El agridulce concepto del amor de The 1975 en vivo

Texto: Aarón Cortés
Fotos: Abraham Huitrón

Tuvimos que esperar varios años para que The 1975 viniera por primera vez a México en 2016. Es por eso que fue un poco extraño el hecho de que regresaran exactamente seis meses después (y al mismo recinto). Con la diferencia que eligieron nuestro país para arrancar el último tour por Norte América, antes de desaparecer para trabajar en su misterioso tercer álbum (que aparentemente se llamará Music for Cars).

Desde muy temprano el Pepsi Center se llenó de gente, con una enorme fila que le daba varias vueltas al lugar, en su mayoría compuesta por adolescentes vestidos de negro para recordar las épocas del primer álbum, y señoritas acompañadas de sus padres, ya que The 1975 se ha ganado una rara imagen de boy band en poco tiempo y tenían que ir a toda costa. Claro que esto no fue impedimento para que, literalmente, los señores portaran la camiseta y prestaran atención en todo momento al magnifico espectáculo del escenario.

Matty Healy y compañía subieron al escenario muy elegantes para gritarnos bañados de luces rosas y guitarras con efectos ochenteros, que era la hora de “amarlos”, y pagarnos esa energía que aseguraron les faltaba en octubre. Además hubo unos cambios menores en el setlist (sin excluir sus éxitos) para darle variedad al asunto y dejar en silencio a todo el lugar, con la exquisita variedad de timbres de piezas instrumentales como “Please Be Naked” y la canción que le da el nombre al álbum “I like it when you sleep for you are so beutiful yet so unaware for it”.

El vocalista asumió que “todos éramos los suficientemente inteligentes”, por lo que no hizo el esfuerzo de pronunciar palabras en español, y sus breves discursos fueron en inglés. Ahora la prioridad fueron los álbumes, con unas cuantas excepciones de los EP entre las que se encontraba “Me”, para la que Healy pidió a todos los asistentes que por favor guardaran sus teléfonos, asegurando que valía más la pena vivir el momento que verlo a través de una pantalla. “Nuestra memoria es mejor que cualquier aparato”, que nos impidiera disfrutar de forma adecuada esos galardonados arreglos de luces.

Este fue otro punto que también evolucionó rápido en poco tiempo, pues cada pieza tiene una temática que va desde un gran océano, interferencia de televisión para convertir a los músicos en sombras, la parte más alta de unos edificios de noche, y tonalidades pastel para esta vibra amorosa que ronda la nueva etapa de The 1975. Han quedado atrás aquellos días de un simple cuadro blanco con luces parpadeantes, aunque las secuelas pueden apreciarse en “Sex”, “Robbers” y “Heart Out”. Cuatro torres, una pantalla y tres rectángulos colgantes, una producción que puede sonar simple pero definitivamente esencial para crear una experiencia íntima y desaparecer todo a nuestro al rededor, conectando nuestros sentimientos con el escenario.

Búsqueda por ayuda divina en momentos de desesperación, metáforas amorosas con toques sexuales, una lucha contra las adicciones, robos, y la frustración sentimental de estar enamorado de alguien y tener que esperar para poder estar con esa persona, aunque te derritas en cada momento junto a ella. Pero el mejor mensaje llegó antes de “Loving Someone”, cuando Healy nos contó lo maravilloso que puede ser el amor, y que se ha enamorado por primera vez en su vida aunque no entiende como aún hay fans que le tiran odio a su novia, porque no pueden aceptar su relación (la señorita Gabriella Brooks en caso de que tuvieran el pendiente). Fue entonces que desde abajo se proyectaron varias luces de colores para formar un arcoíris —que por el orden de los colores podría interpretarse como la bandera LGBT—, y recordarnos varias razones de por qué deberíamos “amar a alguien”.

La profundidad de las letras es uno de los mayores fuertes de The 1975, que constantemente lucha contra la corriente, al ser catalogados como “un cliché más”, en su esfuerzo por ser una de las mejores bandas pop del momento. Los fieles seguidores han sabido adoptar esto con el tiempo, a pesar de en un principio debutaron dentro del círculo de la escena indie en el no tan lejano 2013. Gracias a la forma en la que Matthew Healy desarrolla sus historias tiene gran facilidad para conectar con cualquiera de tus experiencias personales, y de paso ponerte a reflexionar al respecto.

Aprovechando que el frontman había cumplido 28 años un día antes, los asistentes trataron de cantarle “Happy Birthday” aunque éste no se dejó y pidió que lo dejaran terminar sus palabras (lo más educado posible), pues únicamente eligió un par de momentos clave entre canciones, para hablar con la gente ya que gran parte de la conexión con su público fue establecida mediante las canciones. Con los nuevos arreglos “Sex” ha sido desplazada en el setlist unos cuantos lugares arriba (antes del encore) para que “The Sound” sea la encargada de cerrar los conciertos, y hacer que todos salten al ritmo de uno de los himnos pop más populares del momento antes de partir con una grata sensación de alegría, ocasionada por los colores de la pieza.

Mientras Healy sale tambaleándose del escenario y George Daniel se pasea sin playera, hay otro hombre que no apareció para despedirse y se trata del saxofonista John Waugh, encargado de añadir ese toque sentimental en ciertos temas y quien decidió quedarse en backstage porque no hubo tiempo para los agradecimientos. No sabemos cuándo será la próxima vez que volveremos a tener a The 1975 en la Ciudad de México, probablemente acabamos de recibir un pequeño adelanto de su siguiente etapa, en esa ambición por convertirse en la mejor banda pop de estos años… ¿será?

Setlist

01. The 1975
02. Love Me
03. UGH!
04. Heart Out
05. A Change of Heart
06. Robbers
07. I like it when you sleep for you are so beautiful yet so unaware for it
08. M.O.N.E.Y.
09. Undo
10. The City
11. Loving Someone
12. She’s American
13. Please Be Naked (versión corta)
14. Lostmyhead
15. Somebody Else
16. Me
17. fallingforyou
18. Girls
19. Sex