SUN RA ARKESTRA
Miércoles, 15 de mayo
Teatro de la Ciudad
México, DF
EL CONCIERTO:
Esta no fue la primera vez que la Arkestra de Sun Ra se haya presentado en la Ciudad de México, pero sin duda fue la primer oportunidad que la mayoría de los asistentes tuvo para ver en vivo a la banda dirigida por Marshall Allen que cumple 89 años de edad el 29 de mayo y gracias un pacto con el Diablo todavía le sigue sacando notas a su sax.
Si no me falla la memoria -y con ayuda del sitio oficial– de izquierda a derecha en el escenario: Chandra Washington, bailarina y vocales; Marshall Allen en el saxo alto, flauta, EVI, vocales; David Hotep en la guitarra. En primera fila: Abshalom Ben Shlomo en el saxo alto; Charles Davis en saxofón tenor; Knoel Scott en el saxo alto, percusiones y vocales; Danny Ray Thompson en flauta, sax y vocales. En segunda fila: Michael Ray en la trompeta y vocales; Fred Adams en la trompeta; Vincent Chancey en la trompa; Dave Davis en el trombón; En tercera fila: Bill Davis en el contrabajo; Craig Haynes en la batería; Elson Nascimento en percusiones.
¡Fiuf! Si algún seguidor del culto nota algún error, puede mencionarlo en los comentarios. En el telón de fondo se proyectaban imágenes en colores cálidos como rojo y amarillo. El Teatro de la Ciudad estuvo lleno a 90% de su capacidad. Este fue el primer evento musical dentro del marco del Festival Aural.
INVITADO ESPECIAL:
Cosmic Brujo Mutafuka Trio fue al acto que abrió el escenario para instruir a la audiencia con unas lecciones en free jazz. Liderado por Marco Eneidi, un veterano del género, el trio de sax, batería y contrabajo fue un atinado platillo de entrada antes de recibir a la excéntrica agrupación.
OPINIÓN:
Sun Ra Arkestra aterrizó su nave espacial sobre el Teatro de la Ciudad de México para deleitar a su público con las transmisiones del planeta Saturno que curiosamente suenan mucho a la música jazz terrícola. Y bueno, esa va a ser la última referencia especial que vas a encontrar en esta reseña.
El ensamble musical de Sun Ra es uno de los grupos activos más extraños, y por tal motivo, interesantes que podamos ver sobre un escenario. Hay muchas cosas en la superficie que de inmediato nos llaman la atención, como los vestuarios, los bailes, los sermones, el concepto fantástico en general. Pero en el fondo siguen siendo músicos que tocan clásicas composiciones de los maestros como Duke Ellington y Fletcher Henderson, al igual que temas escritos por su profeta, Le Sony’r Ra, mejor conocido como Sun Ra. La excentricidad de su imagen no es un indicativo de la accesibilidad de su música.
Aunque Sun Ra murió hace unos 20 años, Marshall Allen ha recogido la batuta para dirigir a una banda que incluye tanto a músicos de la generación de Allen como a otros que no han cumplido ni una década en la Arkestra. Al seguir la tradición de los viejos jazzeros, la idea es divertirse, verse “cool”, y transmitir la emoción de la música al público, incluso de manera directa ya que en dos ocasiones los integrantes formaron una fila y bajaron del escenario para marchar entre un público animado… un poco sacado de onda, pero animado.
Por eso es un encanto ver a esta banda. No porque sea “adorable” ver a una secta de ancianos locos disfrazados de egipcios sino porque realmente te contagian con esa alegría que inspira la buena música jazz. Es un poco de VANGUARDIA PARA LAS MASAS. Realmente es espectaucular porque no sabes que es lo que pueda ocurrir, y tienes la sensación de que ellos tampoco. Los performance espontáneos son un bono que enriquece la imagen de Sun Ra, como cuando el percusionista Knoel Scott sale de la nada para hacer piruetas y nos maravilla con su “baile espacial” (¡así es como está descrito en su biografía!). ¡WOW! Este señor tiene mejores pases de baile que cualquier chavito 30 años más joven (mejor que yo).
Un caso aparte es el mismo Marshall Allen. No por ser un hombre próximo a cumplir los 90, se limite a señalar hacia un punto en el vacío desde una silla de ruedas. El título de director no es un rango honorario porque realmente lo vemos en el escenario indicando a cada quien su parte. Además, su energía y lucidez son dignas de admiración ya que el sax es un instrumento que exige mucho pulmón y entrega. Una verdadera inspiración. ¡Larga vida!
En una semana atascada de festivales de música, la presentación de Sun Ra Arkestra era uno de esos conciertos imperdibles, no para decir que “ya los vi” como si fueran un monumento histórico. Lo son. ¿Pero cuántos monumentos históricos pueden hacer música tan placentera?
DURACIÓN: 1 hora y 35 minutos
FOTOS: @memodioso
RESEÑA: @Shy (shy@sopitas.com)
SETLIST: En el espacio exterior no creen en setlists.