Lo que necesitas saber:
Sharon Van Etten lanzó uno de los mejores discos en lo que va del año, a través de la colaboración con su banda y un cambio fascinante en su sonido.
La fenomenal Sharon Van Etten regresó hoy con un discazo en un trabajo profundo de reinvención para la artista, que ha explorado los terrenos del folk y el indie rock a lo largo de una discografía de 6 discos de estudio, que hoy amplía, aunque con un proyecto “nuevo”. Su nuevo disco le tira a un soft rock con tintes artísticos y atmósferas inmensas, algo nuevo y que le sale muy bien.
Sharon cambia las reglas ya bastante entrada en su carrera, dándole a su banda de apoyo el título de The Attachment Theory, en un disco colaborativo que resultó de sesiones de ensayo en las que improvisó con la banda. Afortunadamente, Sharon decidió entrarle de lleno a este proyecto, y hoy lanzó uno de los mejores discos que hemos escuchado en el año.
En producción, están Marta Salogni (Björk, Depeche Mode) y Josh Block (Leon Bridges, Nathaniel Rateliff), y también la banda completa. El disco suena sensacional, con una atención especial en los efectos de un reverb ligero que nos hacen pensar en bandas ochenterísimas, como Eurythmics o Simple Minds.
Rock artístico con una producción impecable y letras relacionables
Sharon Van Etten decidió entrarle con todo a este nuevo sonido, con muchísimos aciertos y gran dinámica
Sharon lanzó en 2022 We’ve Been Going About This All Wrong, un disco que parecía un regreso a la comidad de los géneros que dominaba, por lo que este disco homónimo de su nuevo proyecto significó aventurarse a terrenos desconocidos.
La música estadounidense tomó inspiración en el art rock ligero y se puso muy poética para las letras y tuvo una gran visión en cuanto al sonido del proyecto. Este nuevo comienzo es asombroso y te atrapa desde la primera rola. “Live Forever” inicia el disco de una forma calmada pero con letras conmovedoras, y le siguen las excelentes “Afterlife” e “Idiot Box”.
Suena bastante a Arcade Fire, con un matiz más ochentero hacia Tears For Fears, por ejemplo, por las capas y capas de sintetizadores que inundan los oídos hacia la cima de las nuevas rolas de Sharon y compañía.
“Afterlife”, el primer single, es un claro ejemplo de esta evolución. Con un ritmo contagioso y un estribillo que se te queda en la cabeza, la canción te atrapa desde el primer acorde. Los sintetizadores crean una atmósfera onírica, mientras que la guitarra distorsionada le da un toque de intensidad. La voz de Van Etten, llena de fuerza y fragilidad a la vez, eleva la canción a otro nivel.
Este disco homónimo te atrapa desde la primera escucha, con una atmósfera introspectiva y un sonido que se mueve entre el indie rock, el dream pop y el post-punk.
Los protagonistas en este proyecto son los sintetizadores atmosféricos que te colocan a veces en los ambientes de sueño provenientes del shoegaze. A la vez, se mantienen presentes las guitarras con distorsiones características del post-punk, lo que crea un contraste entre lo delicado y lo rudo.
La decisión de nombrar a su banda responde claramente a que este disco suena a un esfuerzo colectivo, y no solo depende del liderazgo de Sharon. Hay lapsos larguísimos, como en “Trouble”, en los que de plano Sharon se vuelve una integrante más, sin que su voz sea el elemento central.
Sin embargo, la esencia de Van Etten sigue presente: su voz, cargada de emoción y vulnerabilidad, sigue siendo el elemento distintivo. Las letras, como siempre, son introspectivas y poéticas, abordando temas amorosos pero también de pérdida inevitable, como repite en “Trouble”: -“I don’t wanna lose you”-.
Un disco planeado para escucharse de principio a fin con mensajes contundentes en un viaje personal
La planeación del disco es otro punto destacable. “Live Forever” es una introducción que te prepara para el sonido más concreto y acelerado de “Afterlife”, Idiot Box” y “Trouble”. La cima de la aceleración llega en “Indio”, que bien pudo inspirarse en el garage rock revival de inicios de los dosmiles.
Llegan después “I Can’t Imagine (Why You Feel This Way)”, bailable y alegre, con algunos juegos vocales de Sharon, en los que tartamudea y mantiene una melodía altamente pegajosa. “Somethin’ Ain’t Right” y “Southern Life (What It Must Be Like)” también son bailables, con un enfoque en líneas de bajo redondas.
Ya para el final del disco, la banda se da la licencia de cerrar con dos rolas más introspectivas, con el mismo enfoque en una producción de lujo que es un elemento fundamental de su “disco debut”. La voz de Sharon brilla en “Fading Beauty”, una balada a lo bonito de la vida que se puede ir rápidamente. La banda la apoya con progresiones conmovedoras en sintetizadores y piano.
En el mismo sentido, la cerradora “I Want You Here” es una balada un poco más apocalíptica en la que Sharon le canta a alguien que desea tener cerca. Es refrescante que la banda se toma en estas últimas dos rolas más de 6 minutos en cada una para crear himnos amorosos con claroscuros hermosos.
Las melodías son memorables, las letras invitan a la reflexión y la producción es impecable. Si bien algunas canciones pueden resultar un poco repetitivas en su estructura, el álbum en su conjunto es una experiencia auditiva asombrosa y con un enfoque fresco en sonidos clásicos.
Este disco es ideal para aquellos que disfrutan de la música indie con un toque atmosférico e introspectivo. Si eres fan de artistas como Beach House, Slowdive o The Cure, Sharon Van Etten & The Attachment Theory te encantará.
Sharon Van Etten & The Attachment Theory es un discazo que nos deja con la expectativa de presenciarlo en vivo, y vaya sorpresa que nos dio Sharon y compañía con este proyecto. Pueden encontrar diferentes versiones físicas del disco por acá.
Sharon Van Etten & The Attachment Theory estarán de gira por Europa a finales de febrero y visitarán Estados Unidos hacia el verano, por lo que esperamos que se den una vuelta por nuestro país por esas fechas.