La muerte es un acontecimiento que nos afecta a todos, sobre todo cuando alguien cercano a nosotros fallece de forma inesperada o de una enfermedad dolorosa y larga.
Con la violencia que azota al mundo en general, ya sea por guerras civiles, ataques internacionales, o como en el caso de México con el narcotráfico y la poca capacidad del estado para brindar seguridad, las muertes van en aumento. Sin embargo nueve de diez principales causas de muerte son enfermedades, de las cuales seis son crónicas y no contagiosas, y otras tres que si son contagiosas.
La enfermedad que más mata es la cardiopatía isquémica, causante del 13.2% de muertes en el 2012 (que es el último año con estadísticas definitivas) según la OMS. La cardiopatía isquémica es una enfermedad que impide que el corazón reciba la sangre necesaria.
En segundo lugar con un 11.9% son los accidentes cerebrovasculares y en tercer lugar enfermedades pulmonares obstructivas con el 5.6% de muertes.
Después de esto siguen: infecciones respiratorias inferiores (5.5%), cáncer de tráquea, bronquios y pulmón (2.9%), SIDA (2.7%), diarrea (2.7%), diabetes (2.7) y cardiopatía intensiva (2%).
La novena causa son los accidentes de tránsito, pero por razones obvias no cuenta como enfermedad, es una causa externa con el 2.2%.
“Es muy relevante el peso del tabaco a nivel mundial, fundamentalmente condicionando la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que es una de las más importantes. Una de cada diez muertes de adultos se debe al consumo de tabaco, que se manifiesta también en afecciones coronarias, en accidentes cerebrovasculares y en cáncer de pulmón”, dice el doctor Ariel Karolinski, consultor de la Organización Panamericana de la Salud y especialista en ginecología.
¿A qué edad se muere la gente? El 15.3% tiene menos de 15 años; el 41.2% entre 15 y 69 años; y el 43.5%, 70 años o más.
Aunque las enfermedades varían de acuerdo al desarrollo del país, la OMS clasifica a los países en cuatro grupos: los de ingresos bajos, que agrupan el 13.3%; los de ingresos medio-bajos, en los que habita el 35.6%; los de ingresos medio-altos, que reúnen al 30.2%; y los de ingresos altos, con el 20.9%.
La diferencia entre las muertes de países de ingresos bajos y altos, es que los de ingresos bajos mueren principalmente por enfermedades contagiosas como el SIDA, la malaria, la tuberculosis, las infecciones respiratorias, etc.
Mientras que en los países con ingresos altos, las muertes se deben a enfermedades crónicas como el cáncer, las cardiopatías relacionadas con el envejecimiento, la diabetes y el alzheimer.
Por esto es necesario tener buenos hábitos alimenticios y de salud desde jóvenes para evitar enfermedades crónicas y prematuras (aunque suene a anuncio de Lolita Ayala y sus cápsulas de salud con la Dra. Diane Perez).