Como Nick Cave o Leonard Cohen, Jason Pierce, líder y cerebro de Spiritualized, le quitó todo toda parafernalia y rito obligatorio a la fe, para expresarla de forma tan sencilla como entonar una canción.

Diría el ídolo de las quinceañeras de los 90, “fue casi una experiencia religiosa”. Y sí, casi… lo que Spiritualized ofreció en el Festival Nrmal 2019, se acercó mucho. Pero bueno, para ser más exactos, dejémoslo en “espiritualizado”. Una hora completa en la que la banda inglesa le hizo honor a su nombre, llevando al público de lo terrenal a lo lisérgicamente celestial (con subidas y bajadas incluídas).

Quince minutos antes de las 21:00 horas, en el escenario de a lado, Frank Bretschneider reventó tímpanos con el poder de su lap top. No hubo que esperar nada. Con la puntualidad que exige un festival como el Nrmal, Pierce y compañía abrieron con “Come Together”, ideal para llamar a los despistados que todavía lloraban la cancelación de John Maus.

Foto: Jimena Palacios

De lo frenético del himno de su Ladies and Gentleman We Are Floating in Space (1997), la banda metió freno y reversa. Lo primero para que los ánimos se guardaran para lo mejor del show, lo segundo, para irse hasta el inicio: de su primer disco, Lazer Guiaded Melodies (1992), sonó “Shine a Light”, pero ya no como en el álbum, sino bellamente adaptada con el mood  sacro que desde hace años Spiritualized tiene patentado con el coro gospel que lo acompaña.

A diferencia de Beak, que una hora antes se había presentado de forma austera en el mismo escenario, los de Rugby, Reino Unido, ayudaron a explotar lo que algunos se habían metido (y no precisamente hamburguesas) con los hipnóticos y alucinantes visuales. Pero no había bronca. En el mismo tono de la guía “para evitar el mal viaje” que corrió por el festival, Spiritualized entonó “Stay With Me”… perfecta para descender pero, así como Pierce en el video de “I’m Your Man”, sin quitarse el traje espacial, para continuar con el viaje.

Foto Jimena Palacios

Y precisamente ésa también fue tocada. Spiritualized anda de gira promocionando su más reciente álbum, And Nothing Hurt (2018) y no podía dejar de entonar la ensoñadora “I’m Your Man”, quizás, la canción más aplaudida por el público. De lo nuevo también tocó “On the Sunshine”, “Damaged” y “On the Mourning After”, esta última elevando los espíritus hasta lo alto, a base de distorsiones.

Foto: Jimena Palacios

Pero la calma regresó y un piano anunció tanto el fin, como la parte más celestial de la noche. “Help me lord help me Jesus, cause I’m lonely and tired”, dijo Jason Pierce, como parte de esa plegaria rockera que es “So Long You Pretty Things”… y claro, la experiencia espiritual no podía terminar sin que se oyera la ya clásica de su repertorio “Oh, Happy Day”.

Una experiencia tan espiritual como la que hace unos meses ofreció Nick Cave. Sólo que, a diferencia del líder de The Bad Seeds, Jason Pierce se mantuvo inmóvil en el escenario, relatando sus alucinantes experiencias con Jesús desde en una silla de la que nunca se paró. Cómo pa’ qué.

Foto: Jimena Palacios

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