La siguiente no es la lista de los mejores restaurantes de la ciudad. No queremos ser jueces ni expertos para designar al mejor -además, “lo mejor” es una etiqueta que se quita y pone muy fácilmente-. Te presentamos una selección de 15 de los restaurantes de lujo más sobresalientes, los cuales marcan el paso de las nuevas tendencias gastronómicas en el DF.
No son sitios baratos, estos restaurantes no acostumbran serlo, pero una vez que te sientas en sus mesas, entiendes por qué. El ejercicio de presentártelos supuso varias visitas a cada uno, como para tener una idea clara de lo que realmente ofrecen. Nunca aceptamos una invitación para que nadie pueda decir que nuestra elección fue por mero interés. Están aquí por méritos y lo que pudimos saborearles.
Anatol
Presidente Mazarik 390, en el Hotel Las Alcobas, Polanco
La cocina de Justin Ermini ha revolucionado la escena culinaria de Polanco con un estilo que se apega a los productos específicos y distintivos en cada una de las estaciones del año. En la mesa todo es exquisito. Algunos le llaman comfort food. Para nosotros se trata de una cocina honesta, atractiva y de sabores exactos. Excelente lista de vinos y buen servicio. Su tiradito de hamashi; la sopa de frijol; el flat bread de tuétano, son de vida o muerte. Un ambiente elegante que ha sufrido mucho el encontrarse en medio de la zona de obras de Polanco.
La EnoTK
Masaryk 298, Polanco
Llegó a Polanco al final del 2013. La cocina de Salvatore Tassa (chef propietario de La Colline Ciociare en Lazio, Italia, y con una estrella Michelin) adopta formas menos elaboradas en este sitio. Tassa se va por lo sencillo, platos simples entre los que destacan sus pastas, como seguramente no las habrás probado. La idea es centrarse en los sabores más auténticos de Italia; desde luego su cava es particularmente interesante, con vinos importados sólo por ellos; sus jamones y la carne tártara, se recomiendan ampliamente.
Gran servicio y buen precio. Una imagen luminosa y muy atractiva.
Morimoto
Camino Real Polanco, Mariano Escobedo 700
Morimoto es un chef famoso en todo el mundo, pero a este sitio le falta reconocimiento y gente. El lugar es un jardín de sorpresas culinarias. Se da el lujo de reinventar platos que trascienden lo netamente japonés. El chef Pablo Peñaloza ha logrado imprimir su firma y personalidad en un restaurante de fama mundial que no tiene peros. Exhibe una barra de sushi impresionante que vomita pescados y ceviches.
Entre la cocina que distingue al chef Morimoto destaca su pork belly, por ejemplo. La tártara de hamashi es un imperdible. Allí bebe sake, pero los cócteles son buenísimos.
Beef Bar
Camino Real Polanco, Mariano Escobedo 700
Este año llegó el chef Eduardo Morali, un chef muy joven que no se queda quieto, y eso no es defecto en la cocina. El resultado es un lugar ameno, de propuesta muy variada, en donde a menudo se descubren platos nuevos, cada vez más encumbrados en sabor. Lo mismo una tosta de burrata, ravioles con foie, hamburguesas de colores y otras monerías, que un steak como lo preparan en la casa matriz de este sitio, establecida en Mónaco.
Bien la lista de vinos, buen servicio y estupendo escenario.
Anona NeoBistro
Séneca 49, Polanco
Los chefs Daniel Tellez y Jhon Cheavux hacen una mezcla muy interesante de cocinas francesa y mexicana. El resultado arroja desde pozoles a cecinas, hasta sopes de confit de pato, pastas con foie, short rib con mole y postres como el que ves en foto. Establecidos en Polanco, soportan con desesperación la tortura de las obras en Mazaryk, con un menú fijo a muy buen precio y buenos tintos pa’ acompañar.
MoraBlanca
Emilo Castelar 135, Polanco
La propuesta de Daniel Ovadía en Polanco permite un cruce de culturas culinarias que vienen de Francia y España y aterrizan con influencia local. Una terraza muy peleada en Polanco y una cocina que ha venido creciendo, con una lista de vinos de precio polanquense, pero bien seleccionada por un equipo de sommeliers expertos.
También Daniel cambia constantemente de platos, ahí encuentras un exquisito pollo rostizado a los 40 ajos, un queso fundido impecable, y platos que se comían en casa del chef cuando era niño y ha replicado y mejorado.
J&G Grill
The St. Regis Mexico City, Paseo de la Reforma 439
Con un talento muy particular que lo ha llevado a consolidarse como uno de los chefs más dinámicos de la escena contemporánea, Maycoll Calderón lleva a cabo una producción extraordinaria, en un restaurante que pertenece a la cadena de Jean Georges Vongerichten, el famoso empresario y celebrity chef gringo. Su cocina es de fusiones y producto muy fresco, prepara platillos tan simples como una hamburguesa, pero que van variando de estación en estación. El resultado en la mesa es sobradamente rico.
Prueba los clásicos: pizza de aguacate y su sashimi de arroz frito. Gran cava, servicio de primera y escenario ideal. Ensaya el sundae de caramelo con palomitas, riquísimo.
Sesame
Colima 183, Roma
En la Roma, la chef Josefina SantaCruz ha refrescado la zona con una propuesta pan panasiática (platos de toda Asia). El lugar es chico y con precios razonables, buenas cervezas artesanales y hasta vino de la casa importado desde Ensenada. Lo que debes probar son sus buns de pork belly (que son como tortas orientales); su sopa vietnamita, el enorme pulpo que ves en foto y una serie de bocados que te rompen los conceptos de sabor aproximándote a un universo riquísimo, ajeno a lo que comes diariamente.
Maison de Famille
Colima 152, Roma
Los Avernin, son una familia que ha manejado los mejores restaurantes franceses de la ciudad, incluido el Champs Elysees, que dejó huella entre la clase política y la clase acomodada. Ahora regresan con esta nueva versión, menos portentosa en alcances, pero igualmente rica en sabor.
Pidan la extra “recontraordinaria” panza de puerco (ventresca), la salchicha sobre lentejas, las manitas de cerdo y el patê de berenjena que aparece en foto. Los vinos están a mejor precio que en Polanco. Buenos postres.
Rokai
Río Ebro 87, Cuahutémoc
Eduardo García, el ya muy famoso chef de Máximo Bistrot, se asocia para poner este comedor que presume dos cosas: pescado de no más de 24 horas de haber salido del mar, y un par de chefs nipones que hacen monerías en un menú que resulta absolutamente distinto a casi todo lo que hayas probado antes.
Pide lo fresco: sashimis, ensaladas, sushi. La apuesta es sincera, muy fresca y japonesa.
Eloise
Revolución 1527, San Ángel
Es un sitio muy querido y reverenciado por la comunidad gastro tuitera. Hay muchas razones pero la principal es que la cocina aporta muchísimo en sabores muy familiares a cualquier paladar, puestos al plato con una vista sensacional y técnicas de vanguardia. Su risotto con caracoles es exquisito; los huevos rotos son una ofensa total al plato original, que todo el mundo demanda; buen producto, ideas que engordan, como dice el chef Abel, y un resultado en boca que hay que mojar con un buen vino.
Guzzina Oaxaca
Mazaryk 513, Polanco
Se ha vuelto famoso por el reconocimiento que goza Alejandro Ruiz, quien ha creado todo un movimiento de renovación de la cocina en Oaxaca. Estupendos mezcales, de los que hay que recomendar y una serie de platos, desde el desayuno, con sabores muy de tierra. Destacan sus moles bien timbrados; sus tortillas hechas al momento y sus pequeñas tlayudas con asiento. Prueba los tamales y el coloradito, los huevos con hoja santa y el mezcal de la casa.
Angelopolitano
Puebla 371, Roma Norte
Un chef poblano que recuerda la cocina de casa con platos muy conocidos por todos. Mole en toda la regla, una estación de cemitas a prueba de tragones; pipián y un champandongo que te mata la gula. Este plato es como un pastel de mole y tortilla rociado con crema.
Chalupas, sopes y enmoladas; precios razonables y un ambiente sencillo en donde la cocina poblana brilla.
Terré
Hotel María Condesa, Atlixco 132, Condesa
Del grupo del chef Azari Cuenca (Litoral, Camarón Panzón), aquí Gerardo Delgado logra una propuesta evolutiva y muy sencilla, sin complicaciones ni presentaciones rebuscadas, Delgado entrega platos que nos hacen reconocer su buen producto y gran sabor, en especial su mole rosa, los tacos de jícama; sus esquites, que son impresionantes, y el rib eye que llena los sentidos.
Buena cocina y una lista de mezcales para presumir; en vinos andan cortos.
Rubaiyat
Masaryk 20. Polanco
Su logo es una vaca, el menú habla de cocina de mar y uno de sus platos a saborear es un carpaccio de portobello que es rico hasta la demencia. El chef es joven y muy talentoso: Antonio Pacheco.
Son una filial del restaurante que se localiza en Sao Pablo, Brasil. Sus platos son muy creativos y la calidad de su carne le compite a cualquier argentino de la zona. El restaurante es cómodo, muy grande y agradable, con una gran lista de vinos premiada.
Y bien ¿qué les pareció esta selección? ¡Aprovechen que ya viene la quincena!
Por: César Calderón
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