La fuerza creativa de Yoann Lemoine parece inagotable. El diseñador gráfico, director y músico simplemente no puede detenerse. Después de colaborar recientemente con Louis Vuitton y Pharrell, resurge como Woodkid, el prodigio que nos regaló The Golden Age (2013) y acaparó la atención global, con una electrónica orgánica e íntima, y brutalmente artística.

Ahora, su segundo disco se titula S16, y es notable que el francés incrementó la escala en la música y letras, para crear algo como una épica basada en orquestación obsesiva y sonidos digitales de vanguardia.

'S16': Woodkid nos platica sobre el proceso creativo detrás de su segundo disco
Foto: Woodkid

Woodkid nos cuenta lo que hay detrás de su nuevo disco

Platicamos con el artista francés sobre su trabajo en el estudio y algunos de los temas que tenía presentes en su mente para este segundo disco de Woodkid. El primer sencillo, y la rola que abre el disco es la potentísima “Goliath”, con una selección de texturas en los sintetizadores que son el lienzo perfecto para una canción que reflexiona sobre la pelea interna que cada uno de nosotros tiene.

En ésta impresionan los sonidos orquestales conviviendo con percusiones digitales y sintetizadores disruptivos, sobre lo que Woodkid nos comentó: “Se sienten igualmente orgánicos y digitales, como la dualidad entre realidad y ficción. Trabajé mucho con la orquesta, para que tocaran en una forma que fuera original, especialmente para Goliath, es algo diferente.”

Notamos claramente la dedicación a sonidos orquestales y coros en “Reactor”, una de las canciones más grandes de este año que acaba, con coros vocales enormes y bases digitales sutiles cohabitando el mismo espacio, repleta de frases interpretables sobre el amor y la vida.

El artista francés plasma experiencias personales

En todo el disco notamos un equilibrio entre lo grabado en instrumentos y los sonidos producidos digitalmente, por lo que le cuestionamos sobre esto a Yoann: “Es algo que no exploré en mi primer disco, aprendí a jugar con el silencio, con el tiempo. Hay sonidos que, para mí, solo funcionan si los pongo en comparación directa con otros, los bajos con los hi hats, eso crea un contraste y elegancia. Así tus oídos nunca se cansan de lo que están escuchando.”

'S16': Woodkid nos platica sobre el proceso creativo detrás de su segundo disco
Foto: Getty Images

Vaya que logra capturar tu oído con este juego entre la orquesta y los sonidos digitales, como las percusiones agresivas e increíblemente producidas que abundan a lo largo del LP. Aparte de lo musical, le preguntamos sobre sus letras, que hablan como experiencias personales pero también dejan espacio a la interpretación.

“Nunca tengo una agenda general con mi música, intento dejar el significado abierto, pero está basado en mi intimidad y sentimientos personales, y ha sido increíble, porque grabar este disco me ha ayudado a vencer a la duda y rutinas sobre la falta de confianza en mí mismo.”, nos comentó el artista francés.

Tiene fuertes influencias de otras facetas personales

La voz de Woodkid es muy identificable, tiene bastante calma en cómo entrega las palabras, que muchas veces dan mensajes abrumadores, y en este LP hay un trabajo concentrado en cantar mejor. Los falsetes y las voces más graves tienen más titularidad en rolas como “In Your Likeness” y “Enemy”.

Tras trabajar en la música para la película Desierto (2016), de Jonás Cuarón (les decimos que Yoann no para) el sentido cinemático es algo que ya había trabajado, pero es más fuerte en este segundo disco.

'S16': Woodkid nos platica sobre el proceso creativo detrás de su segundo disco
Foto: Getty Images

Al escuchar este álbum no puedes dejar de preguntarte “¿Y como hizo esta joya con tanta chamba después de su primer disco?”, así que le pedimos que nos explicara cómo es que tooodos sus demás trabajos (colaboraciones en diseño, cine, diseño de conciertos) afectaron este segundo disco de estudio:

“Son experiencias de aprendizaje. Ahora siento que no sabía mucho cuando hice el primer disco, y la única forma de aprender era conocer gente, colaborar, abrir mis horizontes. Aún siento que no sé un carajo, pero al menos he aprendido algo”, afirmó.

Es un disco que también habla sobre la fragilidad y la visión del mundo por parte de Woodkid

Perseguir aprender cada vez más ha sumado mucho a la carrera de Woodkid, ya que notamos un concepto dual muy bien trabajado, capas y capas de elementos que le dan al punto preciso en el que no sobra o falta otro instrumento.

En la producción participan Ryan Lott (Son Lux) y el artista electrónico francés Tepr, cuya maestría en lo digital se nota, por ejemplo, en los puentes persecutorios de “Highway 27”, o la intrigante progresión digital de “So Handsome Hello”.

El disco puede que toque fibras sensibles sobre cada uno de nosotros, las letras son muchas veces confesiones sobre nuestras limitaciones, desamor y cuestionamientos existenciales. Al respecto, Woodkid nos habló sobre la idea de fragilidad y cómo es que eso cambió en esta situación de aislamiento:

Uno de los temas del disco es el sentido de fragilidad. Una de las opciones hoy es hacer música para que la gente se distraiga, vea otras cosas. La segunda era hablar sobre la fragilidad, dar mi visión del mundo y lo que yo pienso de este bello mundo, que cuando aceptas la fragilidad, tu incoherencia, hay belleza en la fragilidad, y reconocerla es un primer paso para sanarte, para estar mejor de lo que estabas antes.

El cantante está consciente de que “la gente necesita arte y música”

S16 es un disco con una ambición enorme. La propuesta de combinar lo digital y lo orgánico es permanente, y el trabajo en las secciones de cuerdas eleva los once tracks a un nivel que imaginamos en un teatro inmenso, con un show en vivo en el que los elementos sean interpretados en vivo, junto a la impecable voz de Yoann y visuales creados por él mismo.

Woodkid ha trabajado sus shows en vivo a un nivel extremo, y ahora en el encierro parece lejana su propuesta para sacar de gira este excepcional álbum, pero le preguntamos sobre sus planes para un futuro concierto de S16.

Diría ahora mismo que, vivimos en un mundo en lo que todo está desmaterializado, estamos ahorita tocando por teléfono, lo único que tengo como artista es el escenario, es el fin último para alcanzar, frente a la gente. Cuando regresemos de gira, nos daremos cuenta lo preciado que esto es. Quiero regresar a donde debe estar, frente a la gente y no una experiencia digital, creo que está bien hoy porque la gente necesita arte y música.

Foto: Getty Images

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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