Lo que necesitas saber:
Royel Madell y Otis Pavlovic traen un sonido que abarca varios géneros, pero que se concentra en un pop vocal con guitarras maravillosas.
Los australianos Royel Madell y Otis Pavlovic se unieron por allá del 2019 con la idea de un proyecto que se fundó alrededor del sonido de guitarras aceleradas que se alían con melodías vocales alegres y pegajosas. Este sonido les ayudó para coverear “Murder on the Dancefloor” y “Linger”, dos versiones que los popularizaron muchísimo, y vaya que aprovecharon la atención.
El dúo australiano tiene una versatilidad asombrosa, que los ha llevado a tocar new wave (“Sofa King”), post punk (“Claw Foot”), synth pop y hasta a ratos pueden sonarte a rock psicodélico bastante ligerito (“Kool Aid”).
A la fecha, tienen 3 EPs y un disco de larga duración que lanzaron a principios del año pasado. Si te laten proyectos como Declan McKenna, San Cisco, Foster the People, algo de The War on Drugs o Saint Motel, Royel Otis estará dentro de tus favoritos.
Atmósferas en sintetizadores que le dan protagonismo a guitarras vertiginosas y bailables
Royel Madell tiene un talento especial para crear riffs de guitarra que a pesar de solo contar con unos cuantos efectos como reverb y delay, son acelerados y te mantienen atento a lo que hará la guitarra en sus rolas. También apoya sus riffs con guitarras acústicas que le dan un sonido de principios de
El dúo tiene una capacidad especial para moverse entre géneros, y en gran medida gracias a las ideas que le vienen a Royel a la cabeza, porque son el punto de partida de muchas de sus canciones. Chequen nomás el tributo al post punk pionero que logran en “Claw Foot”:
Royel Otis te pondrá a bailar mientras cantas de amor o desamor, pero sus rolas tienen muchísimo ritmo y hooks muy pegajosos. En su disco debut PRATTS & PAIN (2024) lucen una capacidad para ponernos a cantar sobre entregarse por completo, disfrutar una relación, y eventualmente terminar.
Aún así, las guitarras sobre ritmos bailables nos entretienen a lo largo de su disco debut, con pocos momentos más calmados, como “Molly” y “Always Always”.
Mientras tanto, el lienzo son sintetizadores bien trabajados que envuelven la guitarra y la identificable voz de Otis Pavlovic, que tiene un timbre agudo, y aunque domina la fragilidad de su voz, cuenta con momentos potentes. Esto le agrega bastante nostalgia a su sonido, lo que se combina a la perfección con sus letras.
Letras de romances nostálgicos generalmente a dos voces
Algo que hace bastante identificable a Royel Otis es la manera en la que se apoyan vocalmente en sus canciones. Aunque Otis Pavlovic es el vocalista principal de la banda, Royel Madell también lo acompaña y esto logra que la voz suene con más potencia en la interpretación del dúo.
El dúo es muy sensible y directo en sus letras, sin mucho simbolismo o mensajes por descifrar, como escuchamos en “Heading For The Door”, en la que directamente le piden a alguien que no los abandone al cruzar la puerta. Ideal para dedicar con el corazón roto:
Su nostalgia efectiva gira en torno a varios temas, que no son únicamente amorosos, sino que hablan sobre no tenerlo todo pero divertirse, como un vistazo a momentos que se han ido. Ese sonido luce en “Oysters in my Pocket”, con un excelente puente guitarroso y un coro pegajoso:
Royel Otis tiene una identidad propia versátil, divertida y con muchísimos hooks vocales pegajosos, que ha llevado a los australianos a presentarse por todo el mundo, aunque aún tienen pendiente llegar a nuestro país.
Este año, el dúo comienza en Bonnaroo una gira breve, que continúa por festivales Europeos. Esperemos se unan pronto a algún festival en México o de plano, que los veamos como headline show este año.