Hay géneros que ya no sabemos si realmente son lo que creemos, sus vertientes e influencias con otros géneros nos hacen pensar que las etiquetas simplemente sirven para encasillar a las bandas en lo que suponemos que deberían sonar… o al menos eso es lo que creen Erick, Miguel y Daniel de Sadfiels.
Los oriundos de la Ciudad de México iniciaron como muchas otras bandas: por su gusto a la música, haciendo covers y después decidiéndose por iniciar algo propio y, por fin, ponerle algo de seriedad a su proyecto.
“Siempre nos ha gustado la misma música a los tres, pero queríamos saber cómo era tocarla e interpretar lo que nos gustaba. Eventualmente las cosas fueron cambiando y formamos Sadfields”.
Su andar como agrupación no ha sido nada sencillo, pero tampoco ha sido nada habitual. Dentro de la escena under de la que tanto se habla cuando de bandas independientes se trata, Sadfields ha sabido dejar huella pero no porque tuvieran un gran material, pues empezaron con una sola canción circulando en redes sociales, sino porque lo que más llamó la atención de su público, fueron sus presentaciones épicas.
“Falling Apart fue la última canción que hicimos. Con eso ya estábamos conscientes de nuestro sonido y lo que queríamos. Esa canción ya englobaba como los elementos que nos caracterizaba.
[…] Nos consideramos una banda en vivo. Creemos que es cuando en realidad puedes experimentar lo que realmente somos. Es una catarsis”.
Y aunque a veces sus presentaciones terminan con baterías tiradas, volúmenes bien altos o cualquier otro problema técnico, es este momento cuando, de acuerdo a este trío, se sienten liberados.
Pero, ¿podemos culparlos? ¿No fueron los conciertos como los de Nirvana o los de Black Sabbath los que nos hicieron enamorarnos más de esas bandas? Porque, seamos honestos, una banda no es lo que hay en su disco, una banda es lo que vemos en el escenario.
Para Sadfields, aunque las cosas parecen haberse dado de manera muy fluida, la realidad es que fueron sus decisiones atinadas y su paciencia lo que los llevó a ganarse un lugar.
“Siempre hemos sido como de la idea de hacer como mancuernas con las bandas que te gustan y de personas que hacen cosas similares a ti. Creo que es mejor generar redes. No creo que sea como abrirte paso sino llevarte a todos contigo y que vayan al mismo lado“
Considerando que la salida de su primer disco Homesick, se vio truncada por desastres de la tecnología (el equipo donde estaba su material colapsó, pero lograron recuperar su trabajo), de alguna manera su música y su nombre ha llegado a lugares donde ni siquiera imaginaron estar alguna vez.
“Nos han llegado mensajes desde Lituania o República Checa y la gente siente una conexión y a pesar de que fue difícil completar el álbum, lo más importante es que generamos como empatía con ellos, eso nos ayudó a sobresalir”
Además, las canciones de Sadfields son como piezas de arte que se deja a la interpretación de cada persona, si eso no ayuda a generar empatía, ¿qué más puede hacerlo?
“Si acaso algo se transmite con nosotros es intensidad. No es un mensaje en específico, la gente le pone el significado que necesitan”
Si todavía no conoces a Sadfields, échate una vuelta al próximo concierto de A Place To Bury Strangers en la ciudad, donde participarán como teloneros de esta banda neoyorkina.