Este martes 15 de noviembre, se anunciaron los nominados a los Grammy para su edición de 2023. Sabemos que la validez de estos premios se ha puesto en duda desde hace tiempo entre aparentes necesidades comerciales, o bien, su adhesión a ciertos discursos un tanto contradictorios.
Sin embargo, en varios aspectos se mantienen relevantes al marcar un antes y un después para la carrera de algunos artistas, y continuan siendo un referente en el impacto que generan las propuestas musicales (por ejemplo, aún contamos cuántos Grammys tiene una banda).
Este año, las dudas respecto a los Grammys continúan, pero abriendo una conversación interesante, por decir lo menos, con los nominados a Álbum del Año o (Album of the Year), entre los que destacan Beyoncé con Renaissance, Harry Styles con Harry’s House, Kendrick Lamar con Mr. Morale & the Big Steppers y Adele con 30. ACÁ la lista completa.
Pero de todos, el que más destaca sin duda, es Bad Bunny con Un verano sin ti, el cual es el primer disco en español en recibir una nominación en la máxima categoría. Y esto no nos sorprende, o al menos no del todo. Este material salió en mayo de 2022 y rompió (continúa haciéndolo) todos los récords.
Por ejemplo, debutó en el primer lugar de Billboard 200 y se convirtió en el disco hispano más escuchado en la historia en streaming. Vaya, hasta el expresidente Obama puso la canción “Ojitos Lindos”, en colaboración con Bomba Estereo, en su lista de las mejores rolas del verano.
‘Un verano sin ti’ de Bad Bunny
El éxito de Un verano sin ti no tiene precedentes ni para la carrera de Bad Bunny ni para ningún otro artista de habla hispana en el mercado. De hecho, toda la conversación que ha logrado destaca, incluso, de otros artistas de talla internacional.
Pero el terreno ya se venía preparando. En 2020, Bad Bunny se convirtió en el primer artista en tener un disco completamente en español en el Billboard 200. Hablamos de El último tour del mundo que, además, fue tercer disco que sacó ese mismo año tras el éxito de YHLQMDLG (Yo hago lo que se me da la gana) y Las que no iban a salir.
Para 2021, en el que liberó un montón de sencillos y remixes, fue el artista con mayor número de streams en Spotify en todo el mundo. Y este 2022, Apple Music lo nombró como Artista del Año (AQUÍ la nota) después de ser invitado a la Met Gala en donde con la temática del Gilded Glamour, le dijo al mundo que América Latina y Puerto Rico “son América también”.
Y es eso, más allá del género musical o la genial mezcla de esto, las canciones extremadamente pegajosas y divertidas, y el estilo de Bad Bunny, lo que impera por encima de todo: la representación, las expresiones culturales, la historia y el dominio del idioma español.
‘Andrea’ y ‘El apagón’
Una de las canciones más populares de Un verano sin ti es “Andrea”, la cual salió en colaboración con Buscabulla. La rola habla de una mujer independiente que debe lidiar con la violencia del día y día mientras sólo puede ver cómo las cosas se complican para ella y todas.
El nombre de la canción viene de Andrea Ruiz Costas, una mujer puertorriqueña de 35 años que en abril de 2021, fue asesinada por su expareja, Miguel Ángel Ocasio Santiago. Su cuerpo fue hallado calcinado con signos de violencia en Cayey.
Andrea ya había denunciado a Miguel, quien la seguía a su trabajo, vigilaba su casa y la amenazó con publicar fotos íntimas de ella en redes sociales. En dos ocasiones, se desestimó el caso, y Andrea quedó desprotegida frente a todos. Las consecuencias fatales son conocidas en México y América Latina.
La historia de Andrea, similar a la de cientos de mujeres en la región, se reveló en una canción de reggaetón que superó los 100 millones de streams en todo el mundo. Bad Bunny no es el primero en hacer esto, pero sí es, quizá, el artista que más alcance tiene y que no teme en tocar estos temas.
Lo mismo sucedió con “El apagón (Aquí vive gente)” cuyo video oficial es un documental sobre los constantes cortes de energía, la privatización de la luz y el aumento de las facturas para el servicio en Puerto Rico. Y no sólo eso, también habla de la gentrificación de algunos barrios populares, el alza en el costo de vivienda y la apropiación de playas públicas.
El español
De acuerdo con algunas cifras (antes de que llegaramos a los 8 mil millones de habitantes en la Tierra, AQUÍ la info), ocho por ciento de la población mundial habla español, el cuarto idioma más hablado después del inglés, el hindi y el chino mandarín.
Las cifras son impresionantes si consideramos que hay más de siete mil idiomas en el mundo. Luego, hay más de 570 millones de personas hablan español, y de esos, unas 470 son hablantes nativos; eso quiere decir que es el segundo idioma con mayor número de personas cuyo primer idioma es el español.
Y aquí les dejamos más cifras impresionantes. De los 195 países que hay registrados, 21 mantienen el español como su idioma oficial, liderados por México, Colombia, Argentina, España y Venezuela en los primeros cinco lugares. Y ni qué decir del impacto que tiene en Estados Unidos con más de 40 millones de hispanohablantes.
Aún con esas cifras, durante muchos años, mundo del arte y el entretenimiento demandó que los artistas cedieran su idioma como requisito para entrar el mercado internacional. Y ojo, no estamos diciendo que el inglés no sea importante, pues permanece y permanecerá como el idioma universal.
El reggaetón como expansión del español
¿Pero por qué las expresiones artísticas como el cine o la música han de sacrificar el idioma para ser vistos, leídos, entendidos y aceptados? El tema de los subtítulos en la industria del cine sigue generando un debate en el que la audiencia (los estadounidenses como la taquilla más importante) se siente incómoda al escuchar otro idioma que no sea el inglés más la pereza (es justo decirlo) de leer subtítulos.
En la música no es distinto. Cuántos artistas latinoamericanos trabajaron en dos discos simultáneos, en inglés y español, para mantenerse activos en su región de origen, pero también expandir su audiencia. Y de poco, muchos de ellos dejaron atrás el español para trabajar sólo en inglés porque así lo requería el mercado.
Fue en 2005 cuando el reggaetón llegó al Reino Unido sin causar un impacto grande (“Gasolina” de Daddy Yankee fue el primer factor). Luego entró a Estados Unidos donde las comunidades latinas, más grandes que en Europa, lo asimilaron mejor, pero sin alcanzar el potencial que lograría 10 años después.
Si el género urbano se tardó tanto, fue porque precisamente se rehusó a borrar el español para entrarle al inglés, a menos no de lleno. Lo que hizo fue agarrar algunos sonidos más familiarizados con el resto de las audiencias, como el trap, y mezclarlo con los famosos samples latinos y beats electrónicos del dancehall jamaicano.
Pero nunca cedió el español porque, de haber sido el caso, no tendría sentido. Este tema es complicado, pues parte de aspectos históricos y culturales, así como la creación de estereotipos que vician la figura de los latinos como personas fiestaras y fogozas, pero también incontrolables.
El estereotipo del latino
El baile es una parte importante de la cultura latinoamericana. Nadie lo puede negar, pero la concepción del baile hacia fuera, es la que desnaturaliza, de alguna manera, el verdadero significado de los movimientos y los géneros musciales nacidos en la región.
Es así como entendemos, por ejemplo, el tropo de la spicy latina en el cine hollywoodense a través de las figuras histéricas femeninas. Esta imagen alimentó la idea de que las mujeres latinas necesitan un verdadero macho para controlarlas y calmar ese deseo sexual inherente a ellas (revelado inconscientemente a través del baile).
¿Y qué tiene que ver esto con el reggaetón? Que el género urbano agarró esa idea, aceptada por la misma comunidad hacia afuera, y la explotó con letras de alto contenido sexual que en su mayoría denostan a la figura de la mujer en escenarios que describimos antes.
Son experiencias imposibles de traducir, por lo que el reggaetón había de mantenerse en español porque no podía ser de otra manera. Y resistió durante más de una década hasta que el ritmo superó a la letra (incomprensible a veces hasta en español), y arrasó con el mercado.
Y ahora es al revés. Artistas internacionales de la talla de Drake o Nicki Minaj, han de cantar en español para mantenerse vigentes. La próxima colaboración de Gorillaz con Bad Bunny es el ejemplo perfecto de cómo una banda alternativa, la cual no ha temido explorar sonidos, le entrará al género más escuchado del mundo (y también explica la apuesta por el reggaetonero para protagonizar El Muerto para el MCU).
Todo esto, ya para cerrar, pretende dejar de lado la odiosa conversación sobre si el reggaetón es buena música y si alguien como Bad Bunny “merece” ser llamado artista. Es para concentrarnos en lo que es realmente importante: el español ha llegado a todos lados, y es un idioma tan bello, disculpen lo meloso, que ya nadie podrá arrebatárselo al mundo.
Pensamos que lo ideal habría sido que otro género llevara al español a tantas partes. Pero no fue así. Fue el reggaetón, y mientras permanezca como un exponente de nuestro idioma, tan imperfecto en las calles y relegado durante tanto tiempo, hemos de celebrarlo.
Ojalá Un verano sin ti y Bad Bunny se lleven Álbum del Año en los Grammys de 2023 aunque ya no sean tan relevantes. Lo merece.