BEACH HOUSE
Viernes, 6 de septiembre
El Plaza Condesa
México, DF
EL CONCIERTO:
Para celebrar el 5to aniversario de Arts & Crafts México, Beach House se presentó por segunda vez en su trayectoria en la Ciudad de México. Después de 154 conciertos, esta fue la última escala de su gira mundial del tan aclamado Bloom. De izquierda a derecha en el escenario: Alex Scally en guitarra, sintetizador y vocales; Victoria Legrand en vocales y teclados; Daniel Franz en la batería y percusiones. A diferencia de su última presentación en el Lunario, la banda montó un fenomenal espectáculo de luces multicolores. En el fondo, detrás de Legrand, había varios telones de finas telas que colgaban en ángulo de guillotina. De vez en cuando, el fondo se iluminaba con muchas pequeñas luces para dar la impresión de una noche estrellada. El foro estuvo a su máxima capacidad tras agotarse todas las entradas.
SETLIST:
1. Wild
2. New Year
3. Norway
4. Gila
5. Other People
6. Lazuli
7. Astronaut
8. Master Of None
9. Silver Soul
10. The Hours
11. Turtle Island
12. Used To Be
13. Lover Of Mine
14. Real Love
15. Zebra
16. Wishes
17. Take Care
18. 10 Mile Stereo
19. Myth
ENCORE:
20. On the Sea
21. Irene
INVITADO ESPECIAL:
El artista que se encargó de abrir el evento fue Julio Gudiño con su proyecto solista I Can Chase Dragons. Como parte de la familia A&C Mx, Gudiño nos dejó escuchar algunas temas de su debut, Expansión, a lo largo de media hora. Aunque la anticipación del público por ver al acto principal se hacía más grande por cada minuto que pasaba, la gente demostró paciencia y pudo apreciar los beats tropicales del también vocalista de la banda The Plastics Revolution.
OPINIÓN:
Hay cosas que quieres capturar para siempre con el propósito de revivir la experiencia de la primera vez. Las películas, los cuadros y los álbumes nos permiten conservar una aportación del artista a nuestro mundo, mientras que las obras de teatro, los recitales y los conciertos sólo viven en el momento que son vistas por el espectador. La diferencia es que un disco puede reproducirse en cualquier presente, pero un concierto vivirá para siempre en la memoria hasta que ese rincón de la mente se descomponga. Hay algo bello y digno en todo eso. Por eso ver un concierto es más nuestro que la posesión de un objeto.
El concierto de Beach House fue tan perfecto como los ángulos de un cuadrado.
¿Qué le puedo agregar a eso?
Una palabra más sería una exageración.
DURACIÓN: 1 hora y 45 minutos
FOTOS: @cocorali
RESEÑA: @ShyTurista (shy@sopitas.com)
CONCIERTO DEL AÑO: Sin discusión.