Por: Jinete
Como han pasado los años, las vueltas que da la vida. Aún recuerdo el lejano 1998, los días 28 y 29 de noviembre se anunciaba con bombo y platillo, el Primer Festival Iberoamericano de Rock en las instalaciones del entonces, Autódromo Hermanos Rodríguez, con las bandas más representativas de la época: Miguel Ríos, La Cuca, El Tri, Ritmo Peligroso, Los de Abajo, La Lupita, entre otros.
Con el paso del tiempo el Festival se fue transformando y abriendo espacio a diferentes bandas sin importar las etiquetas, para convertirse en un foro multicultural en donde pueden convivir todas las tribus urbanas y todas las alternativas musicales. En este 2018 estamos viviendo la edición 19 del Festival Iberoamericano de cultura musical con una carga de mucha nostalgia, ya que 8 bandas de aquel primer cartel repitieron este año, por lo que la brecha generacional se notó en algunos momentos. Mientras los millenials brincaban y bailaban al ritmo de Los Amigos Invisibles, los noventeros se daban un agasajo musical lleno de ska con El Panteón Rococó, que haciendo un recorrido por sus éxitos, logro uno de los momentos más emotivos del sábado.
Los “rockeros de la vieja guardia”, tuvieron su clímax cuando subieron al escenario los Rock en tu Idioma Sinfónico, comandados por el legendario Sabo Romo, que inició cantando “Mátenme porque me muero”, para después dar paso a Kazz de Los Amantes de Lola que interpretó “Beber de tu Sangre”, con una voz impecable como si el tiempo no hubiera pasado por su garganta. Y así fueron apareciendo José Fors, Héctor Quijada, y muchos más. La verdad en algún momento me sentí en un festival de la 3 edad llamado “Una cana al aire” jajajaja .
De los Momentos más esperados fue ver a Morrissey en la plancha del escenario principal. La expectativa era mucha, pero, desde mi muy particular punto de vista, más de unos recibió un bajón de adrenalina ya que el set que interpretó el músico británico no fue de lo mejor o quizás el respetable ya estaba cansado y no fue tan expresivo con el vegetariano.
En uno de los escenarios alternos, en los momentos Vive Latino del sábado, se hizo presente un grupo que llamo mi atención y fue el proyecto de blues que presentó Marcelo Lara, y que tuvo varios invitados entre ellos: Chucho Tex, Abulón, Cecilia Toussaint, Toño Lira, Guillermo Briseño que hicieron pasar un momento mágico a los asistentes, que sin esperarlo, se encontraban con este plomazo de puro master. Sin Lugar a dudas a pesar de que no tuve oportunidad de ver todas las bandas del sábado, para mí esto fue de lo más destacado pero cada uno de ustedes hace su historia, según lo que les gusta y cómo disfruten su Vive Latino.
Para el domingo lo más difícil de todo era levantarse, ya que un día anterior la batalla había sido muy dura. Pero como todo buen soldado y paladín del Rock, tome la decisión de tomar camino una vez más para el Foro Sol, que en esta ocasión desde más temprano se veía movimiento para llegar a su cita con la música.
Después de una bebida energética y con lente obscuro, llegue al escenario principal en donde fui testigo de un recorrido musical por casi 40 años de historia del Ritmo Peligroso.
El domingo seguía por la línea de nostalgia musical, ya que diferentes generaciones se daban cita en la plancha del escenario principal para sacar todo el estrés de la semana con el rock tapatío de La Cuca, que interpretó varios de sus éxitos: “La pucha asesina”, “Cara de Pizza”, “Son del dolor” entre otras, que hicieron cantar al respetable.
Una vez terminado el set de José fors y sus secuaces,la sed me llevó a comprar una pulsera (cartera), la cual servía para comprar bebidas y comida dentro del foro, evitando de esta manera el manejo de efectivo dentro del festival. Ya una vez con chela en mano me dispuse a escuchar al gran maestro argentino, Fito Páez, quien demostró que 20 años nos nada viajando por parte de su historia musical y algunas cosas nuevas pero con una actitud que ya quisieran muchas bandas de la actualidad.
Uno de los Momentos más esperados fue la participación de Queens of the Stone Age, que me dejó muy sorprendido por su calidad y por la energía que manejan en directo. Para esas horas el cansancio ya hacia presa de varios pero aun así mientras todo mundo se quedaba a ver el espectáculo de Gorillaz, el morbo me llevo a la Carpa Doritos, para ser testigo de que la banda fiel a Haragán y Cía, no los dejarían solos en el cierre de ese escenario. Todo parecía indicar que seriamos muy pocos pero de un momento a otro se juntó un buen grupo de rockeros que cantaron de principio a fin todas y cada una de las rolas que Luis Álvarez interpretó para este concierto que dejo muy satisfechos a sus fans.
De esta manera, disfruté lo que fue la décimo novena edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, que, como los buenos vinos, conforme pasan los años se pone más bueno, al abrir sus puertas a las diferentes tribus urbanas y manejando una amplitud Cultural y musical que lo consolida como el festival mas importante en México.
