Siempre nos han dicho que venimos del mono y eso por supuesto que no lo podemos refutar, porque científicamente ha quedado demostrado. Sin embargo, más allá de cuestionarnos nuestro origen, el ser humano se ha preguntado qué tanto de este animal sigue dentro de nuestro ADN, qué cosas heredamos de los primates que hacemos en nuestro día a día. Y al parecer, esa es la respuesta que desde su trinchera quiere contestar Martin Gore.
Después de seis años desde el lanzamiento de su más reciente álbum como solista, MG; y tras dedicarle gran parte de todo este tiempo de su vida a Depeche Mode, la mente maestra de la agrupación británica vuelve con The Third Chimpanzee. Este es un EP sumamente especial, porque además de ser completamente instrumental, a través de él e inspirado en un libro llamado The Rise and Fall of the Third Chimpanzee explora los sonidos más primitivos.
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Martin Gore experimenta el lado salvaje de la música
El simio nos dejó claro que así como nosotros, tienen un montón de habilidades artísticas. No es nada raro verlos pintar en algunos zoológicos como entretenimiento para el humano; cosa que por supuesto no aprobamos pero, ¿tienen otros dotes similares? ¿son capaces de crear música? Prácticamente cualquier puede crear una melodía usando todo lo que esté a su alrededor, pero Gore lleva esto al siguiente nivel dándole voz a los primates.
El viaje de The Third Chimpanzee inicia con “Howler”. En esta rola, Martin Gore nos atrapa a través de un sintetizador que va golpeando una sola nota que sirve a manera de percusión, pero conforme avanza va incorporando otros elementos que enriquecen y empujan la canción. Aunque prestándole más atención se puede notar que la voz del músico fue manipulada para que sonara como un mono aullador.
El verdadero sonido del chimpancé
Las cosas se ponen más tensas cuando pasamos al segundo track del disco, “Mandrill”. Aquí, Martin nos muestra la enorme capacidad que tiene para crear atmósferas electrónicas, grabando vertiginosamente un ritmo puramente techno e industrial que en momentos muy puntuales nos regala beats que sin duda se escucharían en la radio comercial. No sabemos si el mandril haga estos sonidos, pero los podemos imaginar con esta rola.
Para cuando llegamos a “Capuchin”, Martin Gore nos ha terminado de enganchar en este universo musical tan rico pero que a la vez, deja a un lado la instrumentación complicada para centrarse en lo más esencial. Esta canción es el verdadero reflejo de que menos es más, pues con unas cuantas secuencias y un sintetizador juguetón que se reproduce durante gran parte de la rola, es más que suficiente crear una melodía que se quede en la cabeza.
Martin Gore se lució con “Vervet”
Quizá el tema más complejo de The Third Chimpanzee es “Vervet”, y no lo decimos nada más porque sí. Martin inicia la rola de manera muy ligera, como apenas una caja de ritmos y un par de teclados constantes que te envuelven a través de su aura misterioso, pero de repente y cuando menos te lo esperas, aparecen sintes que emulan el sonido del mono vervet, como si se tratara de un ritual importante de aquella especie.
Para resumirles esta rola, son 8 minutos y medio de una montaña rusa musical en la que intuitivamente te darán ganas de bailar de manera primitiva. Este material discográfico termina con “Howler’s End”, que utiliza el Leitmotiv de la canción que abre el disco para darnos una despedida satisfactoria después de este trip breve pero conciso, intentando comprender la manera en que los simios sonarían si compusieran canciones.
Un EP donde menos es más
Al final, Martin Gore nos entrega un EP donde nos recuerda que lo importante en la música no siempre está en rellenar un disco con canciones repletas de instrumentos que en muchas ocasiones no lucen. Al contrario, el músico demuestra que se puede crear temas sumamente interesantes, ricos en ritmos y sonidos usando elementos básicos, en este caso lo más esencial de la electrónica: cajas de ritmos, sintetizadores y sobre todo feeling.
La pregunta que mencionamos al inicio de esta reseña era ¿qué tanto del ADN de los primates hay en el nuestro? Y a juzgar por lo que escuchamos en las cinco canciones de The Third Chimpanzee, podríamos llegar a la conclusión de que es mucha su herencia y ni siquiera lo habíamos notado. Martin le da vida a través de la música a todos estos animales y de manera casi inconsciente nos muestra el lado más salvaje de su carrera en solitario.
Tracklist ‘The Third Chimpanzee’
1.- “Howler”
2.- “Mandrill”
3.- “Capuchin”
4.- “Vervet”
5.- “Howler’s End”