Y continuamos con este apartado que busca hacer remembranza a aquellos compositores que han ido formando a lo largo del tiempo nuestra identidad cultural. Porque hay que tener en cuenta que la música es un lenguaje sumamente complejo en el que podemos conocer aspectos mucho más profundos tanto económicos, políticos, sociales y culturales de una época en específico.

Así como la historia es importante para entender y analizar tanto nuestro presente como aspiraciones a futuro, en la música es lo mismo. Es muy importante crear conciencia de las expresiones culturales que se han manifestado en nuestro país porque gracias a ella hemos llegado hasta donde estamos hoy en día. Además de que es importante tener en cuenta nuestra amenazada personalidad cultural tras la monstruosa industria musical que nos rodea.

Salvador Contreras

 

Esta ocasión hablaremos de Salvador Contreras otro compositor mexicano que lamentablemente, al igual que sus contemporáneos, sus obras han quedado casi en el olvido a pesar del gran valor artístico. Y es que a decir verdad la difusión de obras mexicanas se ha visto un tanto turbia y con poca frecuencia, por lo que existen pocas grabaciones y piezas en internet; sin embargo, es sumamente importante tener en cuenta su papel dentro de la música mexicana.

 

 

Salvador Contreras nació en Guanajuato un 10 de noviembre de 1910, desde temprana edad demostró un talento nato, el cual mezclado con su dedicación logró estudiar profesionalmente.

Entre sus principales profesores están Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Candelario Huízar, de quienes ya hemos hablado anteriormente, y que recordarán, son ejes fundamentales dentro de la música “nacionalista”. Por esta razón no es de extrañar que Salvador haya seguido por la misma línea pero gracias a su juventud con un aire de curiosidad que lo llevó a ser un poco más vanguardista.

 

 

El formó parte del famoso Grupo de los Cuatro. Este trató de un grupo que se formó en la nueva clase de “Taller de composición” en el Conservatorio Nacional de Música, una propuesta de Carlos Chávez que formó gracias a la revisión del plan de estudios en el que buscaba aumentar el énfasis en la escritura musical en todos los estilos. En dicha clase destacaron cuatro jóvenes de apenas 20 años de edad, Daniel Ayala, José Pablo Moncayo, Blas Galindo y Salvador Contreras.

Con el Grupo de los Cuatro ofrecieron diversas presentaciones en las que aprovecharon para exponer sus propias obras, pero realmente significó un espacio donde los compositores emergentes podían compartir y exponer sus obras ya que también apoyaron como una organización de difusión, así que fue un elemento muy importante para los compositores emergentes de su momento.

 

 

Salvador Contreras fue testigo de los abruptos cambios artísticos que vivía el país, vio nacer la Sinfónica de México, la reestructuración del Conservatorio Nacional de Música, así como el florecimiento de la danza y el cine “de oro” nacional; en estos dos últimos él se desarrolló ampliamente y le ayudó a consolidar su trabajo multidisciplinario. Por esta razón adoptó una personalidad fresca y vanguardista, tomando como raíz las enseñanzas nacionalistas de sus profesores y al mismo tiempo la inquietud por nuevas expresiones sonoras.

El lenguaje de Salvador Contreras mostraba una mezcla de las tradiciones, el paisaje y el sonido de México pero traducido a un lenguaje mucho más cuidadosos, inventivo y vanguardista. Se inspiró en el neoclasicismo de Stravinsky; los acentos, ritmos y colores de Revueltas, y su gusto particular por el impresionismo.

 

 

T: @hreveh

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