Amantes y fervientes seguidores de The Jesus and Mary Chain se alistaron para festinar en el Plaza Condesa el regreso de una de esas bandas que no requieren sacar un disco cada año, que se aferran a su sonido original y le dan gusto a quienes miran al suelo como buscando la vida que algún día se les fue.
Sus conciertos en México
El grupo ha visitado México en otras tres anteriores ocasiones. La primera fue el 2 de Noviembre de 2008 en el hoy desaparecido Vive Cuervo Salón, ante un público verdaderamente escaso, ya que la mayoría la banda no se enteró que se presentarían en el lugar.
El esperado regreso se dio en el 2015 como parte de la gira mundial para celebrar los primeros 30 años de su primera grabación.
Fue el 21 de mayo de ese año, cuando The Jesus and Mary Chain se hizo presente en la tarima del Auditorio Blackberry, y las crónicas consignaron un concierto intenso, apremiante, saturado, muy al estilo del grupo que en sus inicios. Simplemente tocaban de espaldas y se negaban a ver al respetable, ese tono tan “shoegaze” que es muy difícil de vencer.
En 2018, los veteranos venidos de Escocia fueron parte del elenco del Corona Capital y ahora llevarán el polvo de sus guitarras y vocales postpunk a los rumbos de la Condesa, para gusto y beneficio de quienes los adorarán al ritmo del esqueleto transido por la pared de sonido que se niega a morir.
Sus orígenes
The Jesus and Mary Chain, es decir los tormentosos hermanos Jim y William Reid, regresan a la Ciudad de México para embelesar de nueva cuenta a su clientela que no han olvidado aquellos aires postpunk del legendario “Psychocandy”, del muy cercano 1985.
La banda originaria de Escocia, la cual tiene en su haber siete indispensables discos, fue fundada por los temperamentales hermanos Reid en 1984, quienes pusieron en fuego su cruento amor por el punk más cavernario y los sonidos de avanzada del Velvet Underground.
Te puede interesar: The Doors en México: el concierto más “fifí” en la vida de Jim Morrison
El signo inequívoco del grupo son las guitarras llevadas al extremo, un sonido ponchador y las vocales en un tono casi pop, mientras en el fondo la pared de sonido devora al grupo, en un efecto envolvente casi abrasivo.
Aquel “Psychocandy” fue un verdadero suceso, las letras por momentos descarnadas y cifradas en una inocencia trastocada, conquistaron a los expertos que en muchos casos colocaron al disco como el mejor de 1985.
En su anecdotario de los mejores 500 discos de toda la historia del Rock and Roll, Psychocandy ocupa el lugar 269 y su sonido fue clara influencia para decenas de bandas.
Además, la banda es ubicada como pionera en una corriente conocida como “Shoegaze”, es decir todos aquellos que ocultan sus rostro y miran hacia el suelo en virtud de un extraño ritual mientras las guitarras taladran el tímpano.
Luego de su agitada inmersión en las aguas del negocio musical, Jesus and Mary Chain ha dejado para el deleito discos como “Darklands”, “Automatic”, “Honeys Dead” y otros.
Visita las redes sociales de DeMemoria: Facebook, Twitter e Instagram