Robbie Williams es un artista complejo. Quizá la mayoría de las generaciones lo recordemos por sus éxitos poperos de los 90 y principios del nuevo milenio como “Angels”, “Rock DJ”, “Feel”, “Come Undone”, “Trippin” y hasta “Rudebox”. Pero la realidad es que se tratan de glorias muy pasadas y de una época en que el cantante estuvo en la cima de su carrera, pero también en el fondo de su vida personal. Williams, como muchos otros artistas, la ha sufrido a un nivel emocional que lo han llevado por adicción a las drogas y el alcohol, depresión, ansiedad e incluso, algunas ideas de quitarse la vida.
Pero siempre ha salido. Y con más de 20 años de carrera musical, Robbie Williams sigue aquí con sus glorias pasadas, pero también con la reinvención de sí mismo. Y todo eso, su pasado y presente, le dio –y continúa dando– la autoridad musical de acercarse a aquellos ídolos que primero lo formaron como un cantante capaz de llenar estadios, pero también un venue clásico de primer nivel como el Royal Albert Hall. Es decir, Williams vivió una época en la que se reinventó la balada romántica al interpretar los clásicos de Frank Sinatra, Dean Martin, Nat King Cole, Sammy Davis Jr. y más.
Fue un 10 de octubre de 2001 cuando Williams se presentó en el Royal Albert Hall de Londres, un recinto que había recibido antes de esa fecha a artistas como Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Sarah Brightman, para también dar paso a otros tantos géneros como Eric Clapton, Adele o los Arctic Monkeys. La realidad es que nada de esto hubiera sido posible, sin la llegada del Live at the Albert de Robbie Williams con un setlist de 16 canciones que, como mencionamos, hacen un repaso total a los clásicos que conforman en gran medida la balada pop de finales de la primera mitad del siglo XX.
¿Quién se atrevería a pisar con su voz el mismo espacio que uno de los artistas más populares a nivel mundial? Robbie Williams lo hizo cuando estaba en su mejor momento, cuando sus capacidades vocales impresionaron a su público y atrapó a nuevas audiencias que comprendieron que el nombre de un género es precisamente eso, tan sólo un nombre. Y que los tatuajes y actitud desenfrenada –lo cual lo persiguió en los últimos años– sólo formaban parte de una apariencia que no logró nunca eclipsar el talento.
La llegada de Williams al Albert Hall se marcó con “Have You Met Miss Jones?” conocida por la interpretación de Sinatra. A esa le siguieron otros éxitos como “Let’s Face the Music and Dance”, “The Lady Is A Tramp”, “One for My Baby (And One More for the Road)”, “Me and my Shadow” y, para cerrar una noche que superó todas las expectativas, el reconocido himno de Sinatra: “My Way”… Swing When You’re Winning fue el disco de covers en colaboración con la Orquesta Filarmónica de Londres que lo llevó hasta ahí y que de alguna manera, lo mantiene como uno de los artistas más completos y únicos que han sido capaces de ir del pop al jazz y al swing.
Nuevamente, quizá la mayoría de su público y el que lo descubrió en su presentación para la inauguración de la Copa Mundial de Rusia 2018, lo mantengamos en nuestra imaginario por esos éxitos conocidos e irreverentes. También esa podría ser la razón por la cual se presentará –casi de forma improbable– como headliner en el Corona Capital 2018 junto a bandas y artistas que no suman ni la mitad de su carrera musical; sin embargo, para disfrutarlo como se debe, para comprender su capacidad y talento en la magnitud que lo forma, debemos hacer un repaso por aquella etapa que lo catapultó como un artista que tuvo el derecho, casi único, de ponerse en el mismo lugar de las leyendas.
Por acá les dejamos el setlist del concierto Robbie Williams: Live at the Albert de 2001:
“Have You Met Miss Jones?”
“Die Moritat von Mackie Messer (Mack the Knife)”
“Straighten Up and Fly Right”
“Let’s Face the Music and Dance”
“Well Did You Evah?”
“The Lady Is a Tramp”
“Things”
“One for My Baby (And One More for the Road)”
“Mr. Bojangles”2
“I Will Talk and Hollywood Will Listen”
“Do Nothin’ till You Hear From Me”
“Beyond the Sea”
“Me and My Shadow”
“Ain’t That a Kick in the Head”
“It Was a Very Good Year”
“My Way”