Sufjan Stevens y Angelo De Augustine son como tú y como yo. Se sientan en el sillón a mirar películas que han visto cientos de veces, esas de las que ya sabes los diálogos y las expresiones de los actores. También divagan mientras mezclan sus pensamientos con la trama de la cinta, sus actores, sus efectos especiales o hasta sus directores. La diferencia es que ellos se rifaron con un álbum dedicado a estas “divagaciones” dándole a cada una de estas películas su propia y peculiar visión.
Sufjan ya tiene callo dándole vida a las películas con su música, no por nada estuvo nominado al Óscar a la Mejor Canción Original por “Mystery of Love” de la película Call Me By Your Name; pero en esta ocasión no es solo su visión, ahora trae consigo a Angelo De Augustine quien lo complementa a la perfección, no solo en voz, sino también en música. Pero vámonos por partes, que como en cualquier disco de Stevens, hay mucho qué disfrutar.
Sufjan Stevens y De Augustine nos demuestran que todos tenemos algo en común
No, no es tan clavado como se lee. Las películas van desde obras maestras, pasando por clásicos de acción hasta la más común de las comedias adolescentes. Pero tanto Sufjan Stevens como De Augustine encontraron temas comunes para inspirarse y nos demostraron que de lo más ordinario pueden surgir cosas geniales. “Muchas de estas canciones es sobre sentirse alienado, desconectado, aislado, es sentir la persona contra el grupo, contra la sociedad, es un tema recurrente en muchos de estos filmes, yo o nosotros contra el mundo,” nos comentó Stevens en la charla que tuvimos con ellos.
Sufjan Stevens regresa al folk con ‘A Beginner’s Mind’
Ahora sí, agarremos la mantita y acomodémonos a gusto porque la ruta melancólica ya va a partir. El álbum abre con uno de los sencillos, “Reach Out”, basado en el clásico alemán Wings of Desire de Wim Wenders y nos acoge cálidamente con ese folk que tanto nos gusta de Stevens. Los primeros acordes acústicos y las dulces voces de Stevens y De Augustine nos atrapan de inmediato y nos apachurran el corazón cuando dicen: “Hogar es donde has dicho mi nombre”.
Sí, Sufjan Stevens lo catalogó como un disco folk, pero esto no significa que escucharemos lo mismo de hace 15 años. Hoy viene ya con las huellas que le dejó su paso por la experimentación con otros instrumentos y conceptos (ahem The Ascension), además de una gran química con De Augustine. Esto puede apreciarse en “Lady Macbeth in Chains”, inspirada en otro clásico All About Eve, en donde claramente se les oye cómodos con la incursión de sintetizadores.
Sufjan Stevens y su fascinación con las películas de terror
El viaje sigue ahora con “Back To Oz”, inspirada en Return to Oz, que nos deja una reconfortante sensación de magia. No es una colaboración donde cada quien tiene su momento de protagonismo, al contrario, es la suma de todas sus partes, esta magia se confirma con su video animado en donde podemos ver a De Augustine, Stevens y hasta sus dos lomitos – quienes también aparecen en el video de “Reach Out” – como seres celestiales que guían a la protagonista del cuento.
Hasta aquí todo muy bonito, pero llegamos al punto donde hay que dar vuelta. Después de los colores, la magia y la dulzura sigue “The Pillars of Souls” inspirada en la tercera entrega de Hellraiser. Sufjan es amante del terror y esta es la primera incursión del género en el álbum, el cual cambia totalmente el humor del viaje llevándonos hacia lo misterioso y lo etéreo. Esta sensación continúa con “You Give Death a Bad Name”, inspirada en The Night of the Living Dead.
Las hazañas del héroe convertidas en baladas
Pasamos la oscuridad para adentrarnos en la incertidumbre. Dos películas de acción y una de fantasía en donde el peligro está latente dan origen a las baladas protagonistas del álbum. “Beginner’s Mind”, la canción que le da título al disco, está inspirada en el exitazo de Keanu Reeves y Patrick Swayze, Point Break. El surf, las persecuciones y la adrenalina nos dieron un bocado sutil de poco más de dos minutos. La estrella aquí es la voz de Angelo De Augustine quien cierra con unas hermosas armonías que nos preparan para la siguiente parada.
“Olympus” es otro de los puntos altos del disco. Con Clash of the Titans – de 1981 – como inspiración, nos vuelve a traer esos rasgos melancólicos que son tan naturales en los trabajos de Stevens. Por ahí podemos escuchar un guiño al productor y creador de efectos especiales de la cinta, Ray Harryhausen, algo común en todo el disco en donde podemos encontrar easter eggs sobre las canciones que inspiraron cada tema.
Y cerramos la trilogía de las baladas para los héroes con Mad Max, la cual inspiró “Murder And Crime”, otra melodía que nos lleva más hacia el camino de la introspección.
Canibalismo y porristas adolescentes, todo cabe sabiéndolo acomodar
Sufjan Stevens nos confesó que una de sus películas favoritas era The Thing y obviamente no podía faltar en esta placa. De esta cinta de 1982 surge “(This is) The Thing” que pone sobre la mesa el hecho de que nunca realmente sabes qué hay dentro de cada persona ni dónde se esconde el mal. Ouch. Pero no crean que esto se está volviendo unidimensional.
El viaje sigue con “It’s Your Own Body and Mind” y “Lost in the World”, inspiradas por de She’s Gotta Have It y de The Last Wave respectivamente. Una comedia de Spike Lee y un drama de suspenso. ¿Cómo logra mantenernos en el mismo viaje? Cada melodía tiene algo tanto en música como en letra relacionado a la película, pero siempre dentro de la misma estética. Nada salta ni es extraño. Todo y todos conviven a la perfección.
El disco empieza a despedirse con “Fictional California”, una de las canciones que le dan luz al álbum, se siente deslumbrante y colorida, pop folk para el alma salido directamente de Bring It On Again. El mood sigue con los acordes románticos y cálidos de “Cimmerian Shade”. Si solo escuchamos los sonidos de la voz y la música podemos pensar que es el soundtrack de alguna comedia romántica en Nueva York, pero si empiezas a captar la letra te darás cuenta que habla de “The Silence of The Lambs” de una manera que no habíamos imaginado, pero no todo es color de rosa, pues al final empieza a revelar ese lado oscuro e inquietante. Otra de las joyas de este disco.
“Lacrimae” le da fin a este viaje como un resumen breve de todo lo que experimentamos antes: voces delicadas, folk cautivante y algunos toques de misterio y oscuridad, todo esto gracias al corto Lacrimae Rerum.
Stevens y De Augustine te prestan su visión para que hagas lo quieras
La imagen de estas películas no limitaron a Sufjan Stevens y Angelo De Augustine. Eso es lo genial de este disco. No hay barreras, no hay reglas para disfrutarlo. Ellos convirtieron estas historias en nuevas narrativas. Nos prestaron su visión y nos dieron la libertad de moldearla con nuestra propia perspectiva. Con este disco ellos crearon un hilo de historias que, al igual que una película, nos llevaron por estados de ánimo, por momentos con los que nos identificamos y hasta derramamos alguna lágrima entre la oscuridad, la melancolía y la introspección.
El viaje terminó y nos salimos de la cabeza de Sufjan y De Augustine, y de nuevo estamos sentados en el sillón, pero ahora ahí con ellos, en el mismo canal, viendo las mismas películas pero con diferente mirada, dispuestos a perdernos de nuevo.
Tracklist
1.- Reach Out
2.- Lady Macbeth In Chains
3.- Back To Oz
4.- The Pillar Of Souls
5.- You Give Death A Bad Name
6.- Beginner’s Mind
7.- Olympus
8.- Murder And Crime
9.- (This Is) The Thing
10.- It’s Your Own Body and Mind
11.- Lost in the World
12.- Fictional California
13.- Cimmerian Shade
14.- Lacrimae