Aquí en Sopitas.com todos rebasamos los 20 años, pero eso no aminoró la emoción que sentimos cuando nos dijeron que tendríamos la oportunidad de entrevistar Álvaro Díaz, uno de los creadores de 31 Minutos. Sólo escuchar que tendríamos “algo que ver” con la visita que Tulio Triviño, Juan Carlos Bodoque, Juanín Juan Harry y compañía harán a nuestro país -con la obra Radio Guaripolo-, puso a todos tan de buenas como si tocara Lunes de Mallitas o Miércoles de Lavaderos. Si están ansiosos por volver a ver el show de 31 Minutos en México, ellos se presentarán el sábado 11 y domingo 12 de julio en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México.
Esto nos puso a pensar en lo impresionante que resulta el hecho de que un programa primordialmente hecho para niños tenga un séquito tan grande de seguidores y no sólo de niños que crecimos con la serie y ahora ya somos unos gañanes llenos de nostalgia, también de jóvenes que apenas descubren esta joya y se vuelven fanáticos o -como nos contó su creador- “papás que prácticamente obligan a sus hijos a ir porque ellos quieren ver el show”.
Así que si ustedes también son fanáticos de corazón de estos periodistas de peluche, los invitamos a leer nuestra plática con Álvaro Díaz y que así se la nostalgia los golpee un rato.
Vinieron con el show de 31 minutos el año pasado ¿Cómo les fue en aquella ocasión?
Estuvo increíble, fue una experiencia bien emocionante en todo sentido. Era una obra que nosotros llevamos presentando un rato en Chile y de repente encontrarse con un público que está deseoso de vernos, de cantar por primera vez las canciones de 31 minutos es como encontrarse un pariente muy cercano, pero que no veías en mucho tiempo y quieres saber de él ¡Fue muy emocionante! Eran muy fans, se sabían todas las canciones ¡incluso las nuevas de programas muy recientes que apenas veníamos estrenando! Todo increíble, pues… ¡Por eso volvemos!
Hemos hecho los dos shows en el DF y las entradas se agotaron muy rápido y queríamos volver con el show para que lo vea más gente.
¿Qué hay de diferente entre el show que dieron el año pasado y el que viene?
Sentimos que quedamos con presentaciones pendientes en México y con ganas de seguirnos presentando. Estamos terminando la gira de Radio Guaripolo y nos surgió la idea de darnos una nueva pasada por México y pues la tomamos.
Básicamente volvemos con el mismo show, pero un poco más alargado. Lo que cambia es que traemos 5 nuevas canciones de la nueva temporada. Pensando en el público, eso es algo muy arriesgado, pero en México tenemos un público muy fan que ha visto los capítulos nuevos en YouTube y que se sabe las canciones y creemos que ese tipo de público se merece siempre estar como con lo último.
Entonces, lo que queremos es que se repita la misma onda para el público que no pudo o que no alcanzó a comprar entradas en nuestra visita pasada, pero claro está que los que quieran repetir ¡bienvenidos sean a ver tres, cuatro veces la obra!
¿Qué tan habitual es encontrarte con jóvenes y adultos sin niños que vayan a los shows?
Muchos fans duros de 31 Minutos andan por los veintes, y van muy entusiastas, pero muy exigentes también, siempre están pidiendo cosas nuevas. También va mucho papás que prácticamente obligan a sus hijos a ir porque ellos quieren ver el show y por otro lado hay mucho niño que se va integrando y otros que en algún momento eran niños y han ido creciendo, pero nos siguen acompañando.
El asunto de la edad no es un tema que nos complique mucho a nosotros, vemos mucho niño en el público que disfruta ver los colores o el movimiento y los títeres y también hay mucho adulto vuelto loco bailando arriba de la silla y que le entusiasman las canciones, que se las sabe o que las ha ido escuchando con su hijo.
A mí me encanta eso de que algunas cosas generen un efecto muy adictivo en distintos niveles y con distinta gente. Nos preguntan mucho “Pero ¿cuál es el target de ustedes? ¿A quién le apuntan?” Bueno, nosotros somos un programa infantil, pero hecho desde nosotros, quizá no seamos los mejores profesores para los niños, pero somos profesores.
Creo que básicamente hablando desde uno. Por ejemplo, yo tengo hijos de 12 y 9 años y me entretengo mucho con ellos pues porque me quiero entretener con ellos, si los tratara como unos niños que son un problema con los que tengo que hacer un gran esfuerzo para entender sus temas, me aburriría mucho. Al revés, yo siento que uno puede tener intereses en común y establecer un diálogo con ellos sin dejar de ser un adulto. En 31 Minutos tratamos de hacer lo mismo, tratamos de que sea algo que a nosotros nos divierta mucho, que a nosotros nos entretenga, que sean chistes de los que nos reímos mucho nosotros, pero a los que están invitados a reírse los niños y el resto de la gente. Es una exigencia fundamental que nosotros la estemos pasando muy bien haciéndolo, escribiéndolo, actuando porque creemos que no somos tan distintos.
Somos nuestro primer público, por decirlo así, y hasta ahora esto nos ha funcionado muy bien, lo importante es ser como riguroso, ser exigente con que siempre uno esté atento a qué momentos están aburridos y qué momentos están hechos un poco mas por rellenar y cambiarlos, aprovechar ese tiempo. ¡El aburrimiento es nuestro principal enemigo!, es por esto que 31 Minutos tiende a ser muy excesivo en general, tiene harto ingrediente y pasan cosas todo el rato.
Regresando al show, ¿Podrías hablarnos un poco más del contexto en el que se desarrolla el espectáculo?
Todo pasa como en una especie de barrio bajero, ese medio barrio bajo que en todos los países con ciudades grandes existe. Un barrio bajo medio decadente, donde se supone que son los músicos -o una especie de músicos- de night club que van saliendo del trabajo.
Es ahí donde se desarrolla Radio Guaripolo, una radio que tiene una cosa muy rara, un programa de bromas nocturnas donde se dedican a llamar gente en la noche para molestarla. Y básicamente Guaripolo -que es un personaje como bien marginal dentro de 31 Minutos– llama a los protagonistas para molestarlos, pero con el transcurrir de esta noche tormentosa la radio se va volviendo en su contra y aparecen como los fantasmas de la noche.
Los niños en general le tienen miedo al tema de la noche, pero por eso mismo los atrae mucho, le genera mucha curiosidad igual que los monstruos. Es por esto que nos gusta usar tópicos de ese estilo.
¿Qué búsqueda ha tenido 31 minutos durante toda su historia?
El interés genuino por probar determinadas cosas, desde técnicas de trabajo, de grabación o de montaje, cambiar de formato, estar cambiando constantemente, ir de la televisión, al cine, al montaje tipo banda de rock, después ir a una cosa más teatral -como lo es Radio Guaripolo-, regresar a la televisión, hacer cosas para internet, eso por un lado nos mantiene muy alerta por que hay que ir cambiando, hay que ir modificando según el formato.
Y por otro lado mantener siempre un mismo rigor con los guiones, la actuación, ser como bien disciplinado. Por ejemplo, si hay que hacer promoción de los shows, sería muy fácil poner un anuncio y ya pero no, nosotros grabamos un comercial.
Uno no puede dejar de darle a la gente, de seguir intentando cosas, de seguir agrandando el mundo de 31 Minutos, mientras uno no deje de darle al público, uno a veces se puede equivocar, puede hacer cosas más aburridas de vez en cuando pero la gente siempre te va a agradecer que sigas vivo y activo.
¿Y qué sigue para 31 minutos ahora que termine la gira?
Primero vamos a lanzar nuestro nuevo disco, que se llama Arwrarwrirwrarwro (de verdad), que está inspirado en una de las canciones de la nueva temporada y es nuestro cuarto disco de estudio. Lanzando ese disco, nos vamos a preparar nuestra nueva obra que se llama Mansión Triviño que es definitivamente una obra de terror, muy a lo Scooby Doo, para niños, un terror en una onda Vincent Price que acá nos encanta, somos muy fanáticos de eso.
Y el mundo del terror y de la noche a los niños les fascina y a nosotros también entonces ese es un punto de comunión, de ahí nos pasamos por alto todo este mundo de los celulares y tratamos de mantener nuestra vibra setentera, nosotros somos como bien análogos.
Y como pregunta bonus: Siempre quise saber ¿si una de las bandas del Ranking Top Top Top fuera real ¿De cuál crees que serías fanático?
Nunca lo había pensado pero yo creo que de Freddy Turbina y creo también que el dinosaurio Roberto (interprete de “El Dinosaurio Anacleto”) que es más como Leonard Cohen, me gusta más eso. Uno es fan de Freddy Turbina como se es fan de James Brown, no me gusta tanto, pero el tipo es buenísimo.