Fotos: Pablo Navarrete

En la presentación de The Chemical Brothers hubieron dos tipos de personas: aquellas que alcanzaron buen lugar para deleitarse con los visuales y abarrotar sus oídos de buena música durante hora y media, y otros que no alcanzaron a llegar, se quedaron hasta atrás, no vieron nada, y tampoco escucharon tan bien en un show que, de entrada, debió haber tenido un escenario mucho más grande que el Corona Light, al menos así lo creyó la mayoría de los asistentes.

Con esto vamos a que esta dupla fue hecha no para ser la banda de “pre-cierre”, sino para ser el acto con el que todos queden sumergidos en un viaje lleno de luces, visuales y sonidos que te pueden sumergir en la calma total o te pueden dar el subidón necesario para continuar a través de los beats. Desde que comenzaron a reunirse cerca del escenario, mucha gente comentó que “esperaron mucho para esto”, “que solo Chemical lo valía”. Tienen razón. De principio a fin esta dupla de Madchester demostró que su set no es escogido a la ligera, que durante los años han sabido pulir tanto su manera de mezclar sus propias canciones y darles un giro, como añadirles un extra en vivo. Todo con una impecable selección de imágenes en movimiento, secuencias y lasers.

De ahí es que sin miedo alguno, The Chemical Brothers puede incluir en su listado canciones ya viejas como “Do it Again”, “Under The Infuence” o “Hey Boy, Hey Girl”, y pasar a estrenar rolas nuevas como “Free Yourself”, cuyo video, que apenas lanzaron esta misma semana, se pudo disfrutar en su totalidad en vivo. Iniciando con scratch, las voces diciendo “Free yourself” y las imágenes como si fueran tridimensionales, esta canción fue un completo deleite pues, aunque su ritmo es lento en un principio, mantiene el beat que te lleva hasta el punto máximo de explosión. Y es que así como lo hicieron con esta rola, The Chemical Brothers también metió la carga pesada con temas como “Block Rockin’ Beats”, “Chemical Beats”, “Come With Us”, “Swoon” y por supuesto, “Galvanize”, uno de los momentos cumbre dentro de esta presentación.

La gente, que estaba muy atenta a lo que acontecía ante sus ojos y sucumbía al subidón generado por estos dos, no paraba de bailar. Durante hora y media el frío no existió ni fue lo suficientemente fuerte para congelar los cuerpos. No hubo empujones, solo brincos de éxtasis y euforia máxima. The Chemical Brothers había vuelto después de siete años.

Es precisamente por este anhelo, por este deseo de ver a The Chemical, que muchos quedaron frustrados de no formar parte de este viaje colectivo que en efecto, congregó a más de los que el Corona Light podía soportar. Para las 10 de la noche, eran pocos, de verdad muy pocos aquellos que podían meterse entre la gente para llegar más adelante. De hecho, una vez que el concierto inició mientras los de adelante estaban en la mera fiesta, los de atrás estaban enojados, abucheando, diciendo que el sonido no se escuchaba bien ni que tampoco se alcanzaba a ver. Sonaba un “súbanle, súbanle”, a manera de cántico, entre los asistentes.

A pesar de esto, nadie se movió. Para casi la parte final del set de The Chemical Brothers resultaba imposible salir de ahí y, una vez que terminó, en el piso solo quedó un mar de vasos rotos, vacíos y aplastados. La gente quería más, pero el tiempo apremió y no permitió que pudiéramos tener más de estos dos, más de esos scratch, de esos big beats por los cuales ellos son altamente conocidos y de esos visuales excepcionales. De ahí fue que muchos decidieron partir a sus casas, para ellos el festival había terminado incluso cuando del otro lado se encontraba Mr. Robbie Williams. Los que no querían irse a casa o bien, que querían continuar la fiesta, se fueron a ver a Odesza, y entonces, es aquí donde surge la interrogante: ¿Realmente Chemical merecía tener el set y escenario que le tocó?

Para muchos de los asistentes no, había un sentimiento generalizado de que ellos debieron haber sido los encargados de cerrar y no por el hecho de su trayectoria -que no estamos demeritando ni mucho menos-, sino por el hecho de que es una agrupación nacida de la oscuridad, de los raves, de los eventos clandestinos en Reino Unido, de las fábricas o lugares abandonados en medio del bosque. Son parte de la historia de la electrónica que conocemos hoy en día. Son los que conocen bien a su público y saben cómo fiestear. Aunque también, cabe mencionar que en un dia con Lorde y Robbie Williams como headliners, estaba dificil…. y es lo que pasa en muchos festivales alrededor del mundo cuando hay varios actos importantes al mismo tiempo.

En otras presentaciones alrededor del mundo hemos visto que The Chemical Brothers tiene un escenario mucho más grande, unas pantallas avasalladoras acompañadas de bocinas y sonido impecables. Son lugares diseñados precisamente para generar este tipo de éxtasis. Ayer en el Corona Capital, muchos dijeron: Hubo un momento en el que este festival fue perfecto”, nosotros decimos que la perfección de The Chemical Brothers no tuvo justicia, y que los queremos de regreso. Importante mencionar que en el Corona Light no hay torres de delay, así que los que se quedaron hasta atrás… pero bueno, la realidad es que el show estuvo taaaan bueno, que probablemente sí, ese escenario les quedó pequeño.

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