Históricamente el siglo XIX fue un periodo en extremo dividido especialmente si hablamos de un contexto racial. Sin embargo, grandes talentos surgieron de este marco en el ámbito de las artes, y muchos de ellos en su momento no obtuvieron el reconocimiento que merecían realmente por su trabajo, por el simple hecho de ser negros.
A continuación cinco artistas negros que se rifaron durante el siglo XIX, para incrementar un poco nuestro acervo cultural.
1.- Meta Vaux Warrick Fuller
Nacida en 1877, la obra más destacada de Fuller técnicamente se produjo en el siglo XX. Pero a finales del siglo XIX estudiaba en el Museo de Artes Industriales de Pensilvania. Fue protegida de Auguste Rodin, escultor francés impresionista, y fue apodada por la prensa francesa como “la delicada escultora de los horrores”.
2.- Edward Mitchell Bannister
Nació en Canadá en 1828 y acorde con el Rhode Island College, Bannister se inspiró para convertirse en un artista después de leer un artículo en 1867 en el New York Herald que decía: “El negro parece tener un aprecio por el arte a pesar de ser incapaz de producirlo.”
3.- Robert Scott Duncanson
Conocido por sus pinturas de paisajes románticos, Robert S. Duncanson nació en 1821, de padre escocés y madre canadiense afroamericana. Comenzó su carrera en Cincinnati en 1842, y luego fue a estudiar en Escocia en 1853. Pasó los siguientes años viajando entre Estados Unidos y Europa, debido a los problemas raciales.
4.- Edmonia Lewis
India Chippewa por parte de su madre y afroamericana por parte de su padre, Edmonia Lewis nació en Nueva York en 1843. Estudió escultura a los 20 en Boston. Creó y vendió su arte, hasta que se hizo de dinero suficiente para continuar estudiando en Italia. Su escultura “Forever Free” es de las más famosas.
5.- Henry Ossawa Tanner
A Henry Ossawa Tanner le gustaba la corriente del naturalismo. Nació y se crió en Filadelfia en 1859. Estudió arte a sus 20 años de edad en la Academia de Artes de Pensilvania. Más tarde se trasladó a París. Su carrera en los Estados Unidos fue impulsada por un artículo que escribió Booker T. Washington en 1899.