“Busca una banda. pégate a ellos, síguelos, hazte sus amigos y fíjate a donde vayan, porque si se vuelven populares, las barreras se derribarán”.
Es el consejo que desde Los Angeles nos comparte Neal Preston, uno de los fotógrafos más importantes de la historia moderna; desde Richard Nixon hasta Marvin Gaye, de los Juegos Olímpicos de Sarajevo en 1984 hasta Pearl Jam, pasando por un sin fin de eventos deportivos, en donde destacan mundiales de fútbol soccer, series mundiales o Super Bowls. Sin embargo, es en la música en donde Neal Preston ha dejado huella, con un impresionante curriculum que incluye actos como Pink Floyd, The Who, Fleetwood Mac, David Bowie, Bob Marley, Marc Bolan, Chuck Berry, Bruce Springsteen, The Doors, The Rolling Stones, U2, Queen y por supuesto Led Zeppelin, de quienes llegó a ser su fotógrafo de cabecera.
Justamente, es el lanzamiento de “Sound & Fury” un libro digital con más de 250 fotografías (100 de ellas inéditas), entrevistas en video y demás memorabilia de Led Zeppelin la razón por la que Neal Preston platica con Sopitas.com desde su residencia en Los Angeles.
“¿Cómo está todo en México? Alguna vez me tocó ir a trabajar a un concierto de Queen” Nos dice Preston tan pronto nos saludamos; una frase tan sencilla como tan contundente para saber que, en efecto, estábamos ante los ojos que han atestiguado la historia del rock and roll.
Neal Preston
En una era en donde compartir fotos a través de Twitter, Facebook o Instagram se ha vuelto un hábito relativamente sencillo, resulta difícil imaginar cómo era la vida sin internet. Vaya, yo tengo 32 años y la primera vez que pude conectarme a la red fue a los catorce o quince años para ver fotos de Pamela Anderson. Sin embargo, por más que me esfuerzo en recordar cómo transcurría mi vida sin esta valiosa y adictiva herramienta, no logro concebir siquiera la era en donde no sólo no había internet, sino que tampoco existían los medios habituales a través de los que, los que nacimos en los ochenta, solíamos consumir música, como por ejemplo MTV.
Cuando juntamos esos elementos, con el hecho de que Led Zeppelin se caracterizó por ser una banda que solía permanecer alejada de la prensa, nos encontramos con que las fotografías de Neal Preston eran, en muchas ocasiones, la única forma de documentar lo que sucedía en los conciertos y en la carrera de la banda. “Tradicionalmente su manager, Peter Grant, no quería que hicieran apariciones en la televisión, o cualquier otra aparición grabada. Así que tienes razón, la historia y el legado de la banda terminó siendo parte de mis fotos”.
Seguramente, cuando intentamos imaginarnos dentro del universo de Led Zeppelin, una de las primeras referencias que viene a nuestra mente es “Almost Famous”, película en la que por cierto, Neal Preston fungió como asesor de fotografía, pero ¿cómo era en realidad un día habitual trabajando para Led Zeppelin?
Puedo responder eso de dos formas: había días de concierto y días sin concierto. En los días libres, que no teníamos tocadas, generalmente me la pasaba editando fotografías, y/o hablando con periodistas, revistas, y en general, asegurándome de que la prensa tuviera todas las fotografías que necesitaba. Además, siempre hay mucho trabajo después de tomar una fotografía. Tomar las fotos es sólo mitad del trabajo. Hay muchas más cosas que hacer, tienes que asegurarte de que se manden las impresiones, cortarlas, hacer duplicados, lidiar con laboratorios, lidiar con revistas, lidiar con las disqueras y por lo general, el día se me iba haciendo todas esas cosas. En los días de concierto, depende de donde fuera, teníamos que estar listos a las 5 o 6 de la tarde y tomar la limosina al aeropuerto para volar a la ciudad donde era el show, hacer el trabajo y volar de regreso. Eso es lo que solíamos hacer en varias giras y mi día terminaba a la 1 o 2 de la mañana. Pero, sabes, cuando trabajas con una banda como Led Zeppelin tienes que estar atento las 24 horas del día.
En estos días, en donde cada semana se presenta un nuevo smartphone con cámara incluida, y por supuesto las cada vez más especializadas cámaras digitales, cualquiera puede ser un fotógrafo. Sin embargo, ¿cómo describir el hecho de ser un fotógrafo profesional en la década de los setenta, en donde cada fotografía era una oportunidad única de capturar un espacio y un momento, sin repetición alguna?
“Me alegra que preguntes eso. Hay muchas diferencia, primero que nada, en los términos de los fotógrafos de hoy, cualquiera puede comprar una cámara y apretar un botón, pero eso no significa que sea un fotógrafo. Obviamente, la cámara hace una buena parte del trabajo por ti como parte de un proceso que antes debías aprender antes por ti mismo. Pero tomar una foto sigue siendo tomar una foto, y no porque puedas ver una pantalla en la que puedes checar cómo va a salir, no significa que vas a tomar una mejor o peor foto. Personalmente, prefiero las cámaras tradicionales y las prefiero por como se ve tu trabajo. Pero una foto es una buena foto sin importar cómo o quien la toma, y una foto es una foto mala por las mismas razones. La primera vez que tuve una cámara digital estaba fascinado de poder ver la pantalla en la parte de atrás, donde ves lo que haces y pasaba la mitad de mi tiempo viendo lo que había tomado en lugar de concentrarme en lo que debería estar tomando. Una vez que pude superar esa diferencia, la cámara siguió siendo una cámara. ¿Prefiero cómo se hacía antes? En algunas cosas sí y en otras no.
Algo similar ocurre con los libros electrónicos. Creo que todos seguimos estando enamorado de los libros físicos, y más cuando se trata de un libro de fotografías que quieres ver a gran tamaño para apreciar todo detalle, sin embargo, una de mis cosas favoritas de “Sound & Fury” es el esfuerzo por complementar un libro de fotografías con material audiovisual, que van desde videos del propio Neal Preston explicándonos de viva voz la historia detrás de alguna foto, o bien la participación de otras personalidades como Stevie Nicks, My Chemical Romance o Mastodon…
“Mi acercamiento fue muy simple. No era lo mismo que hacer un libro común, o un libro para mesa de café, ya sabes, con grandes fotos y demás. La ventaja de hacer un libro digital es que hay otros aspectos que me permitieron emplear mayor creatividad y la habilidad para incluir cosas que no podrías poner en los libros normales. Tanto los libros digitales como los impresos son grandiosos. Pero esto te da una oportunidad para darle un extra a los fans. Como el audio y el video, todas esas cosas que te brindan diferentes aspectos que un fan puede apreciar en comparación a un libro impreso. Me gustaría pensar que en el libro que hice con Led Zeppelin hay muchas cosas que los fans nunca verían si no estuvieran en mi sala hablando conmigo como lo estás haciendo tú. Además, las fotos con el “retina display” del iPad se ven fantásticas.
Si bien es interesante leer lo que tienen que decir Stevie Nicks y compañía sobre Led Zeppelin, personalmente no puedo no preguntar ¿cuál es la mejor experiencia que Neal Preston tuvo a lo largo de los años, trabajando para Led Zeppelin?
‘Sound & Fury’ es el mundo de Led Zeppelin a través de mi ojos, así que invité a algunos amigos míos para compartir sus sentimientos sobre la banda. Stevie fue una, Ann Wilson fue otra y creo que eso terminó enriqueciendo al libro. Personalmente, mi experiencia favorita fue en la última gira, donde finalmente pude dormir. La verdad, es difícil decir porque vi tan buenos shows y trabajar con una banda de esa talla , tan famosa y popular cuando tienes 22 o 23 años es bastante asombroso. No puedo señalar ningún incidente en particular o alguna historia porque todas fueron grandes historias, todas fueron grandes experiencias y me siento muy, muy, muy afortunado porque no es como ser un plomero o dueño de alguna tienda, ¿sabes? No hay mucha gente que tiene un trabajo como el que yo tuve y hay todavía menos gente que lo hace bien. Así que me siento muy afortunado. Ir a la oficina a diario, para mí, no era como ir a la oficina para los demás. Para mí, ir a la oficina era salir con Led Zeppelin.
Era obvio que no podíamos despedirnos de Neal Preston sin pedirle un consejo para aquellas personas que sueñan con ser fotógrafos profesionales…
“Déjame ver. Las cosas han cambiado mucho estos días y obviamente el trabajo de fotógrafo con las disqueras no te da la libertad de hacer lo que quieras, que es algo que yo tenía. A muchos fotógrafos jóvenes que me preguntan lo mismo que tú. “¿Qué consejo puedes darme? , ¿cómo le hago?, por lo general les digo lo mismo: busca una banda, pégateles, síguelos, hazte sus amigos y fíjate a dónde van, porque si se vuelven populares, las barreras se derriban. Porque, de otra forma, serás uno más entre 300 personas al frente de un escenario tomando fotos por una canción. Y el otro consejo que les doy es que busquen dónde se están parando todos los fotógrafos vayan al lado contario. Así podrás capturar lo que nadie más tiene. Eso de hecho lo aprendí de fotógrafos de deportes y fue un muy buen consejo.
Por último; si el día de hoy, a tus 61 años y después de haber fotografiado a tantas bandas, Neal Preston tuviera la oportunidad de hablar con aquél joven Neal Preston en los inicios de la década de los setenta ¿qué le dirías?
“Es una pregunta difícil, nunca me habían preguntado eso. Me diste duro. Probablemente le diría… cree en tus instintos, no te van a fallar…”
Dedicado en su totalidad a Led Zeppelin, Sound & Fury es el libro digital de Neal Preston y está disponible desde la iTunes Store por $149 pesos.