Como bien sabemos, los nexos entre las instituciones de seguridad y el crimen en nuestro país tienen raíces muy profundas. Un monitoreo de medios que hizo El Universal, mostró que en los últimos 5 años han sido detenidos 2 mil 543 policías en todo el territorio mexicano.
Extorsión, abuso de autoridad, homicidio y retención de personas para entregarlas al crimen organizado, son algunos de los abusos a los que somos sometidos los ciudadanos por parte de aquellos que, se supone, deberían cuidarnos.
México es el tercer país con el mayor número de policías en el mundo (un momento… ¿¡qué!?), únicamente nos superan la India y Estados Unidos (así es… tenemos más policías que los chinos). Según el Universal, a pesar de tener tantos elementos de seguridad (519 mil 739 agentes), no hemos podido combatir al crimen organizado. El problema es obvio, 7 de cada 10 miembros de las fuerzas municipales han sido infiltrados por el crimen.
Tlatlaya y Ayotzinapa han mostrado algo que ya no soporta la ciudadanía: tanto el Ejército como la Policía no están funcionando correctamente y se están saltando la Constitución (así es, la gente que debería aplicarla).
Ayotzinapa nos mostró que nuestra policía es corrupta: detuvieron, atacaron, mataron, desollaron y entregaron al crimen organizado a los estudiantes normalistas. En México los que deberían ser los buenos sirven a los malos.
Por otro lado, las pésimas condiciones de trabajo y la falta de un proyecto policiaco han generado que los guardias tengan una sensación de abandono por parte de la institución.
Ayotzinapa no es el primer caso (pero sí es un caso ejemplar), en mayo del 2011 se reportó la detención de 23 policías en el municipio de Tarandacuao en Guanajuato, por tener vínculos con grupos del crimen organizado. Una de sus tareas era la de vigilar a probables víctimas, detenerlas y entregarlas al cártel de La Familia Michoacana.
Los entrenamientos no son suficientes, los sueldos de los policías y su situación de trabajo es pobre, así que eligen –o son empujados a elegir– trabajar con el crimen organizado para solventar su situación.
Para que vean que no son entrenados, tan sólo la Gendarmería Nacional fue entrenada 4 meses antes de ser presentada como cuerpo de élite (si así es el de élite ¿qué pasa con los otros cuerpos policiacos? ¿te presentas al trabajo el primer día, te dan tu pistola y tu placa y te dicen que salgas a aplicar la ley como Dios te dio a entender?).
Además, las pruebas de confianza han resultado ser el desperdicio de dinero más grande de la historia… bueno, después de la Estela de Luz, la Autopista del Sol, las Elecciones… y demás.
Parece que cambiar todo esto será un enorme reto para la administración presente. A ver si el presidente comienza a cambiar todo esto (realmente) cuando vuelva de su gira de relaciones públicas de visitas diplomáticas.
¿Ustedes cómo ven la situación?
@plumasatomicas