Uno de los regresos a los escenarios más esperados ha sido el de The Cure, que desde el año pasado se embarcó en una gira que abarcó —y abarcará— varias partes del mundo para celebrar 30 años de Disintegration, uno de los discos más exitosos de su carrera. Sin embargo, la gira para rendirle tributo a Disintegration terminó con la residencia que The Cure tuvo en Australia y cuyo último concierto fue transmitido a través de las redes sociales del Opera House.
Por eso es que ahora ofrece otros conciertos en los que sigue interpretando cortes de Disintegration junto con otros éxitos como parte de festivales importantes como lo es Glastonbury, que después de un año de pausa regresó con más fuerza y con un headliner lo bastante poderoso como lo es Robert Smith y compañía, quienes se presentaron por última vez en 1995.
Muchos de los medios internacionales que estuvieron presentes en Glastonbury, aseguraron que la presentación de The Cure fue definitivamente la mejor, no solo por su minimalismo, sino por el hecho de que es una banda legendaria que nació mucho antes que muchos de los headliners que conformaron el festival.
Durante dos horas, The Cure interpretó sus cortes más exitosos como “Lullaby”, “Lovesong”, “Friday I’m In Love” y “Boys Don’t Cry”, pero también se inclinó por satisfacer a sus fans más empedernidos al tocar temas como “A Night Like This”, “The Walk”, “Lovesong”, “Never Enough”, “In Between Days” y “Pictures of You”.
Si bien todo lo anterior fue digno de aplaudir, lo que más se le reconoció a la presentación de The Cure en Glastonbury fue que a diferencia de otros shows o headliners que se presentaron en el Pyramid Stage, Robert Smith y compañía no hicieron uso de fuegos artificiales, colaboraciones u otra cosa por el estilo, pues detrás de ellos había una carrera de más de 30 años y un sinfín de cualidades que los fueron definiendo conforme el tiempo.
En cuanto a lo “malo” del concierto, fue que únicamente y debido a políticas del festival, The Cure únicamente tuvo dos horas de set. Esto, como es sabido, no es suficiente. Tan solo hay que recordar la última vez que la banda inglesa se presentó en nuestro país y ofreció un concierto de casi cuatro horas. En aquel entonces era el cumpleaños de Robert Smith, pero más allá de eso, fue la manera en la que ellos le rendían tributo a tantos años de trabajo, esfuerzo y creatividad. Así fue como propios y extraños quedaron más que satisfechos —y cansados—.
“The Cure dio un concierto en Glastonbury como lo sabe hacer: auténtico y sin artífices. En suma, un tracklist de 24 canciones que se pudieron apreciar en su totalidad”, comenta Les Inrocks! en su reseña, mientras que por otra parte The Guardian asegura que “en algún punto llegó a percibirse la relación compleja de Robert Smith con los cortes más comerciales de la banda”.
“Él abandona su guitarra y se mueve a un lado del escenario, debajo de las proyecciones de video, bailando un poco mientras canta ‘Why Can’t I Be You?’. Después del hombre que inspiró miles de cortes góticos se repone y explica que esta no es la manera en la que The Cure da un show: ‘Espero no arrepentirme de esto’, murmura, antes de concluir el set con ‘Boys Don’t Cry’”.
Very Cure-y! Totally sublime. What a set. #TheCure #GlastonburyFestival @GlastoFest #RobertSmith #SimonGallup #reevesgabrels pic.twitter.com/nRxzClK1E3
— Kevin Stokes (@Kevin5LiveChamp) 30 de junio de 2019