Un montón de gente adulta mira con gesto desencajado a través de una barda mientras llueve. Del otro lado, dos chicas jóvenes vestidas de colegialas coquetean, se acarician, parece que se quieren besar y al final, salen de la provocativa escena. A grandes rasgos, esa es la trama que nos muestra el video musical de “All The Things She Said” de t.A.T.u., una de las canciones más recordadas del nuevo milenio en el panorama pop.
Referirse a este tema, es hablar de uno de esos éxitos que marcan para siempre la carrera de las artistas que le dieron forma; es ese sencillo que las perseguirá para siempre… y no solo por el gran recibimiento que tuvo en su momento de parte del público, sino también por toda la polémica que circuló por detrás de la propia canción antes, durante y después de su meteórico ascenso en las listas de popularidad de todo el mundo.
Ahora en la Historia detrás de la canción, repasaremos cómo el dúo ruso conformado por Lena Katina y Julia Volkova alcanzó el éxito a través de una orientación sexual casi impuesta por su productor Ivan Shapovalov. Y por supuesto, también cómo fue que la verdad salió a la luz dejando al proyecto al borde del abismo.
Juntando a t.A.T.u
Además de las propias cantantes, el origen de t.A.T.u. y su identidad como proyecto musical no se podría contar de la misma manera sin el personaje que significó Iván Shapovalov. Detrás de la maquinaria del dúo ruso, este hombre se las ingenió para -es justo decirlo- manipular a dos jóvenes rumbo al estrellato.
Previo a convertirse en mega estrellas mundiales, Lena Katina y Julia Volkova en su niñez formaron parte del grupo infantil Neposedi, de la cuál eventualmente saldrían cuando habían rebasado apenas la preadolescencia por ahí entre 1997 y 1998. Eso coincidió con el momento en que Shapovalov estaba formando un grupo juvenil del que haría como representante y productor ejecutivo principal.
Antes de establecer a t.A.T.u., Iván Shapovalov era conocido en el medio como un psiquiatra infantil que no muy convencido de la práctica en su ramo, prefirió probar suerte en el marketing y la publicidad… desde luego, le resultó. Su carta más ambiciosa la lanzó en 1999 cuando comenzó a hacer castings con el objetivo de conseguir a la próxima gran superestrella juvenil de Rusia y así, conoció a Julia Volkova y Lena Katina, quienes apenas alcanzaban los 15 años.
Las chicas ya tenían la voz y la actitud para convertirse en un proyecto redituable de la música a pesar de su corta edad, pero para Shapovalov algo faltaba; necesitaba agregar una característica que las hiciera únicas, llamativas, imperdibles. Con base en ello, Iván puso en marcha su plan para conceptualizar a la banda.
Se cuenta por ahí que el productor había visto un creciente consumo en Rusia de páginas web de pornografía de lesbianas, así que decidió capitalizar esa orientación sexual en la industria musical. Y por otro lado, él completó el concepto de t.A.T.u. inspirándose en la película sueca Show Me Love (o ‘Fucking Åmål’ en su título original de 1998), que nos muestra el romance dos estudiantes que experimentaban atracción una por la otra. Las cartas ya estaban sobre la mesa.
¿Y cómo se llamaría la banda? Dice la leyenda que ‘t.A.T.u.’ es una simplificación de la frase “Eta dievushka lyubit tu dievushku”, cuya traducción se puede interpretar como ‘esta chica ama a esta otra’.
Definiendo el proyecto alrededor de una canción
Ya estaba listo el concepto de Shapovalov: Lena Katina y Julia Volkova, unas adolescentes apenas, serían la imagen que evocara no solo el descubrimiento juvenil del amor, sino también representarían la orientación sexual lésbica en su historia. Pero no solo era cuestión de imagen y actitud; tenían que hacerlo creíble.
Justo como contó Lena Katina al medio Story Caravan en 2011, Iván Shapovalov -que dicho sea de paso le doblaba la edad a las cantantes pues tenía más de 30 años- las hizo besarse durante los ensayos de 1999 previo al lanzamiento de sus primeros sencillos. Les pareció una broma, dijo Katina, pero el productor no estaba haciéndose el gracioso. Iba en serio lo de presentarlas como una pareja lesbiana ante el público.
La imagen, el concepto y ‘la credibilidad’ estaban ya definidas, pero la historia de amor de esta pareja juvenil no funcionaría sin una canción que se hiciera su seña de identidad. Aquí es cuando aparece Elena Kiper, una antigua pareja de Shapovalov a quien se le acredita como la compositora principal de la letra de “Ya soshlá S Umá” (‘Perdí la cabeza’ en español), la versión original en ruso de lo que luego conoceríamos como “All the Things She Said”.
Se dice que Kiper escribió la canción luego de haber soñado con Tutta Larsen, una de las VJ’s y presentadoras más reconocidas de MTV Rusia. Una vez que Elena entregó la letra a Shapovalov, lo siguiente era pulir el tema, grabarlo, lanzar un disco y hacer que la personalidad de las cantantes y su supuesta relación amorosa girara alrededor de la temática de ese sencillo.
Así, en el 2000 se lanzó la canción en su idioma original con un éxito importante en diversas estaciones de radio rusas y un año después, en 2001, el disco debut 200 Po Vstrechnoy las puso en el mapa… El siguiente paso era conquistar el resto de Europa y el mundo entero…
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Conquistando al mundo con “All the Things She Said”
En Rusia, aunque la homosexualidad ya no era un tema tan tabú en los 2000, seguía abriendo una conversación intensa entre el sector más conservador del país. En ese sentido, para bien o para mal, el sencillo estaba funcionando y hacía el ruido suficiente como para convertir a Katina y Volkova (ahora de 17 años) en celebridades.
La expansión del éxito ahora debía completarse en el resto de Europa y el mundo, así que Iván Shapovalov no dejó pasar mucho tiempo para reeditar el disco debut de t.A.T.u. para una versión en inglés. Y así, llegó en el 2002 el álbum 200 km/h in the Wrong Lane, que como curiosidad también incluye una versión de “How Soon Is Now?” de The Smiths (por si no lo recordaban).
Sin embargo, el rotundo éxito de este material se debe a “All The Things She Said” y el video musical que todos conocemos. También en este sentido, cabe destacar que esta canción, en su reedición en inglés, fue producida por el reconocido Trevor Horn, un productor estadounidense de antaño de Universal/Interscope recordado por ser el artífice de la ochentera “Video Killed The Radio Star” de The Buggles.
El fenómeno de t.A.T.u ya era un hecho en el mundo que movía a las masas y a la comunidad LGBT, pero al mismo tiempo ponía en jaque a los sectores más conservadores con el ‘atrevimiento’ de las cantantes. Tal como lo recuerda el diario El País, en diferentes presentaciones como en los premios MTV de Europa de 2002 o en algunas presentaciones en Estados Unidos, Lena y Julia recreaban el coqueteo o se besaban como en el video, aunque los productores televisivos les pedían no hacerlo.
Se recuerda bastante su visita a las cadenas NBC y ABC, donde llevaban camisetas que decía ‘puta guerra’ supuestamente en referencia a la intervención estadounidense en Irak y ellas nuevamente recreaban su acercamiento como en el clip de “All The Things She Said”. Por ahí, incluso escribieron el mismo mensaje antiguerra en la mano de Jimmy Kimmel en alguna visita a su talk show. El mensaje ya no solo era provocador ni contestatario desde la aparente orientación sexual de las chicas; ahora también había un grado importante de conciencia social… pero difícil saber si su intención era real dados los antecedentes de su manejador, Shapovalov.
2003-2004 y la debacle de t.A.T.u
Para un gran sector del público, la debacle de t.A.T.u. vino a partir del 2003 cuando Rusia decidió enviarlas como representantes del país al concurso de Eurovisión. Si bien el gobierno ruso lo dudó por aquello de su imagen sexualizada y lo que podría acarrear, lo cierto es que no tenían a un artista nacional que tuviera tanta repercusión como ellas.
Las chicas no participaron con “All the Things She Said”, sino con el tema el ruso “Ne’ Ver Ne Bojsia”. Las superestrellas rusas, cuentan algunos expertos, iban sobradas de actitud y aseguraban que tenían el premio en la bolsa debido a su éxito en los años anteriores… pero su presentación en el concurso fue más caótica de lo que se esperaba; quizá una de las más cuestionables en la historia del icónico show europeo. Aún así, les alcanzó para un tercer lugar.
La gran caída en picada se vendría en 2004 cuando despidieron a Shapovalov, quien dicho sea de paso se andaba quedando con un buen tajo del dinero que producían. Además, ya era insostenible la relación con el productor y representante, señalado en su momento como un ‘proxeneta de la música’ por todo lo que trabajó con t.A.T.u. al sexualizar su imagen.
Pero el gran golpe al proyecto vendría cuando en esos mismos años, antes de que lanzaran su segundo disco de estudio, salió a la luz el embarazo de Julia Volkova. El teatro de la relación lésbica se cayó; la imagen que las había vendido en el mundo también, aún cuando ellas apelaron a que siempre habían respaldado el amor libre de orientaciones.
Siguieron lanzando música desde entonces y hasta el 2009, pero ninguna canción tuvo la repercusión de “All the Things She Said”. Para el 2011, era oficial: Lena Katina y Julia Volkova se separaron…. t.A.T.u. se terminaba.
Las declaraciones homofóbicas de Volkova
Tras la disolución de t.A.T.u., salieron a la luz un montón de detalles entre Lena y Yulia que quizá muchos no conocían en su momento. Si bien siempre dejaron en claro que ni siquiera eran amigas en Neposedi, se convirtieron en buenas colegas cuando llegaron al estrellato en los 2000.
Pero la cosa con Shapovalov, fingir una relación lésbica, obligarse a besarse para sostener la mentira y mantener esa imagen ante el público, la hizo cansarse la una de la otra. Se les notaba y ellas no tuvieron reparo en mencionarlo tras separarse (con todo y que en 2014 se reunieron brevemente para cantar en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi).
La polémica persiguió con mayor intensidad a Julia Volkova tras la disolución, sobre todo por las declaraciones que dio en 2014 donde refirió que no aceptaría que su hijo fuera gay, esto bajo la idea de que tiene que ser un hombre de verdad. La declaración completa a continuación:
“Dios creó al hombre para la procreación, es su naturaleza. El hombre está para proveer y ser fuerte, no aceptaré a un hijo gay… Dos chicas juntas… no es lo mismo. Estéticamente es mucho más bonito que dos hombres besándose o agarrados de la mano. Pero quiero aclarar que no estoy en contra de los gay, es solo que quiero que mi hijo sea un hombre de verdad y no un marica. Aunque creo que ser gay sigue siendo mejor que ser un asesino, un ladrón o un drogadicto”.
Aún así, años después, Julia Volkova se declaró bisexual y aunque no tiene el mismo impacto que hace años, sigue involucrada en la música. Lo mismo pasa con Lena Katina que hasta un disco en español lanzó en 2016 bajo el nombre de Esta soy yo. Ese es todo el legado de t.A.T.u., uno de los hitos más controversiales de la música del nuevo milenio.
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