Lo que necesitas saber:

En su segundo disco de estudio, Suki Waterhouse se rifó un gran relato de un rompimiento, a través de dream pop y pop rock.

Suki Waterhouse, con su segundo disco Memoir of a Sparklemuffin, ofrece una experiencia musical que es testimonio de su mente musical, que entrega casi una hora de un viaje a través de los géneros. Este álbum doble es una atrevida misión de pop rock y dream pop que logra con muchos más aciertos que errores y muestra que Suki tiene una inagotable creatividad.

Desde el primer acorde de “Gateway Drug”, queda claro que Waterhouse no teme experimentar entre ánimos y sonidos. La canción, con su energía rockera y letras introspectivas, marca el tono para el resto del álbum. En producción, Eli Hirsch, y Jules Apollinaire (TTRRUUCES, Findlay) triunfa ante el reto de un disco tan diverso.

Una cantautora que abarca el panorama completo de las relaciones humanas

Pero Memoir of a Sparklemuffin no son solo claroscuros marcados, sino que Suki explora temas más oscuros y profundos. “Blackout Drunk” y “Everybody Breaks Up Anyway” hablan de relaciones tóxicas y la lucha interna por liberarse, y cómo es que ocurren los vínculos modernos. La voz de Waterhouse, a veces suave y vulnerable, otras poderosa y desafiante, transmite a la perfección la complejidad de la experiencia humana.

Canciones como “Lullaby” y “Could’ve Been A Star” nos sumergen en un mundo de ensueño, con melodías etéreas y letras que evocan imágenes vívidas, y en las que encontramos la influencia directa de Lana del Rey, sobre acordes de Courtney Barnett o Angel Olsen.

“Blackout Drunk” embriaga con su swing cargado de riffs enloquecidos, armonías doo-wop y un coro pegajoso. Suki trae grandes visuales, mucho arte pensado y divertido, que seguramente veremos en sus shows en vivo.

El álbum cierra con “To Love”, una balada emotiva que encapsula la esencia del disco, con su melodía conmovedora y letras sinceras, es un recordatorio de la importancia del amor y la esperanza, incluso en los momentos más oscuros.

La experiencia de las relaciones modernas como catalizador para el acto creativo

Memoir of a Sparklemuffin es un álbum que desafía las expectativas y muestra la versatilidad de Suki Waterhouse como artista. Es un viaje a través de un paisaje sonoro rico y variado, sin miedo de entrarle a efectos vocales, lleno de momentos de brillo y oscuridad.

En comparación con I Can’t Let Go (2022), Suki agregó mucha más experimentación, guitarras pesadas y sintetizadores soñadores con los que se aparta de los terrenos conocidos de su álbum debut.

Memoir of a Sparklemuffin es un álbum imprescindible para los amantes del pop rock y el dream pop. Es una obra que invita al escucha a abrir la mente musical y saber que el pop puede llegar a tener niveles del rock de estudio y punk.

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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