Un día como hoy en 1970 aparecía en el mercado británico el último álbum de la banda más grande del mundo: Let It Be de The Beatles. Un ambicioso proyecto concebido por Paul McCartney que pretendía llevar a la banda “de regreso a las raíces” del inicio de su carrera (y también a los escenarios).

Cronológicamente es incorrecto decir que Let It Be es el último álbum de la banda. Grabado en 1968 durante unas tortuosas sesiones llenas de conflictos que llegaron hasta los golpes y la posterior separación del grupo, el álbum y la película fueron literalmente enlatados pues había sido una experiencia bastante desagradable para todos además de que la producción del álbum no fue muy de su agrado. En lo que se decidían “arreglarlo”, todos estuvieron de acuerdo que el grupo merecía una mejor despedida, así que en Febrero de 1969 se juntaron con la mejor vibra para grabar el verdadero álbum final de los Beatles: Abbey Road. Sin embargo, debido a que el grupo seguía indeciso sobre qué hacer con Let It Be (que en aquel entonces todo el proyecto se llamaba Get Back), que Lennon le llevó las cintas del álbum a Phil Spector para que las dejara “presentables” y que la disquera EMI tenía sus estrategias de marketing, apareció al final de su discografía.

Luego de la grabación del “White Album”, McCartney se dio cuenta que la unidad de la banda se fragmentaba, debido a que literalmente cada uno de los músicos estuvo trabajando por separado sin mucha ayuda de los demás, lo cual lo llevó a planear este nuevo ejercicio de “integración” en el que se vería a los Beatles, sin invitados externos (aunque todo el tiempo estuvo presente la rémora de Lennon: Yoko Ono), sólo los cuatro músicos en una película, componiendo, ensayando, grabando y tocando en vivo todo un álbum de nuevas canciones. Irónicamente el trabajo que debió unir a los Beatles terminó separándolos.

El problema para empezar fue que no se puede componer un álbum, un trabajo artístico que necesita de cierto ambiente de relajamiento para ser creado, en el frío de Febrero en Twickenham, Londres, llegar a las 8 de la mañana entre grúas, cámaras y luces de colores y estar “inspirado” para crear las mejores canciones de la historia. Para el workaholic de Paul, no había mayor problema, sin embargo para los otros tres era demasiado y siempre estaban de mal humor (con sobrada razón). Sobre todo el aspecto de tener las cámaras encima documentándolo todo era demasiada presión, no había privacidad alguna y todas las discusiones acaloradas estaban siendo filmadas. Lennon, para entonces adicto a la heroína, se encontraba aislado y ajeno a todo el proyecto, volcado sobre Yoko. Ringo que nunca tenía problema con nada, también comenzó a sentirse fastidiado de que les costara tanto trabajo ponerse a trabajar. George Harrison, harto de ser ninguneado y sentirse como un empleado al servicio de McCartney, luego de discutir con él sobre cómo tocar “Two Of Us” se retiró de las sesiones. El hartazgo llegaba a tal grado que Lennon sugirió llamar a Eric Clapton para integrarse al grupo si George no regresaba pronto (declaración que quedó capturada en las cintas de grabación que jamás se detenían). Por supuesto Paul se tuvo que disculpar y Harrison volvió, pero era claro que el experimento no estaba funcionando.

Así que dejaron los estudios de Twickenham y se fueron a grabar con el equipo portatil a los cuarteles de Apple en Savile Row. Para aliviar las tensiones, tal como lo había hecho en el “White Album” con Eric Clapton, Harrison buscó a Billy Preston para que se uniera al proyecto y de inmediato la vibra mejoró en un 100%, las estupideces y los problemas se desvanecieron gracias a que había alguien más enmedio del infierno que vivían los cuatro de Liverpool. El proyecto de grabar un álbum en vivo quedó limitado sólo a algunos tracks. El grupo estaba planeando dónde realizar el concierto de regreso de los Beatles. Se habló de yates, anfiteatros en Grecia, el Roundhouse de Londres, las pirámides de Egipto y la Royal Opera House. Sin embargo nada de esto se materializó y el grupo terminó subiendo a la azotea de Apple Records el 30 de Enero de 1969 para dar su primer y último concierto, desde 1966.

John Lennon tomó las cintas de grabación con cientos de horas de canciones y comisionó al ingeniero Glyn Johns a construir un álbum de todo ello. Johns seleccionó lo que consideró los mejores tracks, los más concretos además de algunos diálogos que reflejarían el espíritu “de ensayo” del proyecto, pues durante las sesiones los Beatles se dieron vuelo perdiendo el tiempo en jams larguísimos tocando viejas canciones de Rock y algunas de las que posteriormente aparecerían en Abbey Road y los álbumes solistas de sus integrantes. Un año después Lennon llevó la selección de Johns al productor Phil Spector, creador del famoso “Wall of Sound”, quien en palabras de Lennon, “hizo lo mejor que pudo con las porquerías que le dimos”, añadió arreglos de cuerdas y coros orquestales al que supuestamente debía ser un disco sencillo de Rock, contradiciendo el espíritu mismo del proyecto en el cual los Beatles grabarían sin doblajes, sin arreglos, sin trucos de estudio, en ensayo, casi como amateurs. Todos sus integrantes lo odiaron, incluso Lennon dijo que para él no era un disco fantástico pero que al menos no lo hizo vomitar.

Un mes antes de la salida de Let It Be, McCartney aprovechó el marketing para presentar su primer álbum como solista y dar una artera estocada anunciando que se separaba de los Beatles, terminando para siempre con el grupo.

Dentro de todas las ruinas, tiene muchas cosas rescatables. Hay estupendos temas como “I Got A Feeling”, “One After 909” rescatada de las primeras rolas compuestas por la banda en su historia, “I Me Mine”, “Two of Us”, “I’ve Got A Feeling”, “Dig A Pony”, “Don’t Let Me Down” excluída del tracklist final pero lanzada como lado B del sencillo “Get Back”. Años después McCartney cobraría venganza y lanzaría Let It Be…Naked, deshaciéndose de los arreglos de Spector y presentando el álbum “como debió sonar siempre”.

En resumen Let It Be, es más un soundtrack que un álbum, muestra el sonido de una banda que se está desintegrando bajo el peso de sus integrantes quienes están esperando la señal para tomar caminos separados.

(La película no ha sido editada jamás en DVD y a pregunta expresa de si alguna vez se lanzará, McCartney es el primero que se opone a hacerlo porque él aparece como “el malo de la película” con los otros Beatles en su contra)

@ivannieblas

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