“Las canciones de Interpol son como desconocidos tímidos… entre más las oyes terminan siendo una de las canciones/personas más interesantes que hayas escuchado”. Esto se lee en uno de los comentarios que rondan por YouTube, y si bien se refería a sus primeros 6 discos, podemos asegurar que The Other Side of Make-Believe no es la excepción.
Si eres fan de toda su trayectoria, en este séptimo disco producido por Flood y Alan Moulder, seguro reconocerás su evolución como trío en el estudio, y también podrás darte una idea mucho más clara de hacia dónde van con su sonido. Si eres fan de sus primeros discos, entonces échale un oído bien abierto y dispuesto, pues tal vez te encuentres con nuevos himnos para tus playlists.
La importancia de los inicios
Las primeras canciones son como un saludo después de muchos años sin vernos, es para ponernos al corriente de dónde han estado y cómo les ha ido. En esta ocasión, Interpol abrió con dos de sus sencillos para engancharnos y llevarnos de la mano.
La primera es “Toni” que nos abre con un piano tocado por el mismísimo Daniel Kessler y un bajo que va tomando protagonismo conforme avanza la rola, para luego darle paso a “Fables”, el himno infaltable para los conciertos, que nos da el primer vistazo de la calidez que Paul Banks anda manejando en su voz para este álbum.
“Into The Night”: La joya de la corona
Cuando tuvimos la oportunidad de platicar con Daniel Kessler sobre este disco (ACÁ puedes checar la entrevista), nos repitió en varias ocasiones que le emocionaba tocar esta rola en sus shows en vivo. “Es muy emocionante […] se siente como un buen ejemplo de nosotros avanzando en nuestra composición”. Y estamos de acuerdo.
Inicia con un riff característico de Kessler que no te suelta, para luego ir destapando poco a poco cada sonido y revelarnos todas sus cartas casi al final, y terminar bajando las revoluciones que Sam Fogarino nos estampó vertiginosamente.
Mención aparte para la voz de Banks que nos lleva genialmente por la frialdad y el misterio a través de diferentes matices y armonías.
Esta canción es la muestra perfecta de la evolución natural de la banda y la química que hay entre ellos. Es ese track oscuro y complejo en sonidos, ritmos y atmósferas que aparece como un sello de autenticidad en cada disco: “The New”, “Public Pervert”, “Pace is the Trick”, “Lights”, “Twice as Hard”, “Stay in Touch”. Un menú de atmósferas que se ha enriquecido con el tiempo.
Una voz que sigue buscando nuevos caminos
La voz de Paul Banks nos ha regalado grandes momentos de frialdad, enojo, pasión, desilusión y hasta hartazgo. Esta vez le sube un par de rayitas y también nos regala una calidez que solo se había asomado a cuentagotas en discos anteriores, una experimentación que se da de manera natural, algo que tal vez agradecemos a sus proyectos alternos y la forma remota con la que trabajaron este material.
“Passenger” y “Gran Hotel” son dos pruebas de ello. En ambas nos da esa vulnerabilidad que nos dejó ver con su otra banda, Muzz; el tipo de añoranza que te aprieta el cora, sobre todo en “Gran Hotel” cuando nos repite: “I see you in everything”. Un bonus también para esta última por contar con un pequeño guiño para México al recordar a Cozumel.
Por otro lado, en “Greenwich”, Banks se acompaña de una sutil voz femenina que le da cierta suavidad, lo suficiente para darle un giro más atmosférico y menos romántico. Un efecto similar podemos escuchar en “Renegade Hearts”, una melodía de esas que progresivamente te ponen de buenas a cualquier hora.
Viejos sonidos conocidos
No es un disco alejado de lo que ya conocemos de Interpol, pero son los detalles lo que hacen interesante esta nueva entrega. “Something Changed”, otro de los sencillos, le da continuidad a la presencia del piano que nos envolvió al inicio del álbum, y dentro de la narrativa sirve más como un puente hacia la segunda parte del disco que nos trae momentos más emotivos.
“Mr. Credit” y “Big Shot City”, tracks 4 y 10 respectivamente, nos dan esa vibra americana de Marauder pero con un sonido más refinado, mientras que la rola que cierra el disco, “Go Easy (Palermo)”, es una sorpresa más que agradable al recordarnos el sonido melancólico proveniente de El Pintor.
Un disco que merece ser explorado
The Other Side of Make-Believe es un nuevo “desconocido” que con las escuchadas nos va cautivando con sus peculiaridades, un recorrido mucho más íntimo, una invitación más a sumergirte entre sus atmósferas que a gritarlo a todo pulmón.
De primera impresión nos da esa vibra oscura que les caracteriza, pero conforme te sumerges vas descubriendo la complejidad de sus sonidos, al igual que sus letras, las cuales ahora traen destellos esperanzadores.
Tal vez la mayor virtud de este disco es que también nos invita a re-conocer la esencia de la banda a través de una evolución que, ahora más que nunca, fluye como el agua.
Ese es el encanto de Interpol, siempre hay algo genial por descubrir cuando realmente te tomas el tiempo de escucharlos y, sobre todo, cuando dejas de lado las expectativas de que repliquen discos pasados.
Tracklist de ‘The Other Side of Make-Believe’
1.- “Toni”
2.- “Fables”
3.- “Into the Night”
4.- “Mr. Credit”
5.- “Something Changed”
6.- “Renegade Hearts”
7.- “Passenger”
8.- “Greenwich”
9.- “Gran Hotel”
10.- “Big Shot City”
11.- “Go Easy (Palermo)”