A primera vista, hay tres grandes problemas en la Ley S.O.P.A.: el primero es que está pensada e ideada por personas que no conocen el funcionamiento de la web (o por personas que pretenden hacer retroceder a la sociedad 10 años); el segundo problema es que su jurisdicción se extiende más allá de los límites del territorio que gobierna; el tercer y el más grave de sus problemas es que sus lindes son demasiado anchos y permitirán que sea utilizada, no para defender a la ciudadanía, sino para atacarla.
Expliquemos el primer problema:
¿Qué es internet? ¿Es una cosa? No. ¿Es un servicio? No en su principio, aunque puede serlo. Digamos que para no complicarnos la existencia, debemos entender a Internet como protocolo, viajar hasta sus inicios y entenderlo en base a su noción más primaria. Internet es un acuerdo sobre cómo trabajar en conjunto.
Además de eso –y esto se lee entre líneas en la palabra “conjunto”– internet es una red de redes, una inter-red que conecta a múltiples puntos A con múltiples puntos B: una red en la que todos los puntos que la conforman pueden estar conectados entre sí.
Entendido esto, es de alguna forma, mucho más sencillo comprender que la ley S.O.P.A., al decir que “cualquier sitio que represente un enlace o liga a un dominio que viole los derechos de Copyright está infringiéndolos los también”, está potencialmente condenando a Internet en su totalidad, y por lo tanto, es una ley que generará más injusticia de la que evitará.
El problema número dos:
Como bien sabrán, muchos de los servicios de los que dependemos en internet, son de origen norteamericano: Twitter, Facebook, Google, Hotmail, Firefox, eBay, Amazon, Yahoo!, Wikipedia, etc., por lo tanto estarán sujetos a la ley S.O.P.A.
Además de eso, gran cantidad de empresas de Hosting contratadas por sitios en todo el mundo también están ubicadas en terreno norteamericano, por lo tanto estarán obligadas a bloquear, no importa el origen, numerosos sitios.
E.U.A. también posee el control sobre los dominios .com, .org y .net, y podrá bloquear a los sitios infractores, aunque pertenezcan a otros países libres de semejante ley.
Esto quiere decir, que nos guste o no, estamos en gran parte sometidos a las voluntades de los congresistas estadounidenses, con quienes sin duda no compartimos nacionalidad y mucho menos intereses.
Problema número tres:
Desde mi punto de vista, este es el más grave de los problemas que generará la ley S.O.P.A. y claramente, uno de sus principales objetivos. La ley S.O.P.A. es un arma de censura, de control y de enfriamiento de las masas, y hay un punto clave que la define como tal: la falta de un juicio o investigación previos a las sanciones, que ellos preferirán llamar “medidas preventivas”.
¿Por qué los congresistas no incluyeron un juicio (o una investigación) en la ley S.O.P.A.? La razón es simple, primero, porque ninguna corte norteamericana tendría el derecho de juzgar a un extranjero que cometió una infracción dentro de su país. Es decir que anularía la universalidad de dicha ley, cada gobierno sería el encargado de juzgar, de acuerdo a sus leyes, a sus ciudadanos y posteriormente aplicar las sanciones que estas indicaran.
La segunda razón es la verdadera naturaleza de dicha ley: la censura. Los Estados Unidos pretenden borrar del internet, con la justificación de una simple sospecha, a todos aquellos sitios que no se subordinen a sus normas.
Sin embargo, este defecto no sólo funciona como un arma para el gobierno estadounidense sino para cualquiera que quisiera utilizarla.
¿Qué pasa si alguien quisiera eliminar un sitio que representa una molestia para él? Simplemente tendría que sembrar algún contenido penado por S.O.P.A. y denunciarlo. Tan fácil como poner un enlace podrido en un comentario en la página y luego señalarlo.
Esta herramienta permitirá destruir cualquier medio insurgente, desde redes sociales hasta foros activos que el FBI sueña con desmantelar.
¿Un ejemplo? Piensen en 4chan, el imageboard donde nació Anonymous, uno de los más grandes dolores de cabeza de Sony, Facebook y muchas otras empresas y páginas gubernamentales que han sido atacadas por sus políticas durante este último año. Páginas como estas en donde se comparten muchos enlaces no legales a los ojos estadounidenses terminarían siendo completamente borradas por la tormenta de arena que pretenden desencadenar. Otros grupos como Wikileaks, LulSec, P2P-hackers, etc., tendrían el mismo destino antes planteado.
Es así que S.O.P.A. es una legislación ideada para generar el arma de censura de nuestra era. Después de esto, no nos extrañaría que la información volviese al arcaico método unilateral que la televisión y el radio siguen ejecutando. S.O.P.A. significa eliminar la retroalimentación tan característica de la red.
¿Qué podemos hacer al respecto? Más allá de apoyar a Google, Facebook, Twitter, Yahoo! y demás pilares internautas, que harán a los congresistas sentir su poder el próximo 23 de enero, hay otros temas que debemos tener muy en cuenta, temas que nos afectan: La ley Döring.
Mañana continuaremos con este especial y les hablaremos de esta ley y de cómo nos afecta, ahora sí, directamente.