El 20 de mayo de 2017 parecía ser un día normal, uno más donde The Cranberries tocarían un show más, un concierto donde la banda daría todo en el escenario y que seguramente sería una noche única para los fans. Todas estas aseveraciones fueron ciertas, aunque esta presentación fue especial porque sin saberlo, sería el último concierto de Dolores O’Riordan.
En 2017, la banda irlandesa anunció que después de casi cinco años sin estrenar música volverían con Something Else, su séptimo álbum de estudio que además de contar con reversiones acústicas de sus clásicos, tenías tres canciones recién salidas del horno, “The Glory”, “Rupture” y “Why”.
Este disco saldría el 28 de abril y tres días después Dolores junto a Fergal Lawler, Mike y Noel Hogan se embarcaron en una gira por Europa para promocionarlo. El tour inició en Polonia, pasando por países y lugares como Alemania, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda del Norte y su natal Irlanda hasta que llegó a Inglaterra, para ser precisos en el London Palladium de la capital británica.
La noche pintaba para ser mágica, las luces se apagaron y uno a uno fueron saliendo los miembros de The Cranberries para tomar su lugar en el escenario. La última fue Dolores O’Riordan, quien subió bastante cómoda con un atuendo completamente negro, como se le vio en esas últimas presentaciones.
Sin más qué decir, se arrancaron con “Analyse”, que parecía perfecta para iniciar sus presentaciones, porque combinaban lo mejor de los viejos tiempos de la banda con el nuevo camino que estaban tomando, donde la voz de Dolores suena potente pero no en todo su esplendor. Como si esta rola del Wake up and Smell the Coffee de 2001 fuera la ideal para preparar al público.
The Cranberries no se guardaban absolutamente nada, pues de inmediato la banda tocó un combo con tres de sus más grandes clásicos, la poderosa “Animal Instinct”, “Linger” con su ritmo lento pero épico y la enérgica “Just My Imagination”. Una serie de rolas que recorrió tres momentos específicos en su carrera y que por supuesto abría el camino para lo que vendría después.
“Ode To My Family”, “When You’re Gone”, “I Can’t Be With You”, “Salvation”, “Ridiculous Thoughts” y más hitazos fueron los que la banda tocó. Aunque la voz de Dolores O’Riordan sonaba como siempre, muchos de los que estuvieron ahí dijeron que era evidente que no estaba pasando por un buen momento, pues a ratos se veía que su salud no era la mejor.
Antes de llegar al encore, se echaron la rola por la que quizá muchos conocieron a The Cranberries y que nos muestra lo poderosos que eran Dolores, Mike, Noel y Fergall, “Zombie”. Más tarde le harían un espacio a las canciones del disco que estaban promocionando, que aquella noche deslumbraron a la audiencia en un momento de intimidad entre ellos y la banda.
Para cerrar con broche de oro, The Cranberries terminaron aquel concierto con “Dreams”, su primer éxito comercial y que habla muy bien de lo que hacía la banda en el escenario, pues ver a los cuatro tocando esas canciones que marcaron a un montón de generaciones nos hacían soñar con un mundo maravilloso donde la tierna y a veces poderosa voz de Dolores nos hacía pensar que todo estaba bien.
En total fueron 20 las rolas que sonaron en el último concierto de los irlandeses con su vocalista y líder. La gira seguiría y quizá muchas personas más tendrían chance de verlos, pero como mencionábamos, la salud de Dolores no permitió que la banda continuara como lo tenían programado, así que las demás fechas fueron canceladas.
Casi al momento de este anuncio, en una entrevista la propia Dolores O’Riordan habló públicamente sobre su trastorno bipolar, que le habían diagnosticado dos años antes. A los pocos días los tres miembros de The Cranberries mencionaron que los conciertos de la gira se cancelaron porque la cantante tenía problemas de espalda,
A finales de aquel año, ella misma dijo que se estaba recuperando y dio su último show en solitario en un evento privado para Billboard. A pesar del desaire que fue para los fans no poderlos ver en vivo, se supo que la banda estaba trabajando en un nuevo disco y el futuro parecía sonreírles, pero eso cambió el 15 de enero cuando Dolores O’Riordan fue encontrada sin vida en un hotel de Londres.
Muere a los 46 años Dolores O’Riordan, vocalista de The Cranberries
El 26 de abril de 2019, The Cranberries estrenó el último disco de su historia, In The End, un álbum que está cargado de momentos melancólicos, ya que antes de morir, Dolores dejó grabadas todas las voces de esas 11 canciones. Así que a manera de tributo a la vida y obra de su compañera y amiga, los demás integrantes decidieron acabarlo por ella.
Si algo nos quedó claro con todo esto es que el 20 de mayo de 2017 no fue un día cualquiera, pues todos los fans de Dolores O’Riordan y compañía se reunieron en aquel venue de Londres para ver por última vez y con la alineación completa a una de las bandas que definió el rock de los 90.
Como si se tratara del cruel destino, les tocó escuchar por última ocasión y en su máximo esplendor a la mujer que le dio poder a las canciones de esta banda con su espectacular voz, que nos hizo felices y nos llevó hacia un lugar donde la paz y los buenos pensamientos reinaban, pero que no tenía problema en denunciar si es que pasaban cosas malas en este mundo.
Esa noche de mayo se fue la cantante que nos enseñó que la vida podría cambiar de mil maneras, que quizá podría llevarnos hacía lugares que jamás imaginamos, pero que siempre tendrá sentido si tienes un sueño que cumplir. Esa fue una de las grandes enseñanzas que nos dejó Dolores O’Riordan con The Cranberries.