En la música, existen muchas maneras de identificar a un prodigio. Algunos son tremendos letristas, otros dominan determinados instrumentos con maestría, varios más se destacan por su capacidad vocal. Y así, podemos enumerar una larga lista de capacidades al servicio de la genialidad. Sin embargo, entre todas ellas, un poco eclipsada de repente, esta la producción musical… y de dentro de ese ámbito, está el uso de sampleos.
Debemos decir que hay muchísima maestría en eso de tomar la muestra de una composición y reconfigurarla, esto con el objetivo de desarrollar otra pieza musical. De hecho, muchas de nuestras canciones favoritas de la vida son creadas con la bendita técnica del sampleo. Una de ellas es sin duda “Porcelain”, el magnifico track de Moby.
Esta canción de texturas suaves y melancólicas, con coros omnipresentes y letra simple pero desgarradora, es el claro ejemplo de lo que un buen sampleo es capaz de hacer en nuestro favor. Así que vale la pena desempolvar un poco la historia detrás de esa preciosa melodía, basada en el soundtrack de una antigua película de 1960.
‘Porcelain’: el inmenso track de Moby
La práctica del sampleo no es nada nuevo en la industria. Si hacemos un ejercicio retrospectivo rapidísimo, encontraremos que muchos productores de rap de antaño crearon grandes rolas bajo esa técnica. En la actualidad, aún se utiliza el recurso, pero quizá con un poco más de sutileza.
En ese sentido, si debemos identificar una época donde el uso del sample fue más fructífero, tal vez entre finales de los 90 y la primera década del 2000 sea el tramo indicado. Sobran ejemplos para comprobarlo: Daft Punk, Fatboy Slim, The Chemical Brothers y Moby, todos geniales, hicieron muchos de nuestros temas predilectos de esa manera. Por ahora, solo hablaremos de este último “Porcelain”, quizá su canción más emblemática.
Dicha pieza pertenece al álbum Play, el quinto en la discografía de Richard Melville Hall -nombre real de Moby-. Y es curioso porque esta canción es uno de los últimos sencillos promocionales del material, pero terminó por incrustarse con fuerza en la memoria colectiva del público, superando a otras tremendas composiciones como “Honey”, “Run On” o “Why Does My Heart Feel So Bad?”.
Una letra sencilla pero correosa en lo emocional, eso es lo que Moby nos entregó en el 2000 con la rola de la que ahora hablamos. Porque bueno, no es precisamente muy optimista empezar cantando un verso que dice “En mis sueños, muero todo el tiempo”. Pero esa crudeza -si se le puede decir así- es una parte sustancial de la canción, un aspecto que se contrasta con sutil belleza entre el encantador piano, el beat y el sampleo.
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Un sampleo extraído desde 1960
Ahora sí, a lo que nos atañe. Como dijimos, hay muchas cosas destacar en esa gran canción que es “Porcelain”, pero el sampleo del que se vale lo es todo. Esa primera secuencia de cuatro notas con las que abre la canción son el lienzo donde el piano, la voz, los coros y el ritmo se conjuntan.
Dicho esto y una vez que hemos identificada la muestra, es momento de descubrir de dónde provienen. Estas cuatro notitas – y sus eventuales variaciones a lo largo de la canción- son una reconfiguración de una secuencia tomada de “Fight For Survive”, un tema creado por el compositor Ernest Gold para el soundtrack de la película de 1960 Exodus. De hecho, esa banda sonora es el trabajo más reconocido de dicho músico quien murió en 1999. Sí, un año antes de que se lanzara el track de Moby.
Desde luego, la composición de Gold, que apenas dura un minuto y medio en su edición para el largometraje, tiene varias secciones y matices diferentes por tratarse de una canción orquestal. Pero hay cinco segundos sustanciales que son los que el productor neoyorquino tomo para elaborar su propia obra. Ese póker de notas que Moby tomó son, de hecho, un pequeño puente entre una sección de cuerdas y otra de vientos en la obra de Ernest.
Lo único que hizo nuestro estimado Richard cambiar la secuencia de acordes un poco y ‘reproducir en reversa’. Luego, una producción de primer nivel, la letra, los arreglos y listo. Lo relevante de la canción -hablando de su composición- es eso: tomar esa muestra y a partir de ello, echar a volar la imaginación.
En resumidas cuentas, la capacidad de un artista para tomar una minúscula y aparentemente ‘irrelevante’ secuencia de notas ya formada, para reconfigurarla y desarrollar otro universo, eso es talento puro y Moby lo tiene. Para que no te quedes con la duda, te dejaremos las canciones a continuación. (ver primer video: secuencia de notas entre 0:37 y :042/segundo video: desde el inicio).