“Los caminos que se han visualizado son distintos, (pero) lo que nos une es la búsqueda de justicia una de las cosas que más precisa nuestro país y que ha sido el constante llamado de los padres y familiares de los alumnos, alumnas y trabajadores del Colegio Rébsamen, cuya cotidianidad se vio marcada tras el sismo del 19 de septiembre.

Y entre el mar de historias que surgieron en el 19-S, un año después nos encontramos en la evaluación de los avances y la reparación de los daños por parte del gobierno federal y local:

¿Qué tanto se ha apoyado a los damnificados?, ¿qué hay del seguimiento en el caso de corrupción que provocó el colapso de un colegio que albergaba a cerca de 400 alumnos de kinder, primaria y secundaria?

Concluyen demolición en el Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la Delegación Tlalpan, tras 17 días de labores. Foto: @SOBSECDMX

Las voces de Aníbal Mújica, padre de un alumno sobreviviente del colapso en el colegio, y Adán Blanquel, vocero del grupo de 16 familias afectadas y padre de dos alumnas, una de ellas sobreviviente, nos guían en el proceso de búsqueda de justicia y el intento por erradicar la corrupción en las políticas de construcción, en los lugares donde se supone debemos sentirnos seguros.

Colegio Enrique Rébsamen

Hay que “sentar un precedente en el que los colegios del país sean lo que realmente buscamos, que dejemos a nuestros hijos con toda nuestra seguridad. Pensamos que son los lugares más seguros y lamentablemente no lo es. Hay que revertirlo para el bien de todos, explica Adán Blanquel al puntualizar los objetivos que se persiguen en las demandas contra las autoridades.

Foto: Publimetro

¿Por qué?

El caso del Colegio Rébsamen —ubicado en la Colonia Nueva Oriental Coapa, en Tlalpan— siguió una ruta de corrupción y omisión por parte de las autoridades capitalinas, desde la década de los 80 y 90 del siglo pasado.

Las malas prácticas y la omisión se prolongaron en el 2000 y el resultado fue la cifra de 26 personas que perdieron la vida —19 niños y niñas y siete adultos— tras el sismo de 7.1 grados.

De acuerdo con la investigación de Animal Político “El expediente del Colegio Enrique Rébsamen: la historia que llevó al colapso por el sismo”, el historial de esta escuela comenzó entre 1983 y 1984, cuando Rancho Tamboreo 11 y Rancho Tamboreo 19 comenzaron su construcción, con permisos que aprobaron la edificación de una escuela y sobre esta una casa, en el caso de Tamboreo 11.

Mexicanos contra la Corrupción. Foto: miedificio.contralacorrupcion.mx

En Tamboreo 19 la construcción de departamentos y oficinas se transformó en una extensión para que se creara una secundaria. Brujas 40 y 34 fungían como patios del Colegio, su construcción comenzó en la década de los 70, en lo que suponía una barda perimetral y una casa de tres niveles respectivamente.

Sin embargo, con el tiempo formaron parte del colegio.

Eran los 80, dos años antes de que sucediera el sismo del 19 de septiembre de 1985 y en aquel momento las normas de construcción daban el visto bueno a la regulación de usos de suelo mixtos.

Sin embargo, se registraron más sismos y las dos propiedades continuaron operando, con documentos falsos que aprobaban su capacidad, simulando ante los padres de familia que confiaban en su operación y la solidez de las instalaciones: “Yo era parte de la colonia donde se ubica el colegio. Las instalaciones se veían bien en términos generales”, recuerda Adán Blanquel.

Los acusados, las reacciones y respuestas

Mónica García Villegas es el nombre de la dueña y directora del Rébsamen. Tras el colapso de la escuela, García Villegas mantuvo contacto con los padres de familia. Sin embargo, en esta etapa llegó a pedir las colegiaturas y prometió retomar el curso, nos cuenta Aníbal Mújica:

“Hubo reuniones con la directora, ella pidió que no se atrasaran con la colegiatura, se instalarían nuevos salones y se reanudarían las clases. Después, ella no contestaba los mensajes”.

Labores de rescate en el Colegio Enrique Rébsamen. Foto: @SkyAlertMx

En octubre de 2017, un juez de control del Tribunal Superior de Justicia aprobó dos órdenes de aprehensión por homicidio culposo y el uso de documentos falsos en contra de Villegas.

Sin embargo, la dueña del Rébsamen se encuentra prófuga de la ley.

Otra fue la historia de Juan Mario Velarde, DRO —Director Responsable de Obra— del colegio, quien en mayo pasado fue vinculado a proceso por el delito de homicidio, tras presentar un documento falso en el que argumentaba haber alertado a la delegación Tlalpan de los riesgos del colegio.

Las respuestas

En los momentos de mayor tensión —tras el colapso de dos edificios del colegio—, se supone que tres dependencias gubernamentales tenían que acompañar a las familias afectadas: la Secretaría de Educación Pública (SEP), la delegación Tlalpan y el gobierno de la Ciudad de México.

¿Cuál fue la respuesta?

“La SEP tuvo un acercamiento de manera espontánea. Fue… se presentó, nos dijo ‘qué necesitábamos’, qué queríamos, siendo los principales responsables (pero) el secretario de Educación jamás se acercó, recuerda Adán Blanquel, mientras Aníbal Mújica coincide con el testimonio:

“El gran ausente en el apoyo a la comunidad Rébsamen fue la SEP”, dependencia que comenzó con la revictimización de los implicados y que, finalmente, sólo prometió ayudar en la reasignación de los alumnos en otras escuelas.

Sin embargo, no existió un acompañamiento en el proceso de asignaciones.

Por parte de la delegación de Tlalpan y el gobierno CDMX, ambos padres coinciden en que el acercamiento con las autoridades fue hasta donde alcanzó”. Claudia Sheinbaum, exdelegada de Tlalpan, ordenó el enlace con hospitales para que los afectados pudieran tomar terapia.

El gobierno de la Ciudad modificó los planes de operación para que se ayudara a las familias como grupos vulnerables y pudieran recibir las tarjetas del DIF, en tres entregas por el total de mil 700, explica Aníbal Mújica.

Pero lo que menos importaba era el dinero, al tener la respuesta y atención de las autoridades “sentimos el primer respiro” y comenzó la travesía.

Las familias 

En este proceso, la unión y coordinación entre los padres de familia de los niños sobrevivientes y de quienes perdieron la vida ha sido fundamental.

Tras el impacto del derrumbe en el colegio y una vez que las cosas comenzaron a tomar forma, algunos padres se agruparon con un mismo fin: tener una respuesta de las autoridades para la resolución del caso y su NO repetición.

Los grupos se integraron conforme a las situaciones de cada familia: los niños que lograron sobrevivir y aquellos que perdieron la vida, así como un grupo que ha formado un matrimonio que perdió a su hijo en el accidente.

Adán Blanquel forma parte de las 16 familias que, con la guía de sus abogados, ha manejado el caso sin recibir ningún tipo de ayuda monetaria:

Nos hemos mantenido al margen porque esperamos que en su momento rindan su responsabilidad y se pronuncien al respecto”.

Las demandas —civil y penal— van en contra de las instituciones y “seguramente en su momento será contra las personas que cometieron inconsistencias, como actos de corrupción, explica Adán.

No a la revictimización, sí a la justicia

Durante la cobertura de los rescates, el manejo de Televisa y otros medios se enfocó en el rescate de una alumna —Frida Sofía— que más tarde la Marina confirmó que no existía ante la cobertura mediática y las esperanzas de los rescatistas y familiares de encontrar a sus seres queridos.

Este fue el primer momento del colapso en el manejo de información.

Pero después de este escenario, lo que piden los padres es NO caer en la revictimización de los afectados, de los niños que perdieron la vida y el manejo de una información veraz.

Una vez adelante, tras un año de procesos, asimilaciones y de retomar la vida cotidiana, así como de simulaciones por parte de grupos políticos que intentaron tomar la bandera del caso en los comicios pasados, los padres de familia ponen en la balanza lo que se persigue: justicia.

“Tienes que trabajar y rehacer tu vida, las instituciones no te van a mandar el psicólogo a tu casa, así que tienes que buscar por tus medios… mi hija sigue tomando terapia”, comparte Adán al explicarnos un esbozo sobre la recuperación de su vida, la de su familia y su hija —que en aquel momento cursaba el quinto grado y logró sobrevivir, aunque su hermana, quien cursaba el segundo grado, no corrió con la misma suerte— y la inercia de continuar con su cotidianidad, con una causa.

En el caso de Aníbal, y el de otros familiares, ser un padre de familia activo en las reuniones con las autoridades y vocero le representó la pérdida de su empleo “con la convicción férrea con la que estábamos todos como grupo”.

“Esos han sido los costos: estar sin empleo en algunos meses”.

Pero como la unión hace la fuerza, Aníbal recibió el apoyo de otros padres de familia, que decidieron ayudarlo a pagar la colegiatura de su hijo, una vez que fue inscrito en otro plantel.

Las señales y el ánimo de cambio no se apagan.

“Estamos realmente entusiasmados y esperamos que el gobierno no nos defraude, estamos entusiasmados con que las cosas cambien y que la corrupción se acabe, que es el gran enemigo, concluyó Aníbal.

Por lo pronto, 17 familias se reunieron con Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno electa, como un primer acercamiento con el próximo gobierno. En esta reunión, Sheinbaum prometió que vigilará y dará seguimiento ante los avances en el caso y en la aplicación de sanciones, tras la demolición del Rébsamen.

A la par, Adán coincide: “la cadena de corrupción debe romperse”. El punto es crear un precedente, porque el objetivo ante todo es la consecución de justicia, que las cosas cambien.

**Foto de portada: Publimetro.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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