Lunes, y a pesar de ser puente no podíamos dejar a un lado Antitendencias Sonoras, el espacio que dedicamos a los proyectos musicales que muestran una estética sonora un tanto diferente a lo que escuchamos convencionalmente en la radio o en los carteles de los principales festivales del país. Música que satisface a los oídos más curiosos y a los adeptos al ambient, noise y drone, principalmente.

A pesar de que me anima recomendarles música, también deseo tomar mi descanso en la comodidad de mi cama, así que será breve la siguiente recomendación, sin embargo, la música está tan cargada que estoy seguro que hablará por sí misma.

Infinite Body

Infinite Body es el proyecto de Kyle Parker. Anteriormente tenía otro proyecto llamado Gator Surprise, donde se encargaba de crear un puro y conciso noise. Posteriormente le interesó más los terrenos del ambient y fue así que creó Infinite Body, un proyecto que mantiene la esencia del drone pero con melodías mucho más etéreas y minimalistas. Su trabajo me recuerda mucho a artistas como Fennesz o el Digital Shades [Vol. I] de M83.

En el 2007 Infinite Body debutó con White Hymn, en el cual, a sus contados seguidores impactó por presentar temas sumamente minimalistas en piano, en ocasiones estos eran manipulados con efectos como distorsión o reverb lo que generaba una interesante fusión de texturas.

Desde entonces los siguientes álbumes de Infinite Body son una consecutiva búsqueda de identidad sonora bajo un lenguaje muy establecido, sus álbumes son una impresionante catalogo de texturas melódicas y por momentos existen destellos de su primer proyecto musical donde los audífonos se llenan de puro ruido. Hasta su álbum Carve Out The Face Of My God, el cual publicó en el 2010, sigue manteniendo la esencia de paisajes ambientales a través de elementos electrónicos previamente manipulados.

El año pasado regresó a estudio y nos entregó Avolition. Pasaron 5 años para que nos entregara un nuevo álbum de estudio y realmente lo ha hecho de una manera formidable. Este álbum destaca de sus anteriores publicaciones, principalmente, por la inclusión de instrumentos acústicos, samplers, y los característicos elementos electrónicos de sus anteriores álbumes. Este álbum tiene una profundidad sublime, nos sumerge en un mar de texturas ambientales sumamente cuidadosas que parecieran ser una ceremonia de meditación.

Kyle Parker es un músico sumamente humilde, por mucho tiempo -a la par de su carrera artística- siguió con su trabajo habitual, el cual consistía en proyectar y vender palomitas en un cine. A inicios de su carrera se sorprendió cuando se le invitó a dar presentaciones en vivo porque jamás creyó que su música llegaría a ese grado, de hecho le costó trabajo poder acomodar su trabajo de estudio a en vivo, sin embargo no fue motivo para que dejase la música por completo.

Actualmente sus presentaciones en vivo son contadas, pero que haya regresado el año pasado levantó la esperanza de sus fieles seguidores, así que esperamos seguir teniendo noticias o texturas bajo su firma.

 

T: @hreveh

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