Más adelante en la cinta llegué a otra parte que hizo que desprendiera los audífonos de mi cabeza. No podía creer lo que estaba escuchando. “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin, una vez más, era el tema de una diatriba por los mensajes subliminales que supuestamente esconde.
Mientras uno escucha Rave Tapes, el nuevo álbum de Mogwai, después de un rato llega la quinta pista en el disco, un tema que se llama “Replenish”. En contraste al resto de su material, esta canción cuenta con una pista vocal en la que escuchamos a un tipo indignado porque “Stairway to Heaven” alcanzó el primer lugar en otra lista de popularidad de las mejores canciones de rock de toda la historia. El sujeto no puede creer que la canción tenga tanto éxito cuando se trata de una rola que hace culto al Diablo y prosigue a explicar porqué las letras originales no tienen mucho sentido (algo sobre una señora que compra una escalera al cielo), y que el verdadero mensaje se revela al escuchar el disco en reversa.
En una entrevista telefónica con John Cummings, integrante de Mogwai por casi veinte años, el guitarrista le dijo a Sopitas.com que la diatriba fue incluida simplemente porque les parecía divertida. “No somos una banda religiosa ni mucho menos formamos parte de un culto satánico. Si llegamos a incluir referencias a lo oculto en nuestros discos es porque nos gusta cómo suena.” Esas referencias al primer ángel caído y a su mundo infernal aparecen con algo de frecuencia en la trayectoria de Mogwai, desde el mismo nombre de la banda (que significa “Diablo” en cantonés) hasta en el título de uno de sus más recientes sencillos, “The Lord Is Out of Control”.
Ya que fue el grupo de post-rock el que incluyó esa pista en primer lugar, los miembros de Mogwai una vez más deben enfrentar preguntas sobre sus afiliaciones religiosas. Obviamente, el escenario estaba montado para preguntarle a Cummings si había mensajes subliminales en otras canciones de Mogwai. “¿Te refieres a mensajes que descubres cuando escuchas un disco en reversa? Me temo que no y es difícil que se presente la ocasión ya que nuestra música, por lo general, es instrumental.” Admito que era una pregunta algo boba, pero a veces la curiosidad le gana a la razón.
Una vez que te acostumbras a su fuerte acento escocés, John Cummings demuestra ser un sujeto bastante sencillo y amable, al igual que su camarada, Stuart Braithwaite, a quien también entrevistamos hace menos de un año, previo a la presentación de Mogwai en México (por cierto, Cummings ofrece una disculpa a sus fans de México por ausentarse de ese concierto a causa de ser retenido en San Diego). Con respecto a ese asunto de los ángeles y demonios, el también tecladista y programador nos confirmó una verdad sobre la relación entre artista y audiencia. A veces los medios y los fans se clavan demasiado en los dobles significados o los mensajes secretos que se esconden entre los versos de una canción, pero todo eso es parte del misterio del arte, aquella parte que se niega a ser devorada por la industria.
Un poco de historia…
La evidencia se encuentra en las canciones de la banda que popularizó la técnica de backmasking en primer lugar para esconder mensajes que podrían escandalizar al público. ¿De qué banda se trata? Pues de los Beatles ¿Quién más? John Lennon tenían un gusto por la experimentación con las técnicas de estudio, como la generación de feedback para distorsionar el sonido de la guitarra. Pero una de sus obsesiones era el concepto de crear algo nuevo al poner el disco en reversa. Temas como “Rain”, “Strawberry Fields Forever”, “Tomorrow Never Knows” y “A Day in the Life” son prueba de su apego a esta técnica. Pero su obsesión quedó plasmada con “Revolution No. 9”, un tema que juega con esta teoría de que Paul McCartney murió en un accidente y que fue reemplazado por un impostor que no sólo se parecía mucho a Paul, también hablaba como Paul, cantaba como Paul, y tenía un genio para escribir canciones de pop como Paul. ¡Rayos, era como si el nuevo Paul McCartney fuera el viejo Paul McCartney! Sin embargo, mucha gente se dejó llevar por el cuento y terminaron por crear todo un mito alrededor de la supuesta muerte de Paul, un mito que los mismos Beatles alimentaron con pìstas y mensajes escondidos como el inquietante “Turn me on dead man” que se oye al escuchar de principio a fin “Revolution No. 9”.
Aunque son varias las bandas que han recurrido al backmasking y otras técnicas para divertirse con la obsesión de los fans, y al mismo tiempo, compensar de alguna manera su devoción (literalmente, como en el caso de Pink Floyd), hay otras que llevan demasiado lejos su obsesión, quizás porque creen que los mensajes subliminales realmente pueden tener alguna influencia en la forma de pensar del oyente. Claro, si tomamos en cuenta que mucha gente ni siquiera le pone atención a las letras de una canción, menos se van a fijar en las palabras que se escuchan a partir del punto final. Hace varios años, la Autoridad Moral se alarmó al enterarse sobre la existencia de mensajes subliminales en discos de rock y metal, y por tal motivo, artistas como Rob Halford de Judas Priest y otros artistas fueron cuestionados por miedo a que sus “mensajes satánicos” pudieran persuadir de manera inconsciente a la juventud de América y cosas por el estilo. Pero en la mayoría de los casos, los artistas niegan cualquier intención de transmitir un mensaje de este tipo y si lo llegan a hacer, simplemente es por las risas.
Ya sea por backmasking u otros motivos, no hay que juzgar a un artista por su nombre, ni por los títulos de sus canciones, ni por las imágenes que ponen en su arte de portada, ni por la música que escriben (ok, de hecho, juzgar a un artista por su música está bien). En el caso de Mogwai, Cummings está contento con la dirección que ha tomado la banda en los últimos años. “Nos sentimos cómodos entre nosotros y nos gusta intentar cosas diferentes para que esto siga siendo un reto interesante. El primer álbum lo hicimos con lo único que sabíamos hacer, pero lo hicimos.” Su nuevo álbum sigue la misma línea de su disco anterior (Hardcore Will Never Die, But You Will) al combinar los beats electrónicos con las texturas generadas por el asalto de guitarras que tanto caracteriza a la banda no-satánica. “Es la combinación de ese aspecto natural que nos sale tan bien con lo electrónico. Por ejemplo, en canciones como “The Lord is Out of Control” teníamos en mente mezclar la musicalidad de los teclados y el elemento humano para crear ese efecto en los vocales.” Eso suena más verosímil que la voz de Lucifer.
T:@ST