¡Tutti Frutti tiene un Newsletter! Además del podcast de todos los lunes, Sopitas escribe un mail que manda todos los jueves donde encontrarás textos como éste. Suscríbete en 3 segundos poniendo tu mail en el cuadro de aquí:
La industria de la música dista muchísimo de ser un lugar bonito, aquí mismo en Tutti Frutti hemos dedicado episodios a hablar de aspectos de eso, sin embargo, no puedo evitar sorprenderme de lo rápido que se adaptan las grandes compañías, no para resolver problemas de sus artistas, sino para torcerlos todavía más.
Esta semana fue imposible no escuchar, leer o ver las reacciones de los fans de Taylor Swift ante el re-lanzamiento de su disco Red. O más bien, la re-grabación y lanzamiento de la nueva versión, ahora titulado Red (Taylor’s Version).
Un poco de historia para entender qué pasa…
Taylor Swift ha pasado por muchos tormentos jurídicos con respecto a los derechos de su música y gran parte de esos problemas son por culpa de su ex-manager, el infame Scooter Braun.
¿Y quién diablos es Scooter Braun y por qué es el villano? Vaya que se ha ganado el puesto de villano de esta y muchas otras historias.
Taylor Swift, cuando era muy joven y apenas empezaba en este mundo de la música, firmó con una de las disqueras de country más importantes: Big Machine Label Group, nombre que viene de una rola de The Velvet Underground.
Scooter Braun vio la oportunidad de hacer un dinero fácil y rápido aquí, compró la disquera junto y los derechos de las canciones de Taylor Swift en un mismo golpe. Esa transacción fue de 300 millones de dólares.
Luego re-vendió todo en unos 450 MDD, pero en el proceso dejó a Taylor sin sus canciones, masters de grabaciones, regalías y hasta le prohibieron tocar sus rolas.
¿Ven? Villano
Scooter Braun, haciendo uso de su poder en la industria y de lagunas legales, fue como vendió el catálogo entero de la música de Taylor Swift a una empresa de capital privado, todo esto sin que ella pudiera enterarse antes de que el trato estuviera cerrado.
De hecho esa era una de las cláusulas en el trato de Braun con la empresa que compró las canciones: si Taylor se enteraba, se cancelaba la compra-venta.
Ante esto y haciendo uso de su derecho como propietaria de las letras de las rolas, Taylor ha estado re-grabando su trabajo para que las regalías de sus canciones (nuevas) lleguen a ella y no a alguien más. A grandes rasgos, eso es lo que pasó.
Bien, pues a las disqueras del mundo no les gusta nada la idea de que los artistas re-graben sus trabajos porque eso significa pérdidas para ellos también.
Corte a:
Universal Music Group ya está modificando sus contratos para evitar que esto les suceda a ellos o cuando menos que pase mucho más tiempo antes de que un artista pueda re-grabar su material si están bajo un contrato con esta disquera.
Antes, los contratos indicaban que los artistas no podían re-grabar sus trabajos hasta pasados 5 años de su último disco o dos años después de la finalización del contrato.
UMG, tras ver el movimiento que Taylor Swift ha iniciado, no quiere ver a sus artistas siguiendo un camino similar y ahora el tiempo que debe de pasar para que sus artistas re-graben su trabajo, es de 7 años de su último trabajo y 5 años de que termine el contrato.
Si hay alguien con influencia en la industria de la música, esa es Taylor Swift y lo que está haciendo pudo haber inspirado a una camada de artistas siguiendo los pasos de re-grabar su obra con tal de recibir regalías o simplemente por el placer de hacerlo.
Bueno, ya no…
Esta semana en Tutti Frutti
Esta semana tuvimos de invitados a Centavrvs, esta banda mexicana que está cumpliendo 10 años de meterle mucha identidad nacional a su música y que, curiosamente, su cumpleaños coincide con el aniversario de la Revolución de nuestro país.
<iframe src=”https://open.spotify.com/embed/episode/5Qs0DRKIN9y8Wbn7pkJw0j?utm_source=generator” width=”100%” height=”232″ frameBorder=”0″ allowfullscreen=”” allow=”autoplay; clipboard-write; encrypted-media; fullscreen; picture-in-picture”></iframe>
