La banda dosmilera The Used regresa con el disco Toxic Positivity, esto después de tres años del lanzamiento del Heartwork, para continuar con una discografía consistente, en la que cada dos o tres años nos han regalado un álbum de estudio.
El regreso de Bert McCracken y compañía significa su noveno disco de estudio, y a pesar de que sus inicios acapararon la atención con joyas del nivel de In Love and Death (2004) y Lies for the Liars (2007), la banda ha mostrado también trabajos más íntimos y para sus fans, como fue The Canyon (2017).
El virtuoso John Feldman (Goldfinger, All Time Low, Korn, Avril Lavigne) vuelve a producir a The Used, como en todos sus discos. Las once nuevas rolas apenas pasan la media hora, pero les prometemos que es suficiente para cubrir una variedad amplia de emociones y sonidos.
‘Toxic Positivity’ de The Used
Cómo innovar un sonido bien definido
La banda nos ha dado bastante material, con las rolas pesadas como protagónicas, aunque de vez en cuando las baladas nos conmueven por las historias que Bert cuenta con influencias personalísimas. Toxic Positivity de The Used resulta un disco bastante equilibrado, y podemos pasar de un inicio como vals, a algo titánico e intenso como en “Dopamine”, de un compás a otro.
Escuchamos que “Cherry” abre con guitarra acústica y la voz de Bert, pero la sorpresa llega cuando el puente de la canción mete unas percusiones muy drum and bass de fondo, que van rebien con la propuesta de The Used.
“Dancing With A Brick Wall” tiene una carga electrónica muy balanceada y hasta es un tema bailable que se encuentra con los gritos de Bert, bastante pegajosos para cantar. Nos sorprende aún el rango de Bert para distorsionar su voz, y luego llegar a agudos brillantes entre compases, todo en un detalle que sigue siendo el atractivo de la banda no solo en el estudio, sino en vivo.
Uno de los temas que más nos atrapó del Toxic Positivity de The Used fue “Giving Up”, una rola que desafía sentirse mal todo el tiempo, y en un giro agradable, Bert repite como un mantra que no se dará por vencido, y que ya se hartó de los sentimientos negativos. Acelerada y hasta con un beat, la rola sirve bastante como recordatorio para no rendirse con uno mismo.
La esperanza después de tiempos oscuros
Antes de la pandemia, Bert estaba en uno de los mejores momentos de su vida, por lo que el encierro terminó con eso, incluso llegó a tomar valium por un año. A pesar de eso, la correcta dosis de esperanza encontró su camino, y es algo que se refleja a lo largo del disco.
Rolas como “Giving Up” y “Numb” reflejan esto, y también cómo es que a menudo se siente la soledad dentro de la cabeza de cada quién. La efectividad que tiene Toxic Positivity de The Used para expresar esto, pero a la vez resonar en su audiencia, es algo poco común, como lo es que la voz de Bert se mantenga en excelente estado después de tantos años de dedicarse al screamo.
Los momentos difíciles de Bert en los que sintió el apoyo de su familia y amigos, nos dejan algunas reflexiones a través de sus rolas. Y aunque ha expresado que ya no está en momentos malos, logró recuperar algo de esa época y el disco está repleto de referencias a los momentos malos y los buenos.
Inclusive, el título de Toxic Positivity de The Used es el concepto de tener una positividad excesiva, lo que resulta contradictorio, porque sus efectos no son necesariamente buenos.
El balance de ‘Toxic Positivity’ de The Used con lo clásico de la banda
Aunque lo que sorprende de Toxic Positivity de The Used es cómo incorporaron bastantes sonidos nuevos, tenemos frente a nosotros también rolas efectivas que nos recuerdan al resto de la discografía de la banda. De las baladas de la banda, “House of Sand” es de lo mejor que han mostrado recientemente, algo ligero pero con características de decadencia en letras.
En rolas que cumplen con las fórmulas más clásicas de la banda, “Pinky Swear” tiene un gran coro y distorsión de sobra, además de hablar sobre salvación y esos temas que se le dan bastante bien a Bert.
Esas distorsiones al estilo “Pretty Handsome Awkward” honran la historia de The Used, y obviamente están ahí para complacer a los que siguen a la banda desde inicios de los dosmiles. “Headspace” también logra esto, con la diferencia de incluir arreglos orquestados que van bastante bien.
Para “Top of the World”, una canción bastante amorosa, se agregan unos sintetizadores que siguen la voz de Bert, pero las guitarras distorsionadas de Joey Bradford permanecen como las protagonistas. Recordemos que a pesar de los cambios en la alineación, su frontman ha liderado a la banda y tiene una visión creativa clarísima, por lo que se han mantenido fieles a su estilo.
Quizás el único punto que no nos encantó del disco es su duración, ya que se pasa como agua la media hora que traen de nuevo material, y aunque sacan disco bastante seguido, la calidad de Toxic Positivity de The Used hace que queramos un poco más de canciones.
The Used se rifó con la mercancía de Toxic Positivity, que pueden conseguir por acá, y es que traen una edición física del disco que brilla en la obscuridad, además de ropa y hasta una bandera del nuevo álbum.