Una de las bandas con un sonido inconfundible es Radiohead. Los falsetes de Yorke, guitarras disonantes, percusiones apresuradas, atmósferas espaciadas y demás, hacen que los de Oxfordshire sean bastante copiados, voluntaria o involuntariamente. Ahora, el guitarrista de la banda Ed O’Brien lanza su primer disco como EOB (sí, se partió la cabeza en el nombre), frente al reto de encontrar un sonido distinto al del proyecto que lo ha llevado a recorrer el mundo. ¿Lo podrá lograr?
Desde la abridora “Shangri-La”, encontramos similitudes exageradas entre este proyecto y su proyecto principal, los agudos en voces, inclusive en las de apoyo, y el corte electrónico, nos recordaron al King of Limbs. Está bien, empieza con un guiño a Radiohead, pero se pone más intrigante.
Antes de escuchar su voz en las canciones, Ed O’Brien le comentó a Yorke si le entraría a grabar sus composiciones, pero al escuchar su voz grabada, decidió dejarlo así. Y fue un acierto, ya que con Thom al frente de estas nueve rolas, no podríamos haber diferenciado al quinteto, del proyecto solista.
Poco a poco, la identidad de Ed O’Brien se va desenvolviendo, como en el blues moderno de “Deep Days”, en donde incluye pocos elementos electrónicos y usa como base su guitarra acústica, en una ligera reinterpretación de un género clásico.
Es innegable cuál es el instrumento protagónico del LP, cuando los riffs o acordes lideran con la guitarra a todos los demás componentes, pero Ed O’Brien tiene maestría en crear acordes reconfortantes como en “Brasil” y “Long Time Coming”, en la que nos alegra con un mensaje de esperanza ante la incertidumbre.
Como si lo hubiera hecho a propósito, a mitad del disco, su música tiene una identidad propia y emocionante, porque no tiene miedo de irrumpir con sonidos electrónicos las bases acústicas de sus rolas, como lo logra en “Mass” y “Sail On”. Nos queda claro quién es el maestro de las icónicas atmósferas de Radiohead, con canciones que se extienden con pocas notas y muchísimos efectos.
Destaca “Banksters” como un tema que cuestiona a las instituciones bancarias, el rapaz capitalismo y cómo es que las víctimas de estas estructuras corporativas son los clientes. Las distorsiones un beat bailable contrastan con una letra preocupantemente parecida a la situación actual. “¿A dónde se fue todo el dinero?”,
es la pregunta constante que es vigente en esta época.
La sorpresa viene en el dueto con Laura Marling, terminando en una romántica rola acústica que nos da un lado un poco más positivo que el sentimiento persistente en el quinteto inglés. La identidad que separa la música de Ed O’Brien es que trata más sobre la esperanza que sobre un tipo de tristeza muy particular que, por lo general, transmite Radiohead.
Durante este año, el guitarrista inglés salía de gira con su primer disco como solista, pero ante la epidemia global, ha modificado las fechas originales. Esperamos poder verlo con este trabajo, ya que Ed O’Brien se comprometió verdaderamente con su música al hacer cada una de las nueve canciones que lanzó hoy.