Hoy el baterista danés de Metallica cumple 51 años. Es cierto que parecería una misión imposible tratar de defender a Lars. Todo mundo sabe sobre sus desplantes de rockstar, su incesante verborrea en todas las ocasiones que está frente a una cámara, sus decisiones poco acertadas respecto al camino que debe seguir la banda (como demandar a Napster, el horrible sonido de tarola de St. Anger y omitir solos de guitarra, Load, Reload, Lulu, y un largo etc.) y sobre todo su desempeño como baterista.

Desde hace varios años se ha vapuleado a Lars por ser uno de los peores bateristas de la actualidad. Si bien no tiene la misma vitalidad de hace 30 años (ya los quiero ver tocando todos esos fines de semana “Whiplash”), el señor Ulrich fue el iniciador de lo que muchas bandas están haciendo el día de hoy. Por supuesto que no estará al nivel de un Joey Jordison, Mike Portnoy o Tim Yeung porque no necesita tocar de esa manera, no tiene que ponerse a tomar clases para desarrollar esas técnicas porque la música que hace con Metallica no requiere de ellas.

Mucha gente lo denuesta hoy en día pero se olvidan que éste hombre junto con James Hetfield es uno de los compositores de las canciones que hoy en día ya son grandes clásicos del Metal. O sea que además de ser baterista, también tiene gran parte del crédito en la creación y arreglos de los discos más importantes de la historia del género. Fue Lars quien tuvo la visión para perfeccionar y crear un nuevo género a partir de lo que escuchaba en bandas como Motörhead, Judas Priest, Iron Maiden, Budgie, Diamond Head, Angel Witch y más. Es verdad que a partir del “álbum negro” cambió su percepción de la batería por un estilo mucho más simple, al servicio de las canciones, sin embargo en Death Magnetic de alguna manera retomó el estilo que a mediados de los 80 lo colocaron como uno de los mejores bateristas del mundo.

Así que vayan unas cuantas canciones a manera de recordatorio de lo que hacía este señor al que se debe respetar por su aportación al mundo metalero:

Motorbreath

Aquí escuchamos a Lars haciendo su mejor esfuerzo por emular a Phil “Philthy Animal” Taylor de Motörhead (vamos, ya desde el título de la canción es evidente). La velocidad de los breaks que hace y su paso incansable muy bien sentaron las bases para el naciente Thrash/Speed Metal.

Whiplash

Clásico de Metallica que en muy pocas ocasiones ha abandonado el setlist de la banda. Demoledor track con algunos tintes que casi podrían encajar en el Hardcore/Punk mezclado con las proezas metaleras de la época. Hasta Motörhead le hizo un cover por el cual ganaron un Grammy.

Dyers Eve

Sin duda la más clara muestra de la gran calidad de baterista que era Lars Ulrich. Esta rola lo tiene todo: velocidad, precisión, tiempos raros , potencia, groove. Pareciera que Lars dio todo lo mejor de su arsenal en el último track de …And Justice For All, luego del cual Metallica se transformaría y adoptaría un estilo musical más simple. Gran “despedida” sin duda.

Helpless

Cover de Diamond Head y la primera canción del ahora inédito Garage Days Re-Revisited, la cual comienza con un potente y veloz beat que de inmediato hace que hierva la sangre y quieras saltar sobre todo lo que esté a tu paso. Hay que destacar los remates en los platillos no siempre en los tiempos habituales y los breaks a medio tiempo. Todo un reto para el que califique a Lars de “mal baterista”.

The Prince

Otro cover de Diamond Head. Ejecutar esa canción en la batería es como correr un maratón. El control y precisión de Lars se hacen patentes en toda la canción. Mención honorífica para Kirk Hammett que deja capturado uno de los mejores solos de toda su carrera al inicio de la rola.

One

Ni qué decir de este tema. Su doble bombo a manera de ametralladora, apuntalando los devastadores riffs de James Hetfield han quedado enclavados en la memoria de cualquiera que haya escuchado este clásico, incluso seguramente ahora mismo estás tarareando su ritmo o recreándolo con las manos.

The Shortest Straw

Otra muestra de la gran variedad de golpes que puede aportar Lars a una canción y darle una personalidad propia desde la batería. Incluso no se siente que sea él quien siga a los demás, sino al contrario, los riffs parecen emerger a partir de lo que hace la batería.

Sad But True

Aunque esto ya viene desde el “álbum negro”, es una de las piezas de batería más covereadas desde su aparición en 1992. Simple, maciza y efectiva. Atención a los cortes antes del coro, no son cualquier cosa.

Master of Puppets

Durante 8 minutos, Lars nos da cátedra de batería en las múltiples secciones de la canción. Es una muestra palpable de cómo dejar se sobrecompensar con piruetas relampagueantes y tocar lo que la canción requiere a fin de que sea una pieza sólida, es por ello que es un clásico del Metal, todas las partes funcionan y se ensamblan a la perfección.

Disposable Heroes

Otro contundente tema desde Master of Puppets. Escuchen el principio de la canción y notarán una gran fuerza y destreza por parte de Lars, baja el ritmo y va llevando el groove con los riffs, y cuando entra la parte del puente sube la velocidad de manera inaudita y hace unos cortes efectivísimos en la parte del coro. Escuchen este tema con detenimiento, verán que el chaparrito danés realmente rifaba.

The Judas Kiss

Una de las piezas destacadas del Death Magnetic en la que de alguna manera vemos un “regreso a la forma” y Lars parece tener nueva vitalidad con tiempos poco convencionales, velocidad y cortes verdaderamente extraordinarios, lo cual da esperanzas de que pudieran seguir en esta línea para el siguiente álbum.

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