Cuando se trata de conciertos, el artista pone el espectáculo y la fuerza principal, pero es la energía del público la que puede elevarlo a otro nivel. Eso fue justo lo que pasó en la primera fecha de j-hope con Hope On The Stage en la Ciudad de México. La conexión fue tan fuerte, que el propio j-hope lo reconoció emocionado:
“Esta noche siento que el concierto lo hicieron ustedes”.
Y no nos malinterpreten: si algo define a j-hope es su capacidad para ser un performer completo. Su presencia en el escenario es única, la producción que lo acompaña es de alto nivel, su energía parece infinita y su carisma es inigualable. Por eso, el público mexicano se entregó por completo para agradecerle como solo él se lo merece.

La llegada de j-hope con Hope On The Stage no solo marcó el primer show en solitario de un miembro de BTS en México, sino que también confirmó el creciente reconocimiento de la Ciudad de México como una capital musical a nivel mundial. Este evento —junto con la expansión de HYBE en Latinoamérica— abre la puerta a una nueva era de conciertos que, hasta hace poco, solo podíamos imaginar.
Locura total con Hope On The Stage en México
Desde el primer momento, se notaba que algo muy especial estaba por suceder en el Palacio de los Deportes. Los alrededores estaban llenos de fans emocionados, y por dentro, el venue estaba completamente abarrotado. Cada ARMY llevaba su ARMY Bomb —la famosa lightstick que seguro has visto en videos—, convirtiéndose en una extensión de cada fan y en parte esencial de la atmósfera y la experiencia visual del concierto.
La emoción y la conexión eran palpables entre miles de desconocidos que, por el simple hecho de ser fans de j-hope, se convirtieron en una sola voz durante más de dos horas. El Palacio de los Deportes fue testigo de una presentación profundamente conmovedora… y con un nivel de espectáculo que dejó a todos sin aliento.
El Palacio se tiñó de rojo con Jack in the Box
El show arrancó con una introducción poderosa que dejó ver el lado más oscuro y profundo de j-hope. Con temas de Jack in the Box, el escenario se cubrió de tonos rojos, creando una atmósfera sombría y cargada de intensidad. Canciones como “What If…”, “Pandora’s Box”, “Arson”, “STOP” y “MORE” nos mostraron a un j-hope exigente, honesto y entregado. La respuesta del público fue tan abrumadora que, por momentos, era difícil escuchar la música entre los gritos de emoción.
La producción fue de primer nivel: plataformas elevadas, explosiones de fuego y, sobre todo, el magnetismo de j-hope como performer nos envolvieron por completo en el universo de Jack in the Box. Un concepto en el que el artista se sumerge en sus pensamientos más profundos, ambiciosos y oscuros, y logra transmitirlos con una fuerza escénica impactante.

En el segundo acto, tras la intensidad inicial, j-hope cambió el ritmo y nos llevó a un espacio más íntimo y emotivo con “on the street”, su colaboración con J. Cole, uno de los raperos que más lo han influenciado. Este tema no solo es especial por la alianza musical, sino porque fue lanzado poco antes de su enlistamiento militar en Corea del Sur, lo que le dio un significado aún más profundo para él y para el ARMY, con quien conectó de manera muy emocional.
En esta parte del show, vimos el lado más auténtico de j-hope: un regreso a sus raíces como bailarín, una de sus pasiones más puras y donde se desenvuelve con total naturalidad. Presentó canciones de su segundo álbum ON THE STREET VOL.1, como “lock / unlock”, “i don’t know” y “i wonder”, que exploran distintos géneros y estilos de baile. La energía del ARMY fue especialmente intensa durante “Trivia 起 : Just Dance”, una canción que ha marcado el camino artístico de j-hope y en la que se mostró visiblemente conmovido por la ovación del público.
La faceta más nueva de j-hope
La tercera fase del show nos presentó a un j-hope más relajado, seguro y disfrutando cada momento. Con sus más recientes sencillos, “Sweet Dreams” y “MONA LISA”, exploró nuevas emociones como el amor y la calma, dejando atrás la ansiedad y la introspección que caracterizan muchas de sus letras anteriores.
A lo largo de esta sección, vimos a j-hope disfrutar de la música tanto como el propio ARMY, que ya coreaba cada canción a pesar de ser lanzamientos muy recientes. El show se sintió como una colaboración constante entre artista y fans, al punto que incluso el público tuvo su momento en las pantallas. Y aunque podríamos decir que fue una de las partes más “light” del concierto, la realidad es que, a partir de aquí, la energía no hizo más que subir.
El performer que se formó junto a BTS
El show mantuvo una energía imparable tanto por parte de j-hope como del público. Alcanzó momentos de gran intensidad con canciones como “1 Verse”, “Base Line” y “Hangsang”, donde brillaron sus mejores habilidades como rapero. No hay que olvidar que, además de ser un bailarín extraordinario, j-hope es parte de la rap-line de BTS y un pilar fundamental en el sonido y la identidad del grupo.

Uno de los momentos más memorables de la noche fue la transición de “Airplane” a “Airplane Pt. 2”, una canción de BTS que los fans mexicanos esperaban con ansias. Cuando llegó la parte de “We going from Mexico City” y el icónico “¡El mariachi, el mariachi, el mariachi…”, el público lo dio absolutamente todo para representar a México con orgullo. Escuchar esa línea cantada por primera vez en nuestro país fue un instante cargado de emoción y sin duda, uno de los más icónicos del concierto.
Aunque la energía del público estaba en un nivel pocas veces visto, lo verdaderamente impresionante fue que j-hope no bajó la intensidad en ningún momento. Su entrega fue total de principio a fin.
Cuando comenzó “Mic Drop”, el Palacio explotó. El nombre de los siete integrantes de BTS retumbó con fuerza durante el fanchant al inicio de la canción, y nadie se quedó atrás al corear —en coreano fluido— el icónico “miane omma” de SUGA. Fue un momento largamente esperado por los fans… y vaya que se notó.

Con canciones como “Silver Spoon”, “Outro: Ego” y “Daydream”, quedó más que claro que lo que presenciamos fue una auténtica fiesta. Un momento inolvidable tanto para los fans como para j-hope. Sin duda, el verdadero “The Most Beautiful Moment in Life” hecho realidad sobre el escenario.
“Wow, esto es México. Por eso hay que venir aquí”
La sorpresa y emoción de j-hope ante la respuesta del público mexicano fue más que evidente. En uno de los descansos, no pudo evitar compartir lo que estaba sintiendo:
“No sé qué decir esta noche, ustedes son realmente increíbles. Siento que el concierto lo hicieron ustedes.
La verdad, durante el concierto pensé: ‘Wow, esto es México. Por eso hay que venir aquí’”.
El momento más latino de la noche llegó con “Chicken Noodle Soup”, su colaboración con Becky G, que desató una ola de emoción colectiva en el Palacio. La canción hizo que los fans fueran quienes impresionaron a Hobi, pues cantaron de principio a fin: “Latinoamericana soy de aquí”, “Donde yo nací no pensaban que una mujer iba a sobresalir”. La emoción de Hobi fue tan evidente que se quitó los audífonos para atesorar este momento directo en sus oídos.
“Cuando les digo esto, no es una broma y tampoco para quedar bien con ustedes… estos momentos, cada segundo que pase aquí, nunca los olvidaré y siempre los guardaré en mi corazón y en mi memoria”.

I’m your hope, you’re my hope, I’m j-hope!
Las pantallas se iluminaron en una explosión de colores para el último acto del show, que comenzó con “Hope World” y continuó con “Equal Sign”, una de sus canciones más sociales, donde j-hope habla sobre la importancia de la empatía y del amor en un mundo lleno de diferencias.
Con “Future” y “Neuron”, volvió a dejar claro su profundo respeto por el baile, reconociendo y nombrando uno a uno a sus bailarines, en un gesto lleno de gratitud y compañerismo.
Para la parte final, se proyectó en las pantallas el coro principal de “Neuron”:
“I’ll tell you again, We’ll never ever give up, forever… I’ll say it again, We’ll always be alive to move us”.
Una frase que encapsula el corazón de su espectáculo: seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles; agradecer, aprender de todo lo vivido —lo bueno y lo malo— y nunca dejar de moverse hacia lo que amamos.
El tour de j-hope, HOPE ON THE STAGE, es mucho más que un concierto: es una celebración escénica total, enfocada en la música, el baile y los mensajes poderosos, que en conjunto con los fans lo hicieron una experiencia totalmente inolvidable. Una mezcla de pasión, alegría, carisma y entrega inagotables.
El público mexicano respondió con la pasión tan única de los fans de Latinoamérica, y a la altura que un artista de su nivel merece. Y j-hope dejó claro cuánto ama estar sobre el escenario… porque ahí, sin duda, es donde pertenece.
Te dejamos la presentación de su canción “MONA LISA” en CDMX.