Cuando una persona muere, generalmente la gente habla sobre las cosas buenas y positivas que hizo durante su vida. La familia que formó, las relaciones que construyó y los logros profesionales que resultaron determinantes. Las cosas son un poco distintas cuando una persona que estuvo bajo la mirada pública fallece, pues salen a la luz los aspectos más oscuros como adicciones, relaciones tóxicas y más, dejando de la lado las cualidades positivas que lo definieron.
Este lunes 4 de marzo, se anunció la muerte de Keith Flint, líder y vocalista de The Prodigy, a los 49 años. La banda confirmó que se trató de un suicidio sin revelar las razones por las cuales Flint tomó esa decisión. De inmediato, comenzaron a salir las posibles causas relacionadas a su antigua adicción a los sedantes (para tratar el dolor), por ejemplo. Sin embargo, Keith fue más que un gran showman con una actitud propia de un maníaco en el escenario, fue más que un ícono de la música británica de los 90 con problemas personales (como todos).
En realidad, fue un gran ser humano, y este video de 2016 es la prueba de ello. Durante una presentación en el festival Qstock en Oulu, Finlandia, Keith Flint se movió entre el público hasta llegar a la parte en que las personas con discapacidad y en sillas de ruedas se encuentran.
Ahí, repartió abrazos, saludos y muchas fotografías para todos los fanáticos de la banda. En un video publicado ese mismo año, pero que resurgió con el tema de su muerte, se puede ver a los seguidores emocionados por la presencia de Keith.
El video es conmovedor sin pensar en la inesperada muerte de Keith, pues demuestra que se trataba de una persona apasionada dentro y fuera del escenario. En el Qstock, The Prodigy tocó un setlist de 17 canciones junto a un performance interactivo que cubrió todas las expectativas.
Como sabemos, Flint derrochaba energía en cada una de las presentaciones de The Prodigy al interpretar sus más grandes éxitos como “Firestarter” o “Breathe”, pero también lo hacía en sus actividades ajenas a la música como su participación en carreras de motocicletas de Supersport TT.
Matt Osman, bajista de Suede, dijo: “Tocamos en MUCHOS festivales con ellos durante los 90, y siempre amé el momento en que este chico callado, salía del backstage hacia el escenario y se transformaba en una clase de maestro de ceremonias enloquecido”. Así fue Keith desde su llegada a The Prodigy primero como bailarín y luego como el vocalista principal. Por algo, The Prodigy fue la primera banda de dance en formar parte de los headliners de Glastonbury en 1995…
Por acá les dejamos este video en memoria de Keith Flint: