Hoy llega a los 71 años el hombre que es la personificación misma del Rock & Roll. El gran maestro Keith Richards, la otra mitad de los Glimmer Twins, el corazón mismo de los Rolling Stones, cuenta con una larga experiencia de rocanrolero y dos grandes bolsas de anécdotas y datos sobre su persona que vale la pena acotar.
Keith Richards vs Chuck Berry
Keith se encontraba en el camerino mientras Chuck Berry estaba dando un show y éste había ido después a cobrar el dinero por su actuación. Mientras eso sucedía la guitarra de Chuck estaba ahí, tendida sobre su estuche abierto, lo cual resultó una tentación muy grande para Keith, quien no resistió tocar el instrumento de su ídolo. Para su mala suerte, Berry regresó justo para encontrarlo con la guitarra en las manos y le gritó “¡nadie toca mi guitarra!” al tiempo que le propinaba un certero golpe a la cara.
Keith el insomne
Richards cuenta que durante los días de gloria de los Rolling Stones no podía dormir. Según sus cálculos, apenas conciliaba el sueño durante un par de horas a la semana. “Eso significa que he estado despierto el tiempo correspondiente a tres vidas” dice en su autobiografía Life. Por cierto, Keith dice que compuso el más grande hit de los Stones, “(I Can’t Get No) Satisfaction” durante uno de esos breves sueños.
Bebiendo residuos nucleares
En varias entrevistas se ha visto a Keith bebiendo un extraño líquido de una botella de plástico. Richards cuenta que su cuerpo ya no puede más con el whisky, que el brandy prácticamente lo mata y que prefiere tomar vino con la comida. Así que para satisfacer su sed prefiere mezclar 2 onzas de vodka premium, 1 onza de refresco de naranja y jugo de arándano y mucho hielo. Keith lo llama Nuclear Waste por el color anaranjado que le recuerda a un desecho nuclear.
La primera canción de Keith Richards
La primera creación musical de Keith, la hizo junto a su compadre de toda la vida, Mick Jagger, encerrados en la cocina de su antiguo manager, Andrew Logg Oldham, quien los dejó bajo llave y les dijo “no salgan de ahí hasta que tengan una canción”. Luego de 36 horas y de acabar con las provisiones de la bien surtida cocina, lograron crear la primera canción de la dupla Jagger/Richards: “As Tears Go By”.
Electrocutado
En 1965 los Rolling Stones se encontraban tocando en Sacramento, California, la pieza que sonaba era “The Last Time”. Richards se acercó al micrófono, el cual estaba volteado, para hacer sus coros. Keith quiso enderezarlo con la “cabeza” de su guitarra y se llevó una gran descarga eléctrica, debido a que la instalación del lugar no estaba “aterrizada”. Las cuerdas de su guitarra prácticamente se desintegraron y Keith quedó inconsciente. Lo único que lo salvó de un shock fatal fueron sus nuevas botas que contaban con una gruesa suela de goma.
El coleccionista tardío
Durante su primer viaje a Estados Unidos con los Rolling Stones, Keith se volvió loco en las tiendas de discos, comprando una considerable cantidad de ellos en 1964. Richards acumuló varias decenas de viniles los cuales permanecieron cerrados durante años, pues con las giras exhaustivas de los Stones no tenía tiempo de escucharlos. Fue hasta principios de 1967 que el guitarrista finalmente pudo tener tiempo libre para sentarse tranquilamente a escuchar sus compras de años atrás y descubrió, según sus palabras, “una impresionante colección de discos de Blues”.
La canción favorita de Keith
De todo el enorme catálogo de los Rolling Stones, sería algo impensable que sus integrantes tuvieran una sola canción preferida. Pues Keith al menos sí, “Street Fighting Man” es el tema que más le gusta al venerable, quien además la compuso pues no podía sacarse de la cabeza el sonido de las ambulancias francesas, que pasaban frecuentemente en 1968, debido a las revueltas estudiantiles de la época. La canción fue vetada por muchos años en Estados Unidos por considerársele subversiva.
Keith el incendiario
Es sabido que Richards ha sido un fumador empedernido. El cigarro colgando de sus labios es parte integral de su icónica figura. Pues este habito ha estado a punto de matarlo varias veces, pero no por algún problema pulmonar, sino porque Keith frecuentemente se dormía (o desmayaba por el alcohol y drogas) con los cigarrillos encendidos en la mano. Al menos en dos ocasiones acabó con su casa, una en Nellcote, Francia y la otra en Redlands, California. En ambos incendios se encontraba con su entonces novia Anita Pallenberg quien horrorizada veía que un aún drogado o borracho Keith regresaba a la casa en llamas para tratar de salvar sus más preciadas pertenencias.
No estaba muerto
Keith se precia de ser un “drogadicto responsable” que siempre ha tenido el control de la situación, sabe cuándo parar, y que las únicas veces en las que se ha metido en problemas ha sido cuando se ha drogado con gente que no conoce. Una de las tantas veces que Keith estuvo cerca de la muerte fue cuando de gira por Suiza, a alguien en una fiesta se le ocurrió ponerle Estricnina a su mota. La sustancia es una alcaloide proveniente de una nuez que normalmente se utiliza como pesticida para pequeños roedores. Richards entró en estado comatoso y para su horror podía ver y escuchar todo lo que sucedía a su alrededor, mientras la gente lo veía y pasaba las manos por sus ojos diciendo “¡está muerto!”, Richards sólo podía pensar “¡no estoy muerto carajo!”.
Cambio de sangre
Uno de los grandes mitos sobre Keith fue que se habría hecho un “cambio de sangre” en 1973. Esto debido a que su torrente sanguíneo ya estaba tan contaminado por las drogas, que era necesario imprimirle sangre nueva en un laboratorio experimental. Si bien la parte del “cambio de sangre” no es del todo cierta (aunque a Keith le divertía mucho la idea y propagó el rumor por todos lados), Richards sí se sometió a una hemodialisis para filtrar de su sangre todos los tóxicos de años, para evitar que hicieran daño posterior a sus riñones.
De coco al suelo
Aunque se reportaba que Keith había caído de una palmera a una altura de 12 metros, en realidad sólo fueron sólo dos. Mientras se encontraba vacacionando en Fiji, a Richards se le metió lo Tarzán y decidió subir a la palmera para bajar un coco con sus propias manos. Como había estado nadando, sus manos mojadas hicieron que se resbalara de la rama y cayó directamente de cabeza sobre un tronco en el suelo. Keith no pensó que le había sucedido nada serio hasta que dos días después tuvo un fuerte dolor de cabeza que lo dejaba ciego. Resultó que el venerable rocanrolero se había fracturado el cráneo y requería cirugía. Así que hoy en día anda por el mundo con una placa de metal en la cabeza.
Inhalando a papá
Uno de los más recientes rumores sobre Richards fue que el guitarrista, en una especie de orgía de drogas, habría mezclado las cenizas de su padre con cocaína y se las había inhalado. Hay que aclarar que Keith lleva 30 años sin drogarse (un poco de mota y vino si acaso) y lo que sucedió con las cenizas lo cuenta en su autobiografía Life: “La realidad es que después de seis años de tener las cenizas de mi padre en una caja negra, porque no tenía el valor de esparcirlas a los cuatro vientos, finalmente planté un roble inglés para depositarlas ahí. Así que mientras abría la tapa de la caja, un poco de las cenizas volaron hacia la mesa. No podía sacudirlas así nada más, así que las junté con mi dedo y me inhalé los residuos. Polvo eres y al polvo volverás, de padre a hijo”.
FB: IvanNieblas