Lo que necesitas saber:

El 2023 nos ha dejado grandes discos. Y entre ellos está 'Everything is Alive', lo nuevo de Slowdive.

Septiembre inicia con uno de los regresos que más habíamos esperado, y es que después de seis años de su disco homónimo (con el que regresaron tras más de dos décadas de ausencia), la banda inglesa Slowdive está de vuelta para lanzar el que apenas es su quinto álbum estudio en más de 30 años de existencia: Everything is Alive.

Con ocho rolas nuevas que apenas rebasan los 40 minutos, Neil Halstead protagoniza la composición y producción, compartiendo las voces con Rachel Goswell, en un dúo que se caracteriza por hipnotizarnos con letras y su sonido.

Slowdive está de vuelta con ‘Everything is Alive’/Foto vía Facebook de la banda

Lo bien hecho permanece y Slowdive lo explota

La identidad de Slowdive queda intacta para este disco, y podemos escuchar que lo más distintivo de la banda reluce en esta entrega, que para adelantarles, podemos poner junto a Pygmalion (1995) y Souvlaki (1994) en un trío de los mejores álbumes que nos han regalado los británicos.

Desde los primeros segundos de “shanty”, la agrupación se encarga de causarnos emoción cuando entran guitarras abrasivas y distorsionadas sobre una progresión sintetizada, y las bases atmosféricas son el lienzo sobre el que se unen las voces de Rachel y Neil. Los temas sobre la espera y la noche (“sleep”, “40 Days”), recurrentes en Slowdive, son la carta de presentación de este disco.

Con más presencia de progresiones sintéticas, lo que es algo nuevo y agradable, la banda se luce en rolas como “andalucia plays” o “chained to a cloud”, en la que contrastan las progresiones limpias de sintetizadores y la violencia de guitarras distorsionadas e intensas.

El resultado es fascinante, y el mérito se lo lleva Slowdive logrando ejecutar y grabar todos los sonidos de una forma impecable. La mezcla de Neil es admirable, ya que conviven los elementos sin que alguno quede relegado.

“Prayer Remembered” es una muestra de que Slowdive puede lograr mucho con pocos elementos. Dos guitarras, sintetizadores etéreos y una batería con una presencia sutil nos transportan en olas de shoegaze. La maestría en el control de la extensión de sonidos que parecen no tener principio ni fin tiene una ejecución asombrosa aún para leyendas como ellos. 

Un disco planeadísmo para disfrutarse en orden

Distinto a lo que sucedió en discos pasados de Slowdive, en los que teníamos rolotas que no parecían tener una secuencia definida, el quinteto de shoegaze se encargó de pensar el Everything is Alive como un disco que tiene un orden marcado y una dinámica maravillosa.

No es nada sencillo elegir qué canciones van en el álbum y sobre todo el orden en que las presentan, pero la banda domina para este disco ese rubro. El disco fluye de una manera muy agradable, sin que por algún momento se siente monótono o que carece de cambios.

Aunque el shoegaze tiene elementos bien definidos, Slowdive logra cambiar el protagonismo de las progresiones sintéticas, las guitarras, y las voces, lo que a veces nos hace fijarnos en un elemento, y en el siguiente track, en otro distinto.

El gran criterio del quinteto liderado por Rachel y Neil resulta en que Everything is Alive tenga una maravillosa dinámica. Canciones instrumentales (“prayer remembered”, “the slab” ) alrededor rolas con más vocales y más presencia de riffs (“alife”, “skin in the game”).

La banda nos presenta letras más crípticas que se llevan con la música

Aunque sabemos que Slowdive tiene una lírica muy particular, para este disco se rifaron letras con una interpretación abierta y muy poéticas. Su álbum pasado fue quizás el más vocal de su discografía, ya que las ocho rolas tenían letra, y algunas, como “Falling Ashes”, “Everyone Knows” y “Don’t Know Why”, orbitaban alrededor de la parte vocal.

Para esta entrega, dejaron muchos espacios libres de voces y rolas instrumentales (“prayer remebered”, “the slab”) que se centran en los riffs de guitarras y las progresiones en sintetizadores. 

Las canciones más vocales, como “kisses”, “alife” y “skin in the game”, tienen versos que a manera de mantra funcionan como el centro de la rola, lidiando con cuestiones personales, problemas de comunicación entre personas y más. “kisses” resulta la más clara, con una letra amorosa y esperanzadora sobre estar con alguien y olvidar lo demás.

Everything is Alive es de lo mejor que hemos escuchado en el año, e intensifica la necesidad de ver a Slowdive pronto en nuestro país, en una gira con uno de sus mejores discos. Esta bandota de culto no tiene fechas programadas para nuestro país, y se lucieron con las ediciones físicas del álbum y mercancía oficial (aunque pueden verla por acá, todo está agotado ya). Esperemos verlos pronto en nuestro país, tocando uno de sus mejores discos a la fecha.

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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