Lo que necesitas saber:
LS Dunes nos impactó con su segundo disco de estudio, un caos controlado con emociones intensísimas y mucho virtuosismo.
Hoy tenemos lo nuevo de la superbanda LS Dunes, que medianamente por el encierro pandémico reunió a Anthony Green (The Sound of Animals Fighting), Frank Iero (My Chemcial Romance), Travis Stever (Coheed and Cambria), Tucker Rule (Thursday) y Tim Payne. El quinteto fusiona bastantes sonidos, que obviamente vienen de derivados de sus bandas, pero aseguran energía y emotividad en todo lo que hacen.
Los complicados y distorsionados riffs de guitarra, las agudas voces melancólicas (y las más pegadoras de ardido para ser sinceros) se basan en batería y bajos potentísimos y sólidos. Esta superbanda está entre el post-hardcore de sus bandas de origen y el rock alternativo pesado y obscuro de Velvet Revolver o algunos deep cuts de Soundgarden.
Es innegable el parecido de la voz de Anthony con el timbre de Chester Bennington, por lo que a fuerza toca algunas fibras sensibles, al escuchar la voz de dos grandes vocalistas.
LS Dunes presume virtuosismo y sensibilidad en diez rolas impactantes
Una superbanda con identidad propia que trabajó mucho su segundo disco de estudio
No hay duda de que el post-hardcore emo anda con todo, desde el impacto de los regresos nostálgicos de Avenged Sevenfold, My Chemical Romance, y hasta algo más leve como Simple Plan.
Aunque el scream o no es para todo el mundo, la producción impecable de Will Yip hace que las rolas pasen de manera equilibrada, y la voz de Anthony Green tenga una presencia exacta, al nivel de las guitarras distorsionadas de Frank Iero y la batería Tucker Rule. El bajo de Tim Payne se mantiene como la base más confiable ante los cambios.
Desde el excelente clímax de “Like Magick”, se nota que cada canción está construida con capas de instrumentación que se entrelazan de manera armoniosa. Los elementos más agresivos son la voz y las guitarras distorsionadas, pero es admirable cómo no le quitan protagonismo a lo demás.
Es un disco de virtuosos para todo mundo, porque no exageran en los solos o los difíciles fills de batería, sino que se concentran en entregar el mensaje en la voz de Anthony de forma contundente. “I Can See It Now…” cambia el protagonismo de la guitarra por un bajo distorsionado que abre la rola. La letra se cuestiona a dónde ha llegado una relación que en algún momento fue otra cosa.
El caos controlado de la banda coincide con letras sentimentales y un vocalista excepcional
El álbum se abre con “Like Magick”, una canción que establece el ritmo acelerado y letras introspectivas. La canción que da título al álbum, “Violet”, es una joya melódica que evoca paisajes sonoros emocionales, con un mensaje de dolor hacia una ex pareja, diciéndole que en algún momento obtendrá lo que se merece.
Dentro del post-hardcore y el rock alternativo, la banda explora diferentes matices y texturas, con intensidad y sutileza en equilibrio, este disco te hará replantear alguna relación pasada. LS Dunes reafirma que no está mal sacar los sentimientos negativos para crear una catarsis algo violenta en este caso.
Hay momentos de emociones positivas también, y “Machines” ejemplifica esto con un mantra que literalmente grita “redemption” a más no poder. Anthony habla sobre tomar la dirección correcta y ser lo que tú quieras en este momento. Rolón para darnos para arriba y subir el ánimo tras gritonear sobre el pasado amargo.
Aunque el disco trae bastantes rolas deseándole lo peor a una persona (suena absolutamente a que a una ex), es catártico el cierre con “Forgiveness”, una rola poética que busca la paz que hay al perdonar: -“With all our hearts, we beg for forgiveness, for everything we ever said and everything we made”-.
La producción de Will Yip es impecable, logrando capturar la energía cruda de la banda en cada canción. El sonido es nítido y potente, permitiendo que cada instrumento sea distinguible. La banda es rockerísima y se trata de un caos preciso, medido, y que trae mucho trabajo en producción.
Apenas la segunda entrega de una superbanda que promete muchísimo
Violet es un álbum que confirma el talento y la visión de LS Dunes, que han logrado crear un sonido propio que combina lo mejor de sus influencias musicales.
Afortunadamente, estamos ante el caso de una banda que logró sacar un segundo disco que está al nivel de su debut, una de las pruebas más difíciles que enfrentan los proyectos a lo largo de su carrera.
Si de algo nos podemos quejar es que el disco apenas dura 39 minutos, rebasando por poco la media hora que tiene un EP, pero es suficiente para que los LS Dunes nos hagan ponerlo en repetición varias veces.
LS Dunes lanzó varias ediciones físicas de este discazo que pueden encontrar por acá. La banda inicia una gira por Europa hoy, y tienen fechas hasta finales de febrero. Habrá que esperar para ver si se dan una vuelta por nuestro país con este gran álbum.