Lo que necesitas saber:
Tras 5 años de ausencia, Cage The Elephant vuelve con nuevo disco. Aquí nuestra reseña de ‘Neon Pill’.
Cinco años pasaron desde que Cage The Elephant lanzó Social Cues y en ese lapso, pasó de todo. Está el tema de la pandemia, un asunto plasmado en una innumerable cantidad de discos. Pero además, Matt Shultz atravesó un complicado momento, entre la perdida, problemas de salud mental y un arresto, que definieron lo que es Neon Pill.
Justamente, el título del álbum alude a ese episodio en el que el vocalista de la banda fue diagnosticado con un episodio de psicosis derivado de una reacción a medicamentos recetados. “No es ningún secreto que tuve una crisis médica”, dijo Shultz a The Associated Press.
Musicalmente, es cierto que Neon Pill no es muy diferente de lo que hemos escuchado de Cage The Elephant en discos pasados; en ese sentido parece un poco una continuación de Social Cues (el genial John Hill vuelve como productor, de hecho).
¿Eso es malo? Para nada. Quizá lo es solo para aquellos críticos que constantemente buscan desafiar al artista en favor de amarrar algo de protagonismo.
Aquí de lo que realmente hay que hablar, es del concepto y la vulnerabilidad que muestra Matt, lúcido y inspirado como siempre, tomando su propia tragedia para reflexionar sobre cómo ha salido del hoyo una vez más.
Reseña de ‘Neon Pill’: Cage The Elephant y el estado de ánimo vulnerable
El inicio del disco se da con “HiFi (True Light)” para luego pasar a “Rainbow”, donde la banda retoma un poco la fórmula de ritmo suave y canto fluido (con una influencia casi de hip-hop) que recuerda mucho a “Night Running”.
Es a partir de esta canción donde nos damos cuenta de uno de los recursos narrativos constantes del disco: este up and down del estado de ánimo de Matt Shultz donde describe su entorno como el regreso a un pasillo donde las luces se apagan.
Es ahí donde se encuentra con estos “juegos mentales autoinfligidos” que lo atormentan. Se presenta el miedo de perder el rumbo… pero llega algo que lo hace flotar como un arcoíris. Parece una imagen linda en apariencia, ¿pero no será más bien el efecto engañador del medicamento que se retoma en “Neon Pill”?
Es justo en el tema homónimo del disco donde Cage The Elephant refuerza ese elemento del estado de ánimo cambiante. Y es en ese track donde Matt Shultz no teme hacer referencia –al menos en apariencia– al tema de su arresto por posesión de armas cuando dice “loaded like a gun, my love”.
La vulnerabilidad de Matt Shultz se siente más densa en “Float Into The Sky”, en la que el vocalista confiesa sentirse cansado de intentar darle sentido a las cosas que ve a su alrededor. En este punto, lo único que quiere es desaparecer, o mejor dicho, flotar hacia el cielo.
La temática vuelve a tocarse más adelante en “Silent Picture”; lo único que quiere al menos en este momento, es que el mundo lo deje en paz.
El dolor de la perdida en ‘Neon Pill’
Es curioso porque, al parecer, Cage The Elephant catalogó este disco como una producción en la que por primera vez sienten que no abrazaron algún tipo de influencia en específico. Pero con “Metaverse”, los vemos recrear el sonido del indie garage rock de los 2000 que en esta canción recuerda mucho a The Strokes.
Pero más allá del estilo musical, el tema retoma un poco de la psicosis de Matt, quien dijo a la NME que en esta canción desahogó las sensaciones de sentirse perseguido; de intentar huir constantemente mientras se aferraba a la idea de que no necesitaba afecto.
Eso lo llevaba a alejarse de su familia… Y ahí, el tema conecta con dos canciones en específico. Por un lado, tenemos “Out Loud” que llega como la balada de piano inspirada en una pelea que Brad Shultz, hermano mayor de Matt y guitarrista de la banda, tuvo con su padre. Aquí se siente el arrepentimiento la reflexión sobre reconocer los errores cometidos.
Directamente, esa canción cobra mayor sentido cuando Neon Pill cierra con “Over Your Shoulder”, donde Matt lamenta la muerte de su padre en el 2020. Es un tema al estilo más indie folk rock que los Cage The Elephant de la década pasada probaron en algún momento. Tremenda balada, de verdad.
Pero no todo está perdido…
Quizá la parte final del Neon Pill de Cage The Elephant cierra este círculo en el que Matt Shultz describía perfectamente el miedo de sentir que pierdes el rumbo. Y no es que se muestre del todo optimista, pero ciertamente es consciente de que no todo está perdido.
“Shy Eyes” es su declaración sobre saber que tiene el alma rota, pero al mismo tiempo menciona que su mirada tímida y apartada esconden algo más que una persona temerosa y afligida. “Siempre he sido un peleador… toma estos errores y hazlos aciertos”, canta en la canción.
Y siendo un poco más positivo, llega “Good Time” con una idea simple con algo de cinismo: todo el mundo la ha pasado bien y quizá, ya es momento de que él también tenga su momento de diversión. Tal vez se sienta confundido cada día, pero aún despierta y sigue vivo.
Neon Pill de Cage The Elephant no se define como un disco conceptual propiamente, pero sí se puede sentir que hay cierta narrativa que conecta unas canciones con otras.
Hay pesimismo y dolor en el álbum, pero también una extraño halo de esperanza donde se lleva el desahogo, el arrepentimiento y la reflexión sobre una etapa tormentosa de la vida a un nivel poderoso.
Queremos darle un abrazo a Matt Shultz, la neta. Aunque por fortuna, tras un periodo de hospitalización y creatividad para componer, dice él mismo en diversas entrevistas que se siente mejor que nunca, listo para salir de tour. Ojalá se nos haga verlo en México pronto.