Aunque hemos aprendido a leer las palabras de Morrissey con un ojo escéptico, su más reciente queja ha llamado la atención de los medios del mundo. En una de sus publicaciones del 29 de julio en su sitio semi-oficial, True to You, el polémico cantante denunció un acto de abuso sexual del que fue víctima en el aeropuerto internacional de San Francisco. El incidente ocurrió el 27 de julio, antes de abordar un vuelo de San Francisco a Londres con British Airways.
“A las 2:30 de la tarde pasé por el típico proceso de seguridad del aeropuerto, incluyendo la puerta de scanner, y todo salió bien -ningún blip ni nada del otro mundo,” escribió Morrissey. “Pero antes de que pudiera juntar mis pertenencias de las charolas, se me acercó un ‘oficial de seguridad del aeropuerto’ quien me detuvo, se agachó delante de mi y manoseó mi pene y mis testículos. Rápidamente se hizo a un lado cuando se acercó un ‘oficial de seguridad del aeropuerto’ más viejo.”
Morrissey aseguró que fue acompañado por personal de los servicios especiales de British Airways que fueron testigos del acto y quedaron “horrorizados por el ataque sexual”. Ellos fueron quienes le recomendaron hacer una denuncia con las autoridades, aunque el artista sospechaba que cualquier queja sería inútil ya que “las quejas simplemente son recogidas para proteger al oficial culpable en caso de que el asunto vaya más lejos.”
Antes de interponer una queja, Morrissey vio que el oficial fue confrontado sobre su abuso de autoridad, pero éste se negaba a aceptar su culpa:
Acabas de manosear sexualmente a este hombre.
Oficial: Esa es su opinión.
Lo que acaba de hacer es ilegal.
Oficial: Esa es su opinión.
No tiene derecho a hacer lo que acaba de hacer.
Oficial: Esa es su opinión.
¿Abuso de autoridad o un proceso estándar de seguridad de la TSA? Los aeropuertos estadounidenses tienen fama de seguridad excesiva, todo sea por proteger la libertad de su país de los malvados terroristas y narcotraficantes. Ahora bien, si el agente vio a Morrissey y se le pasó por la mente que ha visto su cara en algún lado, lo más seguro es que haya sido en la portada de un disco y no entre los más buscados del FBI. Pero incluso Morrissey asume que es inútil luchar contra la burocracia que permite que se realicen dichos actos de prepotencia.