano conoció a Julio Castellanos, otro joven pintor mexicano que lo encantó con sus obras.

Razón por la cual, cuentan, Abraham Ángel comenzó a tener muchos celos y decidió el 17 de octubre de 1924, cuando tenía solamente 19 años de edad, inyectarse un gramo de cocaína, lo que le provocó una muerte fulminante.

Pinturas de Abraham Ángel.
“Me mato por una mujer traidora” – Pintura de Abraham Ángel vía Museo de Bellas Artes de Toluca.

No obstante, hasta la fecha, no se ha aclarado al 100 % si se trató de un suicidio o si fue solamente un accidente lo que ocurrió en la casa de Rodriguez Lozano. Principalmente porque en su acta de defunción se registró que había fallecido a causa de “cardiopatía congénita”.

Aunque quizá una pista podría ser que a uno de sus últimos cuadros que pintó lo bautizó como “Me mato por una mujer traidora”, de 1924.

5- El “Arthur Rimbaud” mexicano

Como les contábamos al inicio de esta nota, con tan solo 20 pinturas hechas, Abraham Ángel se convirtió en un pintor representativo del arte mexicano, en una leyenda que acrecentó luego de que se suicidó a los 19 años, pues sus obras destacaron en el estilo naif gracias, también, al uso del Método Best, una técnica de dibujo creada por el artista plástico Adolfo Best Maugard, quien fue su profesor y quien lo presentó con Manuel Rodríguez Lozano.

Luego de su muerte, críticos y hasta escritores reconocieron la obra del joven pintor. Uno de ellos fue Alfonso Reyes, quien llegó a compararlo con Arthur Rimbaud, el poeta que también a una corta edad se convirtió en uno de los mejores de su tiempo.

Pinturas de Abraham Ángel.
“El tenista (Retrato de Hugo Tilghman)” – Pintura de Abraham Ángel vía INBA.

El escritor mexicano llegó a escribir los siguientes versos a Abraham Ángel:

Érase un niño. Pintaba

con su tierra mineral.

La tierra, como leal,

dicen que se le entregaba

Mientras que en uno de sus ensayos le dedicó las siguientes palabras: “Aconteció el meteoro, brilló y se extinguió el niño predestinado, Abraham Ángel. Y ya estaba logrado el prodigio”.

¿Conocían estos datos y pinturas de Abraham Ángel, el pintor que se suicidó a los 19 años? Visiten el Museo de Arte Moderno para que conozcan otras de sus obras.

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Me llamo Erick Ponce y trabajo en Sopitas.com desde el 2020. De hecho, entré justo un mes antes de que se decretara la pandemia de COVID-19; pero bueno, este no es el lugar para deprimirlos. Antes colaboré...

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